Tras la avería en su motor, la nave se estrelló contra las rocas de Isla Llancahué, siendo detectada por personal de la empresa salmonicultora durante la madrugada de este martes...
Tras la avería en su motor, la nave se estrelló contra las rocas de Isla Llancahué, siendo detectada por personal de la empresa salmonicultora durante la madrugada de este martes 26 de septiembre (Mundo Acuícola).
Una tenue luz de emergencia en las rocas alertó a personal de seguridad de Marine Harvest que a eso de las 3 de la madrugada de este martes recién pasado realizaba labores de vigilancia entre los centros Playa Astillero y San Francisco. Al acercarse a los roqueríos se percataron de que se trataba de la lancha pesquera Don Javier, semi hundida y destruida por el impacto del oleaje contra las rocas del temporal que recién amainaba; diseminadas se encontraron también prendas de vestir y pertenencias personales que hacían presagiar una tragedia.
Los trabajadores de Marine Harvest dieron inmediato aviso a personal de la Armada en Hornopirén vía telefónica y junto con los trabajadores del centro de cultivo Playa Astillero, quienes inmediatamente se unieron a las labores de búsqueda de
sobrevivientes por las inmediaciones del sector de la tragedia, sin resultados positivos y preocupados por las bajas temperaturas que no superaban 1°C.
Juan Carlos Ruíz, jefe del centro Astillero de Marine Harvest señaló que actuaron con la mayor prontitud para buscar sobrevivientes el personal de seguridad nos despertó cerca de las 3.30 de la madrugada y nos sumamos de inmediato con una lancha a buscar posibles sobrevivientes, temíamos lo peor por el estado de destrucción en que encontramos la embarcación y las bajas temperaturas, no detuvimos la re búsqueda por la costa, siempre en coordinación con la Armada y tomando los resguardos necesarios, nuestra prioridad era encontrarlos vivos, relató.
Con las primeras luces de la mañana el personal de Marine Harvest intensificó las labores de búsqueda y se sumó pronto personal de la Armada de Río Negro-Hornopirén, liderados por el sargento de Litoral Seguridad Marítima, Marcelo Vega Contreras, quienes tomaron el control de la operación y establecieron su base de operaciones en el pontón del centro de cultivo Playa Astillero de Marine Harvest.
Fue cerca del mediodía que finalmente personal de la armada dio con el paradero de los cuatro sobrevivientes de la tragedia, quienes habían logrado subir por las rocas y tras caminar varios kilómetros en medio de escarpados terrenos y con principio de hipotermia, llegaron hasta las instalaciones en desuso de Marine Harvest en el sector de Estero Bonito en Isla Llancahué, donde pudieron guarecerse y hacer fuego para secar sus ropas y salvar con vida.
El patrón de la embarcación naufragada, Pascual Núñez Villegas y los otros tres tripulantes, todos habitantes de caleta el Manzano, fueron llevados por personal de la Armada hasta la posta de Río Negro-Hornopirén, donde fueron atendidos por personal médico y derivados a sus domicilios, precisándose que navegaban sin permiso de zarpe y tras una avería en el motor la lancha fue azotada contra las rocas de isla Llancahué, hundiéndose finalmente.
Según trascendió, el patrón y propietario de la embarcación hundida, Pascual Núñez, sufrió hace tres años la pérdida de su casa, tras el desborde del Río en Caleta el Manzano y posteriormente sufrió la pérdida de otra embarcación.