La “Investigación en macroalgas como ingrediente funcional para la avicultura”, (BIP 40014383-0) involucra dos áreas de desarrollo productivo de la región de Coquimbo, por un lado, la utilización de las macroalgas marinas varadas en las playas, sin valor comercial; y, por otro, la obtención de un alimento funcional avícola, para alimentación de gallinas ponedoras. Otorgando múltiples beneficios, tanto nutricionales, de beneficio animal, como de disminución de costos en este ítem, lo que permitiría el reemplazo de ingredientes como harina de maíz y/o soya.
El proyecto, es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R), del Gobierno Regional de Coquimbo, Chile y es ejecutado por un equipo del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Algas y Otros Recursos Biológicos (CIDTA) de la UCN, liderado por la investigadora, Dra. Fadia Tala González, junto a su equipo de investigación, e impulsado por la Universidad Católica del Norte (UCN), sede Coquimbo.
El proyecto, tiene como propósito incorporar macroalgas marinas como ingrediente funcional en dietas para gallinas ponedoras, permitiendo así la modulación nutricional y organoléptica del huevo, generando un producto con valor agregado y funcional para la población humana, abriendo un potencial mercado para el posicionamiento de la industria regional de macroalgas. Esto, con el objetivo de validar un nuevo ingrediente funcional en base a macroalgas marinas y proponer un modelo de negocio que permita introducir esta innovación al mercado regional.
Coquimbo aporta con más del 15% al desembarque nacional de algas, existe además, biomasa sin uso comercial, varadas en playas y como subproducto de la molienda de algas pardas. “A nivel nacional se están explotando, extrayendo y exportando cerca de 400 mil toneladas de algas, al año, y tenemos una diversidad algal que supera las 500 especies en la costa continental, insular y en la Antártica, pero de éstas no más de 14 especies tienen un uso comercial y económico”, precisó la directora del proyecto, Dra. Fadia Tala, Agregando que: “sin Sin embargo, hay un grupo de algas que, pese a estar presentes en las playas, no tienen ningún valor comercial o nicho de mercado, entonces, cuando varan en las playas, los municipios costeros constantemente las extraen, pero las envían a los vertederos, principalmente en la época de verano”, precisó.
“A través del proyecto de Bienes Públicos Estratégicos Regionales para la Competitividad 16BPER-66977 de CORFO que desarrollamos, pudimos generar una línea base sobre algunas características químicas de las macroalgas que conforman este grupo de las algas varadas y, en conjunto con el programa estratégico Transforma MÁSMAR, buscamos dar un valor agregado al recurso, usándolo como insumo para el alimento en la industria avícola”, indicó.
Por su parte, el director alterno y encargado de la formulación y nutrición animal, Dr. Pedro Toledo, estudió la composición química de estas algas, detectando que poseen diversos tipos de proteínas, lípidos, carbohidratos, vitaminas y minerales. Esto es relevante “pensando no soSólo en el huevo, sino también en el bienestar de las gallinas. Las macroalgas tienen compuestos con capacidades antioxidantes, antibacterianas, anti inflamatorias, antivirales. Entonces, si podemos incorporar macroalgas con todos estos nutrientes y compuestos, las gallinas, además del huevo, debieran estar en buenas condiciones de vida, mejorando el crecimiento, reproducción, supervivencia, resistencia a enfermedades y cambios ambientales”, indicó.
Aportes nutricionales de las macroalgas
Las macroalgas como fuente de nutrientes aportan proteínas (aminoácidos esenciales), lípidos (PUFAs: EPA, DHA), hidratos de carbono (azúcares, polisacáridos (agar, carragenanos, alginatos, ulvano, fucoidano), vitaminas (A, C, B1, B2, B6, B12, E) y minerales (Na, K, Ca, Fe, Mg, Mn, I, Cu, Zn).
Por otra parte, como fuente de moléculas bioactivas aportan polifenoles (Antioxidantes, antibacterianos), péptidos (antibacterianos, antinflamatorios, antivirales), polisacáridos (antioxidantes, antivirales, prebióticos, inmunomoduladores), pigmentos, vitaminas (antioxidantes) y compuestos hidrogenados (antibacterianos)
Las algas en la alimentación animal otorgan aportes nutricionales y funcionales, sus compuestos bioacivos mejoran el desarrollo de vellosidades intestinales que permiten la absorción de nutrientes, favorecen el sistema inmune y también estimulan bacterias benéficas (actividad prebiótica).
De esta manera, las macroalgas, en alimentación avícola, se traducirían en un buen insumo para la alimentación de aves ponedoras, ya que mejorarían la producción y la calidad de los huevos, otorgarían bienestar animal, además de ser un recurso disponible y de bajo costo. Al respecto, la Dra. Fadia Tala, indica que “existe factibilidad científica y técnica para modular nutricionalmente los huevos de aves, mediante la dieta”, agregando que, “aportan al producto final un alto valor agregado desde el punto de vista nutricional y/o visual”.
Respecto al productor de salmón de cultivo más grande del mundo, Mowi, según “Dead Loss”, éste generó la mitad de la mortalidad total de las diez empresas principales en el período. Las muertes inesperadas, y sin explicación, de todas las granjas de Mowi, en todo el mundo, en el período 2010-2019 totalizaron unos 50 millones de salmones (252 521 toneladas) con un costo de USD 1,7 mil millones.
Estos datos son relevantes considerando que, en Chile, existen alrededor de 16.000.000 gallinas ponedoras, lo que equivale a sobre 350.000.000 huevos/mes, las que requieren entre 100-150g alimento/día, lo que se traduce en 2.000 ton alimento/día. “En el alimento, la inclusión de macroalgas puede llegar hasta un 10% con resultados prometedores, dependiendo del tipo de macroalga, pudiendo aprovechar como máximo de 200 ton de macroalgas al día”, Comenta la Dra. Fadia Tala, para Mundo Acuícola. Estos datos son más alentadores pensando en el potencial uso de macroalgas, hasta ahora sin valor económico, para poder incorporarlas como alimento funcional para gallinas ponedoras, ofreciendo una gran cantidad de beneficios nutricionales, lo que reduciría, además, los costos en harina de maíz o soya al incorporar este reemplazo nutricional. Además, el desarrollo de esta iniciativa requiere del encadenamiento productivo entre el sector pesquero y avícola, potenciando nuevos negocios.
Finalmente, el gerente de MÁSMAR, Sr. Guillermo Molina, indicó que: “eEste proyecto permitirá generar, a partir de una estrategia de economía circular, valorizar desechos de la industria de algas regional, aportando al buen uso de la materia orgánica que hoy no se usa, y, en el caso del borde costero, apostar al uso de algas, como Ulva (lechuga de mar) que generan contaminación de playas. Esto podría ser un triple impacto, abordar una solución ambiental a un antiguo problema, generar una nueva unidad de negocios para la pesca artesanal, y aportar a la alimentación de gallinas ponedoras de empresas avícolas de la región”, precisó.
Revista Mundo Acuícola
Edición 129
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Marzo 2021