Especialistas de ambas instituciones plantean programas altamente tecnologizados aplicables al monitoreo de ecosistemas marinos (Mundo Acuícola). Con tecnología de punta la Universidad de Playa Ancha genera investigación y propone herramientas...
Especialistas de ambas instituciones plantean programas altamente tecnologizados aplicables al monitoreo de ecosistemas marinos (Mundo Acuícola).
Con tecnología de punta la Universidad de Playa Ancha genera investigación y propone herramientas aplicadas orientadas a impactar áreas de relevancia como el manejo de pesquerías y biodiversidad en Chile.
Mediante técnicas de secuenciación de última generación es posible detectar la huella de ADN que los organismos dejan en el ambiente, abriendo una gran oportunidad para el manejo de pesquerías, la identificación de especies sobre las que se tiene escaso conocimiento, la detección de otras extintas, así como el reconocimiento de organismos invasores, plagas o pestes en diversos ecosistemas.
Así lo sostuvo el académico del Departamento Disciplinario de Biología de la UPLA, Dr. Claudio Quezada, en el Instituto de Fomento Pesquero, donde explicó la técnica de ADN Ambiental y dio cuenta de sus potenciales aplicaciones en ambientes marinos para el manejo y monitoreo de pesquerías del país.
“Todos los organismos vivos dejan trazas de ADN en el ambiente y mediante técnicas sofisticadas y de secuenciación de última generación, es posible detectar esta evidencia en el ambiente. A través de técnicas genéticas se puede detectar la identidad de las especies en una comunidad acuática y su composición, es decir cuál es la proporción de especies que se encuentra en el ambiente. Con esta técnica también es posible complementar el manejo de ciertas pesquerías como la merluza, la anchoveta, el atún y otros recursos económicos importantes para el país. Nuestro grupo de investigación tiene las capacidades para monitorear en qué parte de nuestras costas están estas pesquerías, como la reineta, la merluza, el pez espada, entre otros”, precisó el Dr. Quezada.
En la oportunidad, el académico afirmó que el ADN Ambiental permite igualmente ubicar la presencia de recursos bentónicos como el loco u otros moluscos. “Podemos conocer la dinámica de las poblaciones de ciertos peces, moluscos u otros grupos que son objeto de conservación como los cetáceos. Es posible identificar hacia dónde se mueven o dónde están concentradas ciertas poblaciones. Teniendo esta información es posible generar estrategias de manejo apropiadas y, por lo tanto, hacer un mejor uso de los recursos que hagan a las poblaciones sustentables e impacte finalmente en la economía”.
El investigador UPLA aplica esta técnica en el proyecto Fondecyt de Iniciación 2018, mediante el cual toma muestras de testigos de sedimento en el fondo del lago Chungará para determinar el ADN allí presente, con el objetivo de registrar el proceso de colonización de la trucha arcoíris y su impacto sobre las especies nativas.
En tanto, la Dra. Patricia Zárate, investigadora del Departamento de Oceanografía y Medio Ambiente del IFOP, indicó que “como investigadores y asesores estamos siempre en la búsqueda de técnicas novedosas y accesibles para mejorar nuestro conocimiento y proponer recomendaciones para el manejo de los recursos y ecosistemas marinos. Esta técnica tiene un alto potencial y aplicación para el estudio de la biodiversidad marina, dada su sensibilidad para detectar moléculas individuales permite identificar especies en lugares a los cuales no podemos fácilmente acceder. Con tan sólo una muestra de agua podríamos confirmar la presencia de especies claves en el ecosistema marino, por lo que es muy útil para entender las tramas tróficas y la relación existente entre las especies y su ecosistema, tanto las de tipo comercial como las amenazas”.