En este documento es posible observar el actual estado de conservación (estatus) de los recursos, según lo determinado por los correspondientes Comités Científicos Técnicos.
En general, el estatus de las pesquerías se ha mantenido respecto de lo informado el 2020. Los cambios experimentados se reflejan en el tránsito de plena explotación a subexplotado registrado en las pesquerías de camarón nailon y langostino amarillo (Valparaíso-Biobío) y el paso desde plena explotación a sobreexplotación de la sardina común (Valparaíso-Los Lagos).
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) publicó el informe anual de pesquerías 2021. Una de las constataciones del estudio se vincula con el hecho de que las pesquerías sanas, aumentaron a tres, en relación con el año pasado donde solo había una. A su vez, las pesquerías sobreexplotadas pasaron de 11 a 10. No obstante, hay algunas que mantienen esa condición, como la merluza común, muy relevante para el sector artesanal.
El informe destaca la inclusión de estatus de jibia, que hasta el año 2020 se definía como indeterminado y en 2021 se determinó como de sobreexplotación.
Especial atención requieren las pesquerías que están status de colapsada o agotada. En cuatro de ellas (sardina española (AyP-Antof), sardina española (Atcma-Coq), alfonsino y besugo) no hay operación dirigida a ellas como especie objetivo. En los dos primeros casos sus capturas corresponden a especies secundarias de la pesquería de anchoveta y, en el caso de besugo y alfonsino, se encuentran en veda extractiva por más de diez años.
El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, destacó que «este informe es crucial y es una foto anual que nos permite conocer los avances o retrocesos sobre la condición de las pesquerías. Permanentemente, desde Subpesca, vamos a promover la salud de nuestro océano y sus recursos a través de sólidas y justificadas medidas de administración pesquera y una transparente y oportuna información. Nos preocuparemos especialmente de que los actores sigan cumpliendo con la regulación y pondremos los mayores énfasis en desarrollar, en conjunto con Sernapesca, políticas de control para la pesca ilegal».
«La conservación de los recursos y la sustentabilidad de las pesquerías -agregó- depende de la gestión de una institucionalidad pesquera fuerte y del compromiso de los pescadores y pescadores, teniendo siempre en consideración la información científica. Nuestro norte será velar por disponer de la mejor información y la transparencia en proceso de toma de decisiones».
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