Un total de 58 interesados, más del doble de lo previsto, presentaron ofertas para esta subasta que se realiza por primera vez desde que rige la actual Ley de Pesca....
Un total de 58 interesados, más del doble de lo previsto, presentaron ofertas para esta subasta que se realiza por primera vez desde que rige la actual Ley de Pesca. Un «botín» de 50 mil toneladas se adjudicará entre martes y jueves (El Mercurio).
Más del doble de interesados, respecto de los que pronosticaba el gobierno, se presentó a competir en la inédita licitación de un importante volumen de jurel, una de las tres principales pesquerías del país, y que el año pasado exportó cerca de US$ 96 millones.
Un total de 58 actores del sector, entre industriales, empresas pequeñas y pescadores artesanales entregaron sus propuestas para esta subasta que se realiza por primera vez desde que rige la actual Ley de Pesca (2013).
El «botín» en disputa son licencias transferibles con vigencia de 20 años para un total de 50 mil toneladas de jurel, volumen valorizado -según precio del producto en playa- en unos US$ 15 millones, cifra que podría variar al alza si las ofertas son competitivas. Las adjudicaciones se realizarán entre este martes y jueves.
«Hemos visto gran interés de distintos actores en poder ingresar a la pesquería de jurel a lo largo de todo Chile. Hemos recibido más ofertas de las que teníamos pensado, por lo tanto, consideramos que esta subasta ha sido satisfactoria», señala Pablo Berazaluce, subsecretario de Pesca y Acuicultura (Subpesca).
Berazaluce añade que «nos interesa que ingresen nuevos actores para que la comunidad chilena pueda tener acceso a jurel, y ojalá fresco».
Esta licitación se activó porque la pesquería del jurel alcanzó el rendimiento máximo sostenible (RMS), es decir, se trata de un recurso que está sano y se explota de manera sustentable. Un ejemplo de esto es que Chile retuvo el 64,6% de participación en las capturas de este recurso en la reunión de enero pasado de la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (ORP), realizada en Australia. Ese porcentaje equivale a unas 317 mil toneladas para este año, mientras que en 2018 subirá a unas 360 mil toneladas.
La subasta en marcha corresponde al 15% de la fracción de las empresas pesqueras industriales, por esto, una parte de los interesados son compañías de ese sector, señala el jefe de la división de Desarrollo Pesquero de la Subpesca, Alejandro Gertosio. Los otros son pescadores artesanales y firmas pequeñas, añade. Hasta el viernes pasado, la Subsecretaría estaba revisando si las ofertas presentadas por los interesados estaban en regla para seguir a la fase de apertura de propuestas económicas.
Gertosio indicó que originalmente esperaban que acudieran a la licitación entre 20 y 30 oferentes, pero finalmente fueron 58, de los cuales cerca de 50 cumplirían los requisitos para seguir en carrera esta semana. Los interesados realizan sus ofertas en UTM por cada tonelada.
La licitación contempla dos grandes lotes. Uno considera el 40% del volumen y pueden participar empresas de menor tamaño y los industriales. El otro 60% está reservado exclusivamente para compañías más pequeñas, lo cual preocupó a los industriales tradicionales, que pidieron que se subastara solo 10% de los recursos a actores chicos.
El atractivo de este recurso
Las cuotas obtenidas vía licitación se llaman Licencias Transables de Pesca tipo B y se trata de derechos transferibles con una vigencia de 20 años. Ese plazo justamente es que fue uno de los factores que despertó el apetito de los pesqueros. «Es un derecho a largo plazo y se trata de una pesquería sana que podría registrar alzas de cuotas. Además, se abre la opción de diversificación a la pesca artesanal y las pymes, ya que las cuotas están entregadas principalmente a la industria», comenta Gertosio.
El funcionario de Subpesca explica que el jurel se utiliza para consumo humano y elaboración de harina. Uno de los destinos de exportación es África, mientras que en el mercado interno se está incorporando en la venta de congelados en el comercio.
Una empresa del sector industrial que participa en la licitación asegura que si se queda con una de las cuotas que le interesa, podría hasta duplicar su actividad, por lo que ya está estudiando opciones para financiar ese potencial crecimiento.
En la Región del Biobío se licitarán 35 mil toneladas de jurel; en la zona norte, unas 7.800 toneladas; mientras en el sur y en el centro-norte serán 4.900 y 1.600 toneladas, respectivamente.
El cronograma de la licitación considera que el martes se adjudicarán las cuotas de jurel de las regiones III y IV. El miércoles corresponde la subasta de la zona comprendida entre las regiones V y IX.
El jueves, en tanto, es el turno de las regiones II y XV, finalizando el proceso ese mismo día con las zonas XIV y X.