Simposio Marea roja en un océano cambiante, se efectuó en la UdeC por el Centro Copas Sur Austral, en el marco del programa del XIX Instituto Austral de Verano (ASI)...
Simposio Marea roja en un océano cambiante, se efectuó en la UdeC por el Centro Copas Sur Austral, en el marco del programa del XIX Instituto Austral de Verano (ASI) junto con el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), con el propósito de transferir conocimiento actualizado a la comunidad (Mundo Acuícola).
Si bien en los últimos años se han producido importantes avances en el conocimiento sobre floraciones algales nocivas (FANs), los expertos coinciden en la necesidad de acompañar estos logros con la ampliación de las capacidades de observación para detectar la ocurrencia de estos eventos que, comúnmente, se conocen como marea roja.
Esta es una de las principales conclusiones del simposio Marea roja en un océano cambiante, realizado en la UdeC por el Centro Copas Sur Austral en el marco del programa del XIX Instituto Austral de Verano (ASI) junto con el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), con el propósito de transferir conocimiento actualizado a la comunidad.
El Director de Copas Sur Austral y de ASI, Dr. Silvio Pantoja, comentó que como las FANs son un problema complejo, “con aristas físicas, biológicas, químicas, de interacción atmósfera-océano, movimiento de corrientes y entrada de nutrientes, entre otros, la única manera de evaluarlas para establecer alertas y hacer análisis de riesgo en ciertas zonas es observando el océano. Y la mejor forma de hacerlo es a través de boyas (costeras)”.
El académico adelantó que está en marcha una iniciativa para coordinar las cinco boyas existentes –que pertenecen a distintas instituciones, entre ellas el Copas Sur Austral-, de manera de establecer un piloto de lo que podría ser un sistema nacional de alerta temprana. De acuerdo a las estimaciones del Centro, un sistema acorde a los requerimientos del país debiera contar por lo menos con un centenar de estos instrumentos a lo largo de la costa.
“La comunidad científica nacional ha aprendido mucho sobre marea roja a partir de los últimos eventos, “pero en la medida que vamos descubriendo nuevas cosas surgen otras preguntas, otras hipótesis. Lo más relevante es que se ha generado una masa crítica de investigadores y profesionales con un conocimiento que no teníamos hace 20 años”, señaló Leonardo Guzmán, de la División de Investigación en Acuicultura de IFOP.
El profesional formado en la UdeC agregó que esto es importante para comprender mejor las FANs, “porque como hemos visto los eventos no ocurren por episodios de menos viento, más o menos nutrientes, sino que hay otros factores que todavía estamos investigando y que pueden ser relevantes si pretendemos proyectar un sistema de alerta temprana”.
Para Guzmán lo que se necesita es un sistema de monitoreo en línea que sea espacialmente representativo a lo largo de la costa, “para que no sigamos haciendo autopsias, decir lo que pasó, y seamos capaces de decir lo que puede venir”.
En la oportunidad, Jorge Mardones, de la misma división de IFOP, entregó antecedentes sobre la génesis de las floraciones algales nocivas, explicando que en estos eventos no tiene un origen claro, “sino que existe un paso a paso de factores que se consideran como promotores, aunque ninguno por sí solo es necesariamente su causante”.
Entre ellos están los factores antropogénicos (las actividades humanas que provocan la eutrofización de los sistemas por aumento de nutrientes que pueden potencialmente generar floraciones), procesos de escala global (cambio climático, eventos de El Niño, grandes giros oceánicos) y de escala microscópica (de interacción biológica).
Aquí mencionó la alelopatía un fenómeno en que –explicó- las microalgas pueden generar sustancias tóxicas que evitan el crecimiento de otras, evitando la competencia; “es un proceso natural que tiene una influencia muy importante, casi igual que la eutrofización”, dijo.
Buscando formas de enfrentar los eventos de marea roja, en el Centro de Investigación Interdisciplinario para la Acuicultura (INCAR) han desarrollado indicadores de alerta temprana de FANs. Rodrigo Montes expuso sobre un modelo estadístico de predicción para la salmonicultura sobre la base de una serie de tiempo histórica con datos recolectados desde 1989 hasta ahora, con más de 250 mil observaciones.
“El modelo que calcula umbrales nocivos, un valor de abundancia de células (de algas nocivas) por sobre el cual los peces se ven afectados en su comportamiento. Si los peces ven afectado su comportamiento lo más probable es que estén más cerca de un alto nivel de mortalidad. Es una alerta temprana que al indicar un aumento de células de ese umbral permite hacer un manejo de los cultivos; por ejemplo, hacer movimientos en la jaula, poner sistemas protectores u otras medidas que ayuden a reducir la mortalidad”, explicó.