Agricultura y salmonicultura fortalecen alianza estratégica en Osorno con nueva Mesa Agro-Salmón y agenda colaborativa.

Con el objetivo de reafirmar el vínculo entre el sector agrícola y la industria del salmón, el Consejo del Salmón participó en el 2°seminario “Integración agro-salmón: una cadena con futuro”, realizado el martes 17 de junio en el Casino Club de Rodeo Recinto SAGO, en Osorno.

La iniciativa se enmarca en el convenio de colaboración firmado en 2024 entre el Consejo del Salmón, la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco (SOFO), la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y el Consorcio Agrícola del Sur (CAS), el cual sumó un nuevo miembro: la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (SAGO), quien se une a la alianza estratégica entre salmonicultura y agricultura, abriendo un camino concreto hacia un encadenamiento productivo virtuoso.

En el encuentro -donde participaron distintas autoridades encabezadas por Loreto Seguel, presidenta ejecutiva del Consejo del Salmón , Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura , Gastón Caminondo, presidente del Consorcio Agrícola del Sur  y Eduardo Renner,  presidente de la Sociedad de Fomento Agrícola de Temuco,  se presentaron casos de integración exitosos entre ambos sectores y se desarrolló un conversatorio con empresas de alimentos, donde se compartió la mirada de la industria salmonicultora y se abordaron temáticas como tendencias de mercado, marco regulatorio, e innovación y biotecnología relevantes para la competitividad.

Además, en la oportunidad se concretó el lanzamiento de la Mesa Agro-Salmón, la cual se enfocará en establecer un canal de coordinación público-privado para planificar acciones conjuntas, identificar oportunidades productivas y potenciar distintas actividades durante los meses siguientes, entre ellas, reuniones, trabajo en terreno, visitas técnicas, etc.

“Creemos que la unión entre salmonicultura y agricultura es fundamental para construir no sólo un mejor país, sino un mejor sur de Chile. Estamos muy contentos de participar y trabajar junto a distintos gremios, integrando nuestros distintos sectores productivos. Estamos seguros de que así se construye Chile y por sobre todo, así podemos proyectar una salmonicultura sostenible que no sólo es el segundo producto más exportado del país, sino que es orgullo nacional”, comentó Loreto Seguel, presidenta ejecutiva del Consejo del Salmón, gremio que reúne a cinco importantes empresas productoras que operan en el mar austral, AquaChile, Australis, Cermaq, Mowi y Salmones Aysén.

La ejecutiva recalcó que hoy, la salmonicultura chilena es una industria que genera más de 70 mil empleos y representa el 17,6% del PIB de las tres regiones del sur austral, pero además  está fuertemente conectada con la agricultura. “El 60% del alimento que nutre a nuestros salmones proviene de granos como trigo, soya, canola o raps. Buena parte de esos granos son importados, pero estamos olvidando que también los producimos en gran volumen en nuestro propio suelo, particularmente en otras tres regiones: La Araucanía, el Maule y el Biobío. Esta alianza busca unir ambos sectores para generar empleos locales y dinamizar las economías regionales. Al activar estas sinergias que comparten la vocación productiva, la sostenibilidad y el arraigo territorial, estamos construyendo una industria nacional de gran valor y que privilegia la cooperación por sobre la competencia”, comentó.

Por su parte, Antonio Walker afirmó que “esta alianza no solo beneficia a las regiones salmonicultoras, sino que también abre nuevas oportunidades para Biobío, La Araucanía y Los Ríos, uniendo dos sectores clave para nuestra economía: la agricultura y la salmonicultura. Como el segundo productor mundial de salmón, Chile tiene un gran potencial de crecimiento, lo que tendrá un impacto transformador en el campo. Para lograrlo, es esencial el trabajo colaborativo, con la agricultura como proveedora de los granos necesarios para la industria, y el objetivo de sembrar 200 mil nuevas hectáreas en el país. Esta visión de crecimiento sólido y legítimo, que une mar y tierra, ciencia y tradición, ofrece a Chile la oportunidad de pensar en grande, fortalecer el talento local y liderar una industria sostenible”.

Igualmente, Eduardo Renner, presidente de SOFO,  manifestó que “cuando hace poco más de un año firmamos el convenio de colaboración entre nuestras organizaciones, lo hicimos con una idea muy clara: la agricultura y la salmonicultura del sur no pueden seguir avanzando por caminos separados. Nos une el campo, nos une el trabajo, y nos une también una misma necesidad de seguir creciendo con visión de futuro”.

Del mismo modo, agregó que esta alianza estableció  metas ambiciosas como generar intercambio de conocimientos, buscar nuevas oportunidades de negocio, potenciar el desarrollo tecnológico, trabajar en conjunto en investigación y mirar con una voz común los temas regulatorios.  “Hoy venimos a hablar de soluciones, de experiencias exitosas, de alianzas concretas y de cómo podemos transformar los desafíos en oportunidades compartidas”, señaló.

En tanto, Gastón Caminondo, presidente del CAS, dijo que con este convenio queda claro que este es el camino por el que deben avanzar la salmonicultura y la agricultura del sur: un camino de colaboración, diálogo y visión compartida. “Trabajar juntos, con transparencia y respeto, no solo fortalece la integración entre nuestros sectores, sino que también impulsa el desarrollo de nuestras comunidades y economías locales”, sostuvo.

 Asimismo, añadió que “el desafío que nos queda es seguir profundizando, con convicción y compromiso. Porque no tengo dudas de que esta unión no solo será un gran aporte para ambos rubros, sino también para el futuro del sur de Chile”.

Finalmente, Ricado Montesinos, presidente de SAGO, relevó que “la salmonicultura actúa como un motor de diversificación y fortalecimiento productivo. Al impulsar la demanda de cultivos como el raps para la elaboración de aceite, genera condiciones que permiten expandir otros cultivos estratégicos como el trigo. Si alcanzamos las 100 mil hectáreas de raps, eso podría traducirse en 100 mil hectáreas de trigo con altos rendimientos. Hoy solo tenemos 50 mil. Avanzar en la modernización de nuestras leyes, vamos a poder potenciar la producción de muchos otros granos y fortalecer la competitividad del sector agrícola”.