Se detectó en el animal el síndrome de boyantes, pérdida de la capacidad de hundirse en el mar por acumulación de gases en la cavidad celómica.
En Chile habitan cinco especies de tortugas marinas –la tortuga laúd, tortuga verde, tortuga carey, tortuga cabezona y tortuga olivácea- y aunque suelen verse con más frecuencia en la zona norte, también se las puede encontrar hasta la región de Magallanes.
Esta semana, pescadores de Puerto Saavedra rescataron a una tortuga olivácea que se encontraba flotando a la deriva en el sector de playa Huilque, y dieron aviso al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), quienes acudieron para trasladada hasta la Clínica Veterinaria Metrenco en Temuco, para su atención y estabilización.
Sin embargo, en el lugar se le detectó el síndrome de boyantes, que se refiere a la pérdida de la capacidad de hundirse en el mar por acumulación de gases en la cavidad celómica, el que puede ser provocado por traumas, enfermedades o presencia de cuerpos extraños, como por ejemplo, plásticos ingeridos.
«La tortuga puede haber presentado un golpe por algún depredador o una embarcación, estar enferma o también suelen confundir las bolsas plásticas con medusas e ingerirlas, todo esto les puede provocar una acumulación de gas en su interior, lo que produce este síndrome de boyantes, lo que les impide hundirse correctamente, dificultando su nado de forma normal, su alimentación, respiración y la capacidad para evadir depredadores, por lo que terminan varando desnutridas y deshidratadas», indicó al respecto Ricardo Sáez, Jefe de la Unidad de Conservación y Biodiversidad del SERNAPESCA.
Ante este diagnóstico, la tortuga debió ser reubicada en un centro de rehabilitación, siendo el Parque Safari el más cercano con cupo disponible, por lo que se organizó una posta desde Temuco hasta Rancagua, donde participó personal de Sernapesca de las regiones de La Araucanía, Biobío y Ñuble.
«La tortuga llegó en buen estado al Parque Safari y ahí se someterá a un proceso de rehabilitación para tratar su afección, y así recupere su capacidad de hundirse para que pueda ser reinsertada en su medio lo más pronto posible», comentó Sáez.