Representantes de CORFO, EY y Salmofood (Vitapro Chile) debatieron sobre esta normativa, que en el caso del sector acuícola alcanza el 60% del total, siendo la industria líder en su uso.
Rodrigo Sánchez, jefe de I+D de Salmofood (Vitapro Chile), aseveró que “el área I+D es parte fundamental del trabajo que realizamos en pro del mejoramiento y creación de productos nutritivos, buscando siempre generar un futuro sustentable para la acuicultura. Esperamos que nuestra experiencia pueda ser un aliciente para quienes están comenzando a generar innovación”.
La investigación y desarrollo (I+D) es parte de un camino exitoso de crecimiento de cualquier país y de cualquier empresa. En Chile existe la Ley 20.241, que establece incentivos tributarios para que las firmas lleven a cabo este tipo de iniciativas en sus estrategias. Con el objetivo de discutir sobre esta legislación y los desafíos de su implementación para el sector acuícola, EY y CORFO efectuaron el evento “Incentivo tributario para I+D: motor de competitividad en la industria salmonicultora”.
“Hemos analizado más de 500 empresas atendidas por EY de distintos segmentos y categorías, observando que sólo el 1% utiliza el beneficio tributario de I+D en sus declaraciones de impuesto a la renta, destacando el desconocimiento del uso de este instrumento, razón por la cual creemos que es indispensable seguir promoviendo su utilización. Pese a lo anterior, el sector acuícola es el que más partido le ha sacado a este beneficio (60% del total)”, afirmó Matías Moroso, gerente de Impuestos de EY.
El ejecutivo añadió que el beneficio tributario total si una empresa invierte $200 millones en innovación y desarrollo alcanza un 52,55% y podrá descontar de sus impuestos $105,1 millones en su declaración de renta en abril considerando el crédito tributario y el gasto por los desembolsos. “La invitación es a familiarizarse con la norma y promover el trabajo colaborativo con Corfo y los actores del sector. La clave está en incentivar la colaboración entre los stakeholders”, expresó.
Por su parte, Isabel Salinas, directora de promoción y desarrollo I+D+i en InnovaChile, destacó que “el beneficio no sólo es para investigación, sino para el desarrollo. Muchas empresas no saben que lo que hacen es desarrollo experimental, y que puedan recibir beneficios por ello. Puede ayudarles a crecer y desarrollarse en los competitivos mercados internacionales. En Chile, lo que se invierte en I+D es un poco más del 0,3% del PIB y si lo comparamos con el 2,4% en los países OCDE, la brecha y desafíos son enormes. El principal esfuerzo proviene de universidades, Estado y centros de investigación. En países desarrollados, son mucho más los privados los que desarrollan I+D”.
En tanto, Rodrigo Sánchez, jefe de I+D de Salmofood (Vitapro Chile), aseveró que “el área I+D es parte fundamental del trabajo que realizamos en pro del mejoramiento y creación de productos nutritivos, buscando siempre generar un futuro sustentable para la acuicultura. Esperamos que nuestra experiencia pueda ser un aliciente para quienes están comenzando a generar innovación”.
Por último, Sánchez añadió que “hace 10 años gran parte de la investigación se realizaba fuera de nuestro país (Noruega), y hoy el mayor porcentaje de este trabajo se efectúa en Chile. En los últimos cinco años, duplicamos presupuesto para I+D, parte del incentivo es también por la Ley I+D”.
Existió consenso entre los expertos con respecto a que siempre se pueden mejorar las vías de comunicación para que más empresas pueden usar este beneficio y que para eso se deben ir potenciado y generando más instancias como talleres y capacitaciones y que, además, la zona austral de nuestro país tiene características e industrias