Según el Global Salmon Initiative (GSI), el 68% se puede utilizar para el consumo humano, cifra muy superior a al 38% que presenta la carne de vacuno. Asimismo, para que...
Según el Global Salmon Initiative (GSI), el 68% se puede utilizar para el consumo humano, cifra muy superior a al 38% que presenta la carne de vacuno. Asimismo, para que el salmón engorde un kilo, se necesitan aproximadamente 1,2 kilos de alimento, lo que hace que sea altamente eficiente en el Índice de Conversión Alimenticia (FCR por su sigla en inglés).
Mientras la población mundial crece con una proyección de 9,7 mil millones hacia 2050, se espera que la demanda de alimentos aumente entre 59 y 98% a esa fecha. Para ayudar a visualizar esto, las Naciones Unidas estima que “se requerirá del equivalente de casi tres planetas para sustentar nuestro estilo de vida actual”. Esto en un contexto en que la pesca ya está en el límite de su explotación, lo que hace indispensable pasar de la extracción al cultivo de distintos productos del mar.
El propósito del Desarrollo Sostenible de la ONU es garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. Por lo tanto, qué y cómo comemos será tan importante como la manera en que producimos el alimento. “El objetivo del consumo y la producción sostenible es hacer más y mejores cosas con menos recursos, incrementando las ganancias netas de bienestar de las actividades económicas mediante la reducción de la utilización de los recursos, la degradación y la contaminación durante todo el ciclo de vida, logrando al mismo tiempo una mejor calidad de vida”, señala la el organismo multilateral.
En este escenario, la salmonicultura responsable se alza como parte de la solución, ya que el salmón es la proteína animal con el mejor índice de porcentaje de carne comestible. Según el Global Salmon Initiative (GSI), un 68% de su peso se destina al consumo humano, una cifra altamente superior a la de la carne de res y a la del cordero de granja, la cual solo llega al 38%.
Asimismo, el resto del producto que no es consumido se procesa en plantas especialmente diseñadas para el aprovechamiento de los subproductos, fabricando harina y aceite de salmón. Estos son muy apreciados para la alimentación de animales de crianza y mascotas. Asimismo, el aceite de salmón es alto en Omega-3, muy necesario para la salud humana.
“En la industria del salmón no hay desperdicios de alimentos, sino que se utiliza prácticamente en un 100%. Esto, gracias a la innovación que se ha venido trabajando para generar valor agregado en algo que antes era considerado como desecho”, puntualizó Esteban Ramírez, gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal).
Asimismo, el experto detalló que para que un salmón engorde un kilo, se necesitan
aproximadamente 1,2 kilos de alimento, lo que significa un alto porcentaje en el Índice de Conversión Alimentaria (FCR por su sigla en inglés), convirtiéndolo en una de las proteínas animales más eficientes.“El desafío es seguir optimizando la conversión y asegurar que los alimentos que se usan en la dieta de los salmones sigan siendo fuentes vegetales, innovando en soluciones como el uso de insectos y algas en el alimento de los peces. Esto permite lograr la eficiencia en el consumo y un salto en eficiencia ambiental para las fuentes del alimento”.