Tanto SalmonChile como el Consejo del Salmón se refirieron al último informe del Seafood Watch for Aquaculture
“Nuestro salmón supera diariamente exigentes análisis en materia de calidad e inocuidad alimentaria en los 104 exigentes mercados a lo largo del planeta donde es consumido», enfatizaron desde SalmonChile.
Tanto SalmonChile como el Consejo del Salmón se refirieron al último informe del Seafood Watch for Aquaculture y su edición especial para Chile, el CSARP (Chilean Salmon Antibiotic Reduction Program) que emitió recomendaciones de consumo para el salmón chileno. Al respecto, el Consejo del Salmón señaló que el gremio está adherido al programa desde el mes de agosto del año pasado, esto con el fin de avanzar en la reducción de antibióticos a través del acceso y análisis de datos relevantes de la industria en completa transparencia, esto en conjunto a un organismo internacional de prestigio como lo es el Monterrey Bay Aquarium.
“El salmón chileno es un producto de gran calidad, seguro y nutritivo, reconocido mundialmente por su sabor y frescura”. Así reaccionó SalmonChile, gremio salmonicultor que representa a más de 50 empresas productoras y proveedoras del país, tras conocer un ranking que cuestiona la producción de salmones en países como Noruega, Canadá, Escocia y Chile, entre otros, y que indica que 19 de las 26 categorías que analizó de productos de todo el mundo no serían recomendados para el consumo.
“Valoramos el interés de esta y otras ONG por estudiar y conocer nuestra actividad. En este caso, la información corresponde a un ranking que entrega una percepción y valoración sobre el producto, que en nuestra opinión ellas distan mucho de los esfuerzos realizados entre ambos reportes, así como del análisis que hacen diariamente los países consumidores, entre ellos Estados Unidos y Japón, que exigen una serie de estándares de sostenibilidad, seguridad y calidad, en los cuales se tiene alta valoración del salmón chileno”, indicó Esteban Ramírez, gerente general del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), de SalmonChile.
En la misma línea, Ramírez indicó que “este ranking busca dar una recomendación al consumidor, pero no indica que el producto no pueda ser consumido por las personas. Es más, nuestro salmón supera diariamente exigentes análisis en materia de calidad e inocuidad alimentaria en los 104 exigentes mercados a lo largo del planeta donde es consumido. Asimismo, en Chile somos fiscalizados por más de 25 instituciones, lo que asegura un producto de alta calidad que día a día es preferido por millones de consumidores de todo el mundo que buscan un alimento saludable”
Desde el gremio apuntan a que el ranking hace un análisis de distintos parámetros, como el uso de antibióticos y otras medicinas de uso exclusivo para la salud animal, los que son ampliamente utilizados en la producción de todo tipo de proteínas en todo el mundo. “En Chile todos los tratamientos veterinarios están regulados, son recetados y administrados por profesionales debidamente registrados y se aplican bajo la vigilancia del Sernapesca”, explicó Ramírez. Y destacó que la aplicación de estos tratamientos se hace en períodos de tiempo que garantizan que el producto final, es decir el salmón listo para ser consumido, sea absolutamente inocuo para la salud humana: “si no fuera así, no podríamos comercializarlo en ningún mercado”.
Cabe recordar que los mercados extranjeros han aumentado fuertemente sus exigencias en materia de sostenibilidad. Por lo mismo, actualmente la salmonicultura chilena tiene certificada bajo estándares internacionales el 94% de su producción, lo que asegura que la misma es desarrollada bajo estrictos parámetros ambientales y sociales. Además, el salmón, en contraste con la carne, por ejemplo, requiere 28 veces menos espacio terrestre, 11 veces menos agua y su huella de carbono es 5 veces más baja.
“Los salmoneros y quienes formamos parte de esta actividad estamos orgullosos del enorme aporte de este sector al país y particularmente a los habitantes de la zona sur austral de Chile. Somos parte de esas comunidades en las que llevamos más de 35 años produciendo un salmón de gran calidad y aprendiendo de nuestros errores para mejorar y juntos desarrollar una acuicultura sustentable”, indicó Ramírez. Asimismo, explicó que “en la última década hemos realizado grandes avances en materia social y ambiental. Sabemos que aún tenemos desafíos, pero también tenemos la convicción de que Chile ofrece un producto saludable, nutritivo y que es reconocido mundialmente”.
