Ley Bentónica -que modifica aspectos de la Ley General de Pesca y Acuicultura- se hace cargo de una demanda histórica de quienes se desempeñan en el sector: contar con una...
Ley Bentónica -que modifica aspectos de la Ley General de Pesca y Acuicultura- se hace cargo de una demanda histórica de quienes se desempeñan en el sector: contar con una norma que reconozca las peculiaridades de su actividad, la regule y favorezca su desarrollo sustentable (Mundo Acuícola).
El Senado aprobó por unanimidad un proyecto de ley que reconoce e impulsa la actividad pesquera bentónica, es decir, aquella que desarrollan buzos, algueros y recolectores en distintas regiones del país.
La propuesta -enviada por el Presidente Sebastián Piñera en abril pasado al Congreso- fue ratificada, en general, durante una sesión de sala de la Cámara Alta. Ahora la iniciativa continúa su tramitación en esa rama del Legislativo.
La Ley Bentónica -que modifica aspectos de la Ley General de Pesca y Acuicultura- se hace cargo de una demanda histórica de quienes se desempeñan en el sector: contar con una norma que reconozca las peculiaridades de su actividad, la regule y favorezca su desarrollo sustentable.
En el país, alrededor de 80 mil personas se desempeñan en actividades pesqueras bentónicas, entre buzos, recolectores de orilla, algueros y buzos apnea.
“La aprobación unánime de este proyecto constituye una muy buena noticia para el sector artesanal. La iniciativa reconoce las particularidades del trabajo de buzos, algueros y recolectores, cuyo sector es un proveedor clave de productos pesqueros para consumo fresco, así como un abastecedor relevante de la industria de conservas y congelados”, destacó el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya.
La autoridad subrayó que la extracción de recursos bentónicos es una actividad ejercida desde tiempos remotos en nuestras costas. También hizo hincapié en que este proyecto de ley atiende un antiguo anhelo de la pesca bentónica y propicia su desarrollo sustentable.
El procesamiento de recursos bentónicos genera en torno a cinco mil puestos de trabajo en Chile. De ellos, cerca de tres mil se vinculan con la producción de derivados de algas, mientras que unos dos mil conciernen a las labores ligadas a moluscos.
La actividad bentónica gira en torno a los recursos hidrobiológicos (moluscos, crustáceos y algas) asociados al sustrato marino. En el país se extraen cerca de 60 de estas especies: erizo, loco, macha, lapa, navajuela, almeja, huepo, juliana, taquilla, pulpo, distintos tipos de huiro, cochayuyo, pelillo y luga, entre ellas.
Una de las particularidades que reconoce el proyecto de ley se relaciona, por ejemplo, con el hecho de que los buzos requieren de la colaboración de un asistente para desarrollar su quehacer, en el que, además, emplean particulares implementos, entre ellos ganchos para sacar o manipular los recursos.
En la iniciativa también se adecuan ciertas definiciones ya contenidas en la ley –como la de actividad pesquera extractiva y veda- y se agregan otros conceptos, como el de recurso bentónico, embarcación bentónica, utensilios específicos de extracción y acción de manejo, entre otros.
La propuesta apunta igualmente a promover la asociación de los pescadores bentónicos en el acceso a las áreas de manejo (AMERBS) para la extracción de los recursos bentónicos.