La utilidad del año llegó a US$ 44 millones, 39% mejor que en 2017. Los ingresos aumentaron 64%, en línea con la expansión de los volúmenes vendidos y el crecimiento...
La utilidad del año llegó a US$ 44 millones, 39% mejor que en 2017. Los ingresos aumentaron 64%, en línea con la expansión de los volúmenes vendidos y el crecimiento de las cosechas (+42%). La Compañía cosechó 48.500 toneladas de salmón Atlántico (WFE), en línea con lo estimado en el proceso de apertura a la bolsa hace un año atrás (Mundo Acuícola).
Salmones Camanchaca S.A. registró un EBITDA de US$ 83,4 millones en 2018, cifra récord y que superó en 59% el registro de US$ 52,5 millones de 2017. La utilidad, por su parte, fue 39% superior y alcanzó los US$ 44 millones.
Pese a que en 2018 el precio promedio del salmón Atlántico vendido bajó 2,7% con respecto al ejercicio anterior, los ingresos de la compañía en el año subieron 64% hasta los US$ 332 millones. Lo anterior se debió a un aumento de 67% de los volúmenes vendidos de salmón atlántico propio, con cosechas de 48.496 toneladas que crecieron 42%, y reducciones de inventarios. Se cumplieron así las metas estimadas por la Compañía hace un año durante su apertura.
Ricardo García Holtz, vicepresidente de Salmones Camanchaca, valoró el rendimiento exhibido por la Compañía y señaló que “este ha sido un año en el que hemos logrado exceder los objetivos fijados en el marco de la apertura a bolsa, registrando un resultado récord y mejorando nuestra posición competitiva para los próximos ejercicios. En lo principal, cumplimos con las estimaciones de cosechas para el año, mantenemos las que dimos para 2019, de 55.000 toneladas de salmón Atlántico, y nuestros costos han estado algo por debajo de lo previsto. En 2019, Salmones Camanchaca agregará a la producción una nueva línea, con un estimado de 4.000 toneladas cosechadas de salmón del Pacífico (coho), para un mejor uso de capacidades disponibles en aguas estuarinas”.
García Holtz destacó la importante baja de 13% en el costo de procesos ocurrida en el año, “ello gracias a la mayor escala de operación y a los beneficios de las inversiones hechas en 2017 y 2018 en las plantas, y que comunicáramos durante el proceso del IPO en Santiago y Oslo. En ese sentido, los planes han avanzado de acuerdo a lo previsto”. Gracias a la baja de costos, la Compañía alcanzó un EBIT por Kg WFE de US$ 1,38, lo que es 19 centavos de dólar mejor que el alcanzado en 2017, y ello a pesar de la baja de 17 centavos de dólar en el precio.