El Seafood Watch es un ranking elaborado por la ONG Monterey Bay Aquarium, institución que trabaja hace tres años con el sector salmonero e Intesal para reducir el uso de antibióticos en un 50% al año 2025. Solo en 2020 las empresas asociadas al gremio disminuyeron en un 15% la utilización de antibióticos respecto de 2019.
Consejo del Salmón
“A diferencia de las opiniones dadas a conocer por algunas ONGs ante los resultados del más reciente índice del Seafood Watch –conocido ya en diciembre pasado–, como gremio vemos que éste trae buenas noticias para el sector y para el país”, apunto la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Joanna Davidovich.
Así, el Consejo del Salmón destaca que el índice del Seafood Watch considera que los centros que cuentan con la certificación internacional del Aquaculture Stewardship Council (ASC) pueden considerarse bajo la clasificación amarilla (“buena alternativa”) y son recomendadas. En Chile, cerca del 55% de la producción de salmón (tanto de su especie salmón atlántico como salmón coho) está certificada bajo el estándar ASC. “Por lo tanto, sería incorrecto afirmar que el estudio del Seafood Watch no recomienda consumir salmón cultivado y producido en Chile”, sentenció Davidovich.
En segundo lugar, el ente gremial hizo hincapié en que por primera vez desde 2018, una región de Chile completa, Magallanes, está calificada como amarilla (“buena alternativa”) para el salmón del Atlántico, subiendo de calificación desde el nivel rojo, según el Seafood Watch. “Esto es una clara señal de progreso y demuestra los esfuerzos y el compromiso de las empresas salmonicultoras para avanzar en una producción más sostenible, reducir el uso de antibióticos y también con la transparencia en la entrega de información para la evaluación técnica”, puntualizó la ejecutiva del gremio que reúne a más del 50% de la producción de salmón de Chile.
Específicamente respecto del salmón atlántico, además, el informe del Seafood Watch evaluó 27 zonas geográficas en seis países donde se cultiva esta especie, calificando en rojo a 19 de ellas (70%), encontrándose así áreas en rojo también en países como Noruega o Canadá. Por ejemplo, en Noruega 10 de 13 sectores geográficos tienen calificación roja y en Canadá, 3 de 4 sectores geográficos tienen la misma calificación. Esto, según Davidovich, indica que los desafíos sostenibles en el cultivo de salmón atlántico (uso de antibióticos, uso de pesticidas para combatir el cáligus, evitar los escapes, entre otros) son transversales a los países y no son exclusivos de Chile o de las empresas chilenas productoras de salmón.
Aun así, queda camino por recorrer, ya que lamentablemente, tanto el cultivo de salmón atlántico -no certificado aún bajo ASC- en dos de las 3 regiones evaluadas (Los Lagos y Aysén) así como el cultivo de salmón coho en las tres regiones de la macrozona sur siguen calificados como rojos, pero cada una por distintas razones y, pese a aquello, cada especie muestra avances.
En esa línea, desde el Consejo destacan cómo el propio historial de reportes del Seafood Watch muestra que la industria ha reducido el uso de antibióticos en un 40% desde que se inició la colaboración en 2018. Por lo demás, respecto a la calificación en rojo del salmón coho –especie que prácticamente no utiliza antibióticos ni antiparasitarios dada su resistencia natural a bacterias y otras infecciones- ésta se debe a los escapes ligados a la especie en los últimos diez años y la falta de evidencia científica robusta sobre la inocuidad o no de estos escapes de salmón en los ecosistemas marinos. Una vez que esto se determine, el salmón coho podría avanzar desde el rojo al amarillo, o incluso al verde, acotaron desde el Consejo del Salmón.
En opinión de la Directora Ejecutiva del Consejo del Salmón, “pese a que los resultados del índice no son lo positivos que nos gustarían, sí vemos buenas señales en el reporte y que demuestran los años de esfuerzo que como industria hemos dedicado a gestionar los mares y los peces sosteniblemