Recordaron que en los últimos años los embarcados han perdido en la región del Biobío 12.500 puestos de trabajo y se han cerrado 12 plantas pesqueras. (Mundo Acuícola). El subsecretario...
Recordaron que en los últimos años los embarcados han perdido en la región del Biobío 12.500 puestos de trabajo y se han cerrado 12 plantas pesqueras. (Mundo Acuícola).
El subsecretario de Pesca, Eduardo Riquelme, manifestó a los trabajadores de la actividad pesquera industrial que no ha habido intención de excluirlos en el trabajo participativo de preparación de ponencias a la Propuesta de Modificación a la Ley de Pesca (Ley Larga) que elabora el gobierno. Por el contrario: “las puertas están abiertas”, les dijo y les invitó a entregar sus proposiciones a la Dirección Zonal de Pesca comprometiendo agregarlas.
Esto, en parte de una reunión de trabajo que la autoridad sostuvo en Concepción con los presidentes de los Sindicatos Interempresa de Capitanes, Motoristas y Tripulantes de la Flota de Pesca Industrial, Juan Carlos González, Eric Riffo y Hugo Roa, respectivamente, en el contexto de una visita de un día a la zona.
En la reunión también estuvieron la presidenta de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de Plantas Pesqueras, Juana Silva, Elena Fuentes, presidenta Sindicato Crustáceos Camanchaca Tomé y el diputado Leonidas Romero.
Lo señalado por el subsecretario fue en respuesta a la manifestación de los Trabajadores Embarcados, de su preocupación por que no han podido expresar sus opiniones en vista, por ejemplo, de audiencias solicitadas en el Parlamento a las que no se les ha respondido. Vemos, dijeron: “una suerte de discriminación porque la autoridad ha sostenido cientos de encuentros con actores del sector artesanal y los pescadores industriales también merecemos exponer nuestra visión, pero se nos han cerrado todas las puertas”.
“Por los pecados de algunos pagamos los trabajadores”, agregaron, recordando que según el criterio FAO dentro de la administración de los recursos pesqueros deben estar las dimensiones biológica, económica y social y esta tercera se expresa desde la perspectiva de la formalidad laboral, que es empleo con contrato de trabajo y garantías, y capaz de generar desarrollo.
En los últimos años los embarcados han perdido en la región del Biobío 12.500 puestos de trabajo y se han cerrado 12 plantas pesqueras. Es uno de los motivos de querer expresar a parlamentarios y Ejecutivo su visión de asuntos como el de la mitigación porque si quedan cesantes no tienen posibilidad de reconversión con promedio de 52 años de edad, sin relevo generacional y calificación de trabajo pesado.
Huella del arrastre
Los trabajadores también pidieron al subsecretario precisar algunas cuestiones respecto de la huella del arrastre, temática en la que la autoridad hizo ver que están en un proceso de restringir, regular y acotar el método de pesca, cuestión que se inició en el gobierno anterior con el trabajo de la autoridad, la industria y la ONG Oceana. Ahora se continúa con consultas a los Consejos Zonales de Pesca.
Ante algunas dudas de los trabajadores el subsecretario precisó que se trata del arrastre de fondo, y que se refiere al 2% de la superficie marítima, misma que han utilizado los últimos 60 a 40 años los buques, pero que es un 2% que se puede ir ajustando. Esto, ante los dichos de los trabajadores en el sentido que las variables ambientales pueden ir moviendo los recursos.
La jibia
Roa, Riffo y González señalaron al subsecretario su buena acogida a la decisión de la autoridad de solicitar al comité científico aumentar la cuota de la jibia: “porque entendemos que es necesario y estratégico para el país, no para un sector u otro de los actores de la pesca”.
El subsecretario recalcó que son precisamente intereses de política exterior los que le están moviendo a solicitar el aumento. Y que en esa línea la Subsecretaría está haciendo correr la Lista de Espera Artesanal para capturar jibia con lo que entrarían o entrarán 1.300 nuevos pescadores a fin de que efectivamente se capture el posible aumento de 25% de aumento solicitado considerando que actualmente el sector artesanal no alcanza a capturar su 80% de 200 mil toneladas.
En ese contexto y aprovechando la presencia del diputado Romero, que en la Comisión Pesca se muestra a favor del proyecto de restringir la captura de jibia a la técnica de potera o línea de mano, lo que excluiría a la flota industrial los embarcados le explicaron que al correr la Lista de Espera Artesanal se le entrega a cada nuevo inscrito un patrimonio a perpetuidad y heredable, en circunstancias que los pescadores industriales tienen como único patrimonio su trabajo.
Por eso, le indicaron: “defendemos con tanta fuerza nuestras fuentes laborales. Nosotros, con 35, con 40 años en la actividad si dejamos de trabajar no podemos pescar ni un pez. Nuestro patrimonio, del que dependen 40 mil familias en el país es el trabajo”.