Mundo Acuícola conversó con el Dr. Daniel Gómez Uchida, director del Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores Australes (INVASAL).
En junio de este año, después de 13 años de tramitación, el Congreso Nacional de Chile aprobó la Ley de la Naturaleza que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), un objetivo ampliamente esperado por organizaciones ambientales, científicos y ciudadanos.
La Ley SBAP significa contar con una de las herramientas más fuertes para gestionar y continuar reuniendo la mayoría de estas áreas de conservación, protección y restauración: un organismo con dedicación exclusiva al cuidado de las áreas protegidas del país y de la biodiversidad terrestre y marina que se encuentra tanto al interior como al exterior de ellas.
Uno de los puntos más debatidos durante la discusión de la ley fue una propuesta levantada desde el Gobierno que modificaba la Ley General de Pesca y Acuicultura, impidiendo la renovación y otorgamiento de nuevas concesiones para la salmonicultura en áreas marinas protegidas. Ello generó cuestionamientos de parte de la industria, quienes auguraron una afectación al sector (pérdida de empleo) de aprobarse dicha indicación. Si bien finalmente el artículo fue rechazado y no formó parte de la Ley SBAP, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, afirmó que el debate sobre la salmonicultura en áreas protegidas se retomará en la discusión de la ley de acuicultura.
“Los salmones son una especie exótica en Chile. Las especies exóticas invasoras son una amenaza para la biodiversidad. Por lo cual, me parece de toda lógica, razonable, de sentido común, que en las áreas protegidas no exista esta amenaza”, indicó en la prensa.
Así, la interpretación parcial o negativa de estas últimas declaraciones ha abierto recientemente un nuevo espacio a la discusión, lo que hace necesario clarificar la relación entre los salmónidos de cultivo y la salmonicultura en general con los términos especie exótica o introducida, especie naturalizada o asilvestrada y especie exótica invasora (EEI).
Por ello, Mundo Acuícola conversó con el Dr. Daniel Gómez Uchida, director del Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores Australes (INVASAL). El Núcleo Milenio INVASAL es un consorcio que agrupa a más de 10 instituciones chilenas y extranjeras (entre universidades, centros de investigación y ONGs), y más de 60 profesionales e investigadores que se dedican a generar conocimiento que permita una gobernanza basada en evidencia científica en torno a los salmones y truchas de vida libre presentes en el territorio chileno.
Así, se aborda la problemática de las especies invasoras y sus impactos sobre las especies nativas, ecosistemas y las redes socioecológicas asociadas, con el fin de contribuir al desarrollo de políticas y propuestas de manejo basadas en datos, que reflejen las realidades regionales y locales, considerando los cambios críticos bajo el nuevo panorama social y político de Chile.
Las líneas de investigación de INVASAL se vinculan con el desarrollo de modelos cualitativos y cuantitativos para caracterizar y predecir la respuesta de salmónidos y peces nativos al cambio ambiental, proponiendo actividades de manejo y control, incluyendo el uso de hábitats marinos por salmónidos invasores en Chile. Por otra parte, se examinan los impactos no reconocidos de los salmónidos en Chile y su potencial para modificar sistemas socioecológicos. Asimismo, mediante el estudio de su fisiología y genómica, se estudia por qué algunas especies salmónidas son tan eficientes en su capacidad de invasión. Además, INVASAL explora a los salmónidos invasores desde la socioecología, con el objetivo de aportar a políticas y enfoques de gestión robustas y adaptables, que sean sensibles a la complejidad de las necesidades de actores relevantes y de la diversidad de usuarios afectados por los salmónidos.
-¿Cuál es la diferencia entre especie exótica o introducida y especie exótica invasora?
Todas las especies que no son de un determinado lugar, o que son introducidas por el hombre se consideran especies exóticas. Ahora bien, dentro del conjunto de la categoría de especies exóticas, hay un subconjunto que se les denomina especies exóticas invasoras. El término invasor fue acuñado hace cerca de 70 años atrás, por una rama de la biología que estudia los procesos de invasión. Así, cuando los seres humanos mueven especies de un lugar a otro, y dichas especies logran establecerse en un lugar, reproducirse sin la intervención del hombre, aumentar en abundancia y distribución geográfica (naturalización) hasta volverse perjudicial para los ecosistemas, comenzamos a hablar de una especie exótica invasora.
-Se entiende entonces que no todas las especies exóticas son invasoras, pues hay criterios bien específicos. ¿Qué ocurre con los salmónidos en estado libre y la acuicultura en Chile?
En primer lugar, es importante recordar que la acuicultura de salmónidos en nuestro país está basada en especies introducidas de manera deliberada desde el hemisferio norte. Por lo tanto, son 100% exóticas.
Por otra parte, hay que consignar que, en todos los continentes en que han sido introducidos, los salmónidos se han convertido en especies exóticas invasoras. Y, el argumento es simple: los salmónidos son depredadores de alto nivel trófico, que a medida que van aumentando en tamaño necesitan presas más grandes, incluyendo peces nativos, los que son muy vulnerables. En Chile, siguiendo los criterios antes mencionados, la Trucha Arcoíris se considera una especie exótica invasora, pues genera poblaciones libres y autosustentables que se encuentran presentes desde el norte al sur del territorio. Lo mismo aplica para el Salmón coho, cuya distribución abarca dos regiones del país. El Salmón Atlántico en tanto, si bien es una especie exótica, no existe evidencia a la fecha que indique que desarrolla poblaciones estables en Chile de forma libre, por lo que no se considera una EEI.
Dicho lo anterior, queda claro que las especies cultivadas por la industria salmonera chilena, o son exóticas, o son exóticas invasoras.
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