
Sernapesca presentó los avances de la Ley Bentónica con énfasis en nuevas reglas, protección de derechos y equidad para la pesca artesanal.
Durante la jornada inaugural del Congreso Internacional “Pesca Artesanal, hacia una Integración Oceánica”, organizado por la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales (CONAPACH) con apoyo de Indespa y el Ministerio de Relaciones Exteriores, la profesional del Departamento de Pesca Artesanal de Sernapesca, Gisela Irribarra Riquelme, presentó el estado actual de implementación de la Ley Bentónica, normativa promulgada en enero de 2024 que busca fortalecer y reconocer la pesca artesanal de recursos bentónicos.
En su ponencia, Irribarra expuso una batería de medidas ya adoptadas por el servicio para materializar los mandatos de la ley, que abarca desde nuevas formas de acreditar habitualidad hasta la adecuación de registros y la aplicación de excepciones para evitar caducidades injustificadas de permisos.
La funcionaria enfatizó que una de las nuevas obligaciones impuestas por la normativa es la actualización anual de las nóminas de socios y directivas de las organizaciones artesanales, cuyo plazo vence el 30 de junio de cada año. “Es fundamental que todas las organizaciones en las regiones realicen este proceso dentro del plazo establecido”, subrayó.
Avances
Uno de los hitos ya concretados es la creación de un registro artesanal independiente para Juan Fernández, desvinculándolo de la Región de Valparaíso. Este avance se enmarca dentro de la nueva nómina de pesquerías bentónicas, que será oficializada mediante resolución de la Subsecretaría de Pesca.
Además, Sernapesca ha puesto en marcha formularios tipo para facilitar los procesos de reemplazo de buzos y recolectores de orilla, dando visibilidad normativa a esta práctica habitual en el sector, y avanzó en la digitalización y adecuación tecnológica para el registro de esos cambios.
Otro cambio significativo es la ampliación de criterios para acreditar habitualidad, permitiendo hacerlo mediante declaraciones de desembarque emitidas por las organizaciones titulares de Áreas de Manejo de Recursos Bentónicos (AMERB). También se incorpora una perspectiva de género y equidad: mujeres embarazadas pueden mantener su estatus de habitualidad durante dos años con certificado médico, y no se exigirá habitualidad al cónyuge o conviviente civil.
La ley establece nuevas causales de excepción frente a caducidades. Por ejemplo, se exceptúa a quienes tengan más de tres años como socios de organizaciones titulares de AMERB con plan de manejo vigente, aunque no hayan declarado actividad reciente. También se contemplan excepciones por enfermedad o incapacidad temporal, siempre acreditadas con certificado médico, y para mujeres embarazadas, que quedan protegidas de forma explícita.
En el caso de embarcaciones que operan exclusivamente con recursos bentónicos, bastará una declaración de desembarque para evitar la caducidad. Asimismo, los buzos sin matrícula vigente tendrán un plazo de 12 meses para renovarla o transferir el permiso, por ejemplo a un familiar directo.
Desafíos pendientes
Pese a estos avances, Irribarra reconoció que no todas las medidas han sido aún oficializadas por resolución, aunque algunas ya se han implementado operativamente. A modo de ejemplo, mencionó que las causales de caducidad comenzarán a aplicarse en julio, por lo que llamó a las organizaciones a estar atentas a los plazos.
“Va a haber una cierta cantidad de caducidades este año. Aquellos buzos o buzas —más buzos, diría yo— que no tienen su matrícula vigente, estarán en riesgo si no regularizan su situación”, advirtió.
La ponencia se dio en el marco de un evento internacional que reunió a representantes de diversas organizaciones de América Latina, y que abordó temas clave para el sector de la pesca artesanal como biodiversidad marina, género, administración de caletas y sostenibilidad de las pesquerías.