Seafood in the U.S. Retail al Q3 profundizó en patrones de compra, comportamiento del consumidor y los retos del sector.
El 29 de octubre, la experta en retail y CEO de 210 Analytics, Anne-Marie Roerink, presentó una nueva edición del webinar «Seafood in the U.S. Retail», donde analizó las tendencias del tercer trimestre en el mercado de productos del mar en Estados Unidos. Este análisis profundizó en patrones de compra, comportamiento del consumidor y los retos del sector en un contexto donde la asequibilidad y la conveniencia son clave para los hogares.
Uno de los puntos clave expuestos fue el cambio en las preferencias de los consumidores hacia alimentos preparados y de fácil cocción, una tendencia impulsada por el deseo de replicar experiencias de restaurante a menor costo. Esto se refleja en el aumento de las ventas de productos como sushi y alimentos listos para el consumo. «Estamos viendo que los consumidores buscan alternativas que les permitan ahorrar tiempo en la cocina sin renunciar a la calidad y la experiencia gastronómica», afirmó Roerink, subrayando la importancia de la conveniencia en las decisiones de compra actuales.
En cuanto a los precios, Roerink explicó que la inflación en el sector retail ha sido históricamente superior a la de los restaurantes, pero en 2023 esta tendencia se revirtió. Actualmente, los precios de los restaurantes siguen aumentando a un ritmo de 4 %, mientras que la inflación en los supermercados ha sido moderada, situándose alrededor del 1 % en diversas áreas. No obstante, en comparación con 2019, los alimentos y bebidas aún tienen un costo promedio 36 % superior, lo que pone presión sobre los presupuestos familiares. «Esto significa que muchas personas están teniendo dificultades y equilibrando constantemente su presupuesto y su capacidad para comprar alimentos, lo que preocupa a los consumidores», añadió Roerink.
La percepción económica entre los estadounidenses se mantiene cautelosa. Según el estudio de 210 Analytics, solo el 27 % de los consumidores afirma estar en una mejor situación financiera que el año pasado, aunque el 43 % es optimista respecto al futuro. Esta dualidad ha impulsado un ajuste en los hábitos de compra, como la elección de productos en canales de bajo costo y la búsqueda de alimentos que se ajusten a un presupuesto más limitado. «Aunque se sienten algo negativos sobre su situación financiera actual, una mayor proporción es optimista respecto a la mejora, y eso significa que estamos empezando a ver que el sentimiento del consumidor se estabiliza», expresó Roerink.
En términos de desempeño, los productos del mar enlatados y congelados han tenido un buen desempeño en el tercer trimestre. El atún lideró las ventas en el segmento de enlatados, mientras que los consumidores comenzaron a incorporar sardinas en sus recetas caseras, como en pizzas. En cuanto a los productos congelados, el camarón fue el líder en ventas, con un ingreso de $921 millones, y se registró un leve aumento en las libras vendidas, a pesar de una baja en el precio promedio.
Por otro lado, el mercado de productos del mar frescos experimentó una ligera disminución en valor debido a la deflación en los mariscos, aunque el volumen se mantuvo estable. El salmón y el camarón se destacaron en esta categoría, con un aumento en las libras vendidas, mientras que el bacalao tuvo un crecimiento destacado de 14 %. Estas cifras reflejan una adaptación en el consumo, donde el precio juega un rol determinante. «En general, los grandes vendedores están teniendo buenos resultados para el departamento de congelados», precisó Roerink, al detallar la evolución positiva en este segmento.
La sostenibilidad también fue un tema importante en la exposición de Roerink. Los consumidores estadounidenses están cada vez más atentos a la sostenibilidad de los productos del mar, incluyendo prácticas de bienestar animal, pagos justos en la cadena de suministro y el uso de empaques amigables con el medio ambiente. Estos factores no solo fortalecen la lealtad del cliente sino que influyen significativamente en sus decisiones de compra. «Es muy importante para los consumidores que tanto los minoristas como los productores de productos del mar retribuyan a la comunidad, cuiden a las personas en la cadena de suministro con un pago justo y utilicen empaques sostenibles», recalcó Roerink.
Roerink destacó además que el interés por la salud y el bienestar continúa en aumento, especialmente para el consumo de proteínas saludables como los productos del mar. A medida que la economía mejore, se espera que los consumidores incrementen su enfoque en opciones saludables, lo cual plantea una oportunidad para que el sector de productos del mar consolide su lugar en el mercado.
Para el cuarto trimestre y el inicio de 2025, se anticipa que la asequibilidad seguirá siendo un factor crucial, con promociones destacadas en los supermercados. En este periodo de celebraciones, la expectativa es que los consumidores estén más dispuestos a gastar en alimentos de calidad, una tendencia que podría beneficiar a los productos del mar en sus distintas presentaciones.
Finalmente, el análisis de Roerink concluye que, aunque los consumidores aún prefieren cocinar en casa, la demanda de conveniencia está creciendo. Esto favorece a los productos del mar, particularmente los de valor agregado y los preparados, que están en una posición favorable para atender las necesidades de un consumidor que busca equilibrar conveniencia, precio y calidad.