La investigación en la UCSC trabaja en la valorización de residuos para generar energía y nuevos productos.
Reducir, reutilizar y reciclar. Ese es el lema que se pretende plasmar para abordar una temática tan expuesta como contingente en los últimos años. Disminuir la huella de carbono, presencia de plásticos en los océanos y la proliferación de las llamadas islas de basura o montañas de ropa, son solamente algunas de las problemáticas que vienen ligadas al tema. Esta fecha fue declarada por la Organización de Naciones Unidas en 2005.
En palabras del director del Diplomado en Derecho de Infraestructura y Cambio Climático de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) Luis Ulloa, es clave el conocimiento del concepto. “Para exigir el cumplimiento de los derechos fundamentales, la Constitución Política plantea el mecanismo del recurso de protección. Para vivir en un medioambiente libre de contaminación existe un recurso de protección especial establecido en el artículo número 21. Todas las alteraciones al medioambiente pueden ser reclamadas por la ciudadanía mediante este instrumento, en un plazo de 30 días desde que tiene conocimiento de esta acción u omisión”, contextualizó el académico.
En el año 2016 se publicó la Ley 20.920 la que establece un marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida de los productos y el fomento del reciclaje. “En esta ley, se establecen una serie de sanciones en cuanto a la gestión de residuos para empresas sobre todo industriales, las empresas automotrices con aceites de autos, que pueden ser contaminantes para el ecosistema. Esto se tramita en la Superintendencia del Medio Ambiente. Aquí comienza una regulación un poco más acabada sobre el tema, teniendo en consideración que todos los proyectos y actividades en general están sujetos a evaluación ambiental”, sostuvo el académico.
Del reciclaje a la valorización de residuos
Además de acciones como el reciclaje propiamente tal, la gestión de residuos o el rol social empresarial, existe otra área, que si bien es cierto no es reciclaje propiamente tal, si comparte el espíritu de la reutilización. La valorización de residuos presentes en el entorno es clave para lograr frenar problemáticas medioambientales y dar un nuevo uso a los residuos orgánicos. Esto se está trabajando en la Facultad de Ciencias UCSC a través de tres académicas: Dra. Laura Azócar, Dra. Daniela Morales y Dra. Dariela Núñez.
La Dra. Laura Azócar trabaja en la generación de pellets para calefacción domiciliaria, por medio de arbustos que son altamente nocivos en los incendios forestales. También, en la reutilización de aceites de frituras para transformarlo biocombustibles líquidos. Además, su trabajo está ligado al uso de residuos agrícolas, forestales y municipales. “Mi línea de investigación apunta a dar una nueva vida a los residuos para producir energía. Es una forma de mezclar la ingeniería ambiental con la investigación. A nivel mundial, tenemos residuos que generan presión en los vertederos, muchos de ellos colapsados al punto de que la basura se mueve de una región a otra. Dar un uso a los residuos es muy relevante”, comentó la Dra. Laura Azócar.
De este modo, junto a su equipo, la idea no es solamente retirar los residuos del medioambiente sino que producir energía a partir de estos. En Chile existe una alta demanda de energía primaria que supera las 330 mil Tcal donde un 65% proviene de fuentes fósiles. “Años atrás trabajamos con aceites de frituras, para generar biodiesel. Ahora, con el mismo residuo, trabajamos en la producción de combustibles para la aviación y gas licuado renovable. Además, en otra línea, con los residuos de podas urbanas generados de la mantención de áreas verdes en el Gran Concepción, estamos investigando la idea de producir moléculas bloque que son compuestos químicos base para generar productos de valor generados normalmente de la industria petroquímica, así como pellets para calefacción domiciliaria, por ejemplo”, complementó.
En tanto, la Dra. Daniela Morales se especializa en el trabajo de valorización de los sarmientos y residuos madereros. Actualmente, junto a su equipo se dedican a dar una nueva vida a sarmientos que, normalmente, son desechados. “Trabajamos con biomasa forestal y agrícola. Utilizamos los residuos de la industria forestal, dándole un nuevo uso al transformarlo en filtro para la descontaminación de las aguas por metales pesados. En específico, de pino radiata y eucaliptus, trabajamos con el estudiante del Doctorado en Ciencias con mención Biodiversidad y Biorecursos Cristián Balboa y con el Dr. Pablo Salgado, como co-guía, él es académico de la Facultad de Ingeniería UCSC”, señaló la Dra. Morales.
Las podas de las viñas, denominadas sarmientos, es un proyecto Fondef (ID23I10291) de valorización integral. De este modo, la Dra. Morales estudia las moléculas de interés que pueden tener una aplicación en la industria farmacéutica o cosmética e incluso alimentaria, ya que se extraen los polifenoles. “Luego, nos queda todavía un residuo. Y la segunda valorización consiste en generar pellets para calefacción domiciliaria, línea que trabajo con la Dra. Azócar. Con el Dr. Matías Hepp y el Dr. Pablo Salgado, de las facultades de Medicina e Ingeniería UCSC, respectivamente, usamos los residuos de sarmiento para descontaminar aguas por patógenos, proyecto DINNOVA 0172023-I. Nuestro estudiante del Doctorado en Ciencias con mención Biodiversidad y Biorecursos, Orlando Riquelme, trabaja en esa área”, destacó.
Por otro lado, la Dra. Dariela Núñez trabaja desde el punto de vista de dar una nueva vida a dos residuos: orujo de uvas y conchas de moluscos. Con el primero se logra producir nano celulosa bacteriana. “El orujo tiene todavía ciertos nutrientes que sirven como alimentos para las bacterias. Las bacterias consumen este residuo, produciendo nano celulosa, la que puede ser aplicada en áreas biomédicas o ambientales. Además, su elevado contenido en polifenoles confiere nuevas propiedades a la nano celulosa.”, explicó la Dra. Núñez.
Las conchas de moluscos representan un gran porcentaje del peso total del mismo, que luego es eliminado en vertederos. Estas conchas poseen un alto contenido de carbonato de calcio, sobre un 94%. “Lo aprovechamos como materia prima para producir hidroxiapatita. Se trata de un biomineral que es el principal componente de los huesos y de los dientes. Se puede sintetizar químicamente a partir del carbonato de calcio. Junto con la Dra. Elizabeth Elgueta investigamos su uso para remover distintos contaminantes presentes en el agua”, enfatizó.
De este modo, a través de las tres líneas de investigación señaladas, se demuestra que iniciativas de reciclaje y sumado a la valorización de residuos desde la investigación e innovación, son grandes aliados a la hora del cuidado del entorno. Políticas públicas son necesarias para la normativa, sin embargo, si no existe un cambio de paradigma desde la educación ambiental, ¿qué podemos hacer?, probablemente cambiar la mentalidad y tener un respeto mayor por el medioambiente.