Así lo afirma su gerente de Nutrición, Sergio Castillo, explicando que el desafío es aumentar la presencia de proteína vegetal en la dieta de un pez que es marino, y -por lo tanto- “cien por ciento carnívoro”.
De origen peruano y con más de 30 años de trayectoria en la nutrición acuícola de Latinoamérica, la multinacional Vitapro tiene plantas de producción en Honduras, Ecuador, Perú y Chile, cubriendo las necesidades de alimentación para la acuicultura del camarón, la trucha y el salmón, principalmente. “En Chile estamos enfocados en tener un alimento de gran calidad y para ello contamos con instalaciones y un equipo de investigación muy potente, que vive y respira la industria acuícola. Eso nos permite invertir en investigación enfocada en la realidad y problemática actual de la acuicultura en Chile, y dedicar esfuerzos a una especie nativa como la corvina”, destaca el ejecutivo de Vitapro.
Castillo explica que, en el caso de la corvina, todavía hay mucho por hacer en cuanto a conocer en profundidad sus requerimientos nutricionales y optimizar sus dietas, que es un factor clave tanto para la sustentabilidad económica como ambiental. “Hay que pensar que el salmón es una especie que cultivamos hace más de 35 años y aún no conocemos todo sobre sus requerimientos nutricionales. Mientras que, en la corvina, recién está partiendo la investigación para conseguir dietas más costo/eficientes, asegurando con esto la mejor productividad del cultivo”.
Sustitutos a la harina de pescado
Con el objetivo de disminuir la presencia de harina de pescado en las dietas y llegar a ser “productores netos de pescado”, Vitapro está realizando ensayos “para desarrollar diseños de fórmulas que permitan reemplazar los nutrientes proteicos que requiere la corvina”, según sostiene Sergio Castillo, destacando que “al ser la corvina una especie marina, está menos adaptada a consumir proteína vegetal”.
Sin embargo, advierte que la sustitución es posible “porque lo que requieren los peces no es un ingrediente como tal, sino nutrientes que se obtienen de la harina de pescado”. Algunos de los sustitutos vegetales que se están ensayando son los concentrados proteicos de soya, de maíz y gluten de trigo; además de “otros ingredientes proteicos emergentes con potencial en los que nos estamos enfocando, como las proteínas unicelulares y la harina de insecto”.
Respecto a la proyección del cultivo de corvina, el ejecutivo de Vitapro sostiene que estas iniciativas “son indispensables para el futuro de la alimentación, porque necesitamos conseguir fuentes de proteína animal que sean sustentables, como es el caso de los productos acuícolas, que son los de menor huella ambiental”.
Por su parte, Jorge Lizardi, director del Programa Corvina de Fundación Chile, destaca el aporte que ha hecho Vitapro, “al diseñar dietas específicas para las necesidades de la Cilus gilberti en sus distintas etapas de desarrollo, con un alimento más eficiente y sustentable en lo económico y ambiental, usando proteínas alternativas”. Explica que ya han visto los resultados “en los desoves y la sobrevivencia, por ejemplo, gracias a que tienen una dieta formulada para los reproductores de la especie, que es distinta a la de juveniles”.
Sobre el Programa Corvina
El Programa Corvina se inició el 2010, en el marco de las iniciativas para la diversificación de la acuicultura nacional, actividad concentrada en salmónidos y mejillones (choritos).
La corvina (Cilus gilberti) es una especie nativa, que extiende su presencia desde el norte de Perú hasta la zona de la isla de Chiloé por el sur. Es altamente demandada por sus atributos nutricionales y gastronómicos.
Próximo a iniciar el escalamiento productivo, el Programa Corvina se desarrolla en el norte de Chile (regiones de Coquimbo y Tarapacá), proyectándose como una oportunidad de generar una nueva industria, con capital humano especializado y una plataforma de proveedores regionales, compuesta fundamentalmente por pymes.
Cabe destacar la participación en el Programa Corvina de los co-ejecutores, Universidad Arturo Prat y ADL Diagnostic Chile; el Instituto del Mar Carlos Condell, y las empresas asociadas, Pesquera Friosur, Vitapro Chile y Luxmeter.