Ayer lunes 10 de enero se confirmó la muerte de José Eladio Ruiz Oyarzo, buzo de 52 años, en un CES ubicado en Fiordo Aysén.
Durante la tarde de ayer lunes 10 de enero se confirmó la muerte del buzo José Eladio Ruiz Oyarzo, mientras se desempeñaba en un centro de cultivo de salmones ubicado en el Fiordo de Aysén.
Cuando aún no se realizan los funerales de Edgar Mansilla -buzo aysenino que falleció el pasado domingo 09 de enero en un centro de cultivo en Hualiahué- un nueva muerte enluta a esta actividad ligada a la industria salmonera.
«Ayer lunes 10 de enero, cerca de las 17.00 Hrs, se confirmó la muerte de José Eladio Ruiz Oyarzo, buzo de 52 años perteneciente a la empresa de servicios acuícolas Yankamar, la que se encontraba operando en el CES Petiso de Salmones Antártica, ubicado en el Fiordo de Aysén», relató a Mundo Acuícola Marcelo Álvarez, encargado de prensa de Radio Milenaria de Aysén.
En tanto, Claudio Faundez, presidente del Sindicato Nacional Buzos de Chile, señaló:
«Todavía no se secan las lagrimas producto de las muerte de todos los buzos fallecidos el 2021; peor aún, todavía no se termina de velar al colega Edgar Mansilla, y ya tenemos que lamentar una nueva muerte. Lo que más me duele, es que a punta de muertes tendrá que cambiar esta situación de abandono en la que nos encontramos».
Asimismo, el dirigente reprochó a los representantes políticos de la zona y autoridades en general , la «incapacidad» para regular el buceo en Chile, catalogándolos como los principales responsables de esta situación.
Deuda con el buceo en Chile
A mediados del año pasado, y en conversación con Mundo Acuícola, Faundez ya remarcaba las necesidades del sector y las principales dificultades que, hasta la fecha, sigue teniendo la actividad.
“Un buzo puede estar más de 20 días fuera de casa, muchas veces en condiciones de hacinamiento. Y es que no se trata de una actividad cualquiera, pues entre otros aspectos, supone exponerse a bajas temperaturas y riesgos especialmente en el área salmonera dada las profundidades de los centros. Por ello, el buzo debe ser tratado de manera especial en todo aspecto, para así tener sus capacidades físicas y psicológicas en un 100% durante su trabajo, además de permitirle extender sus años de actividad”, comentó Faúndez.
Sobre los protocolos de buceo emanados desde la industria salmonera, el presidente del Sindicato Nacional Buzos de Chile siente que, al ser iniciativas voluntarias, no se asegura la efectividad en la práctica, por lo que los considera insuficientes.
“La verdadera muestra de preocupación por parte de la industria del salmón llegará el día en que no pongan trabas a las demandas efectuadas por los buzos accidentados o las familias de quienes han fallecido. Esa sería una verdadera voluntad de querer reparar el daño”, manifestó Faúndez.
Asimismo, el dirigente recalcó que el único articulado que norma la actividad es el Reglamento de Buceo de la Armada, pero que dicha institución “no realiza la fiscalización como se debe”. Además, cuestionó que ésta tenga injerencia en materias de buceo, así como en la formación y las certificaciones.
“Como sindicato, nuestro propósito es que se genere una regulación desde el Estado y que el buceo se profesionalice; que se considerado por el Ministerio de Educación en la malla curricular de los institutos profesionales. Así, los estudiantes no solo aprenderán la práctica, sino también de matemática, de física, de psicología y de las enfermedades que puede generar el buceo”.
Movilización
Por lo pronto, el dirigente hizo un llamado a los buzos de Chile para organizarse y visitar en Santiago, después del 15 de febrero, la Moneda y la «Moneda Chica», con el objetivo de hacer ver tanto al gobierno saliente de Sebastián Piñera como al electo Presidente Gabriel Boric, las muertes de buzos ocurridas en el último tiempo y el impacto que ello ha significado para decenas de familias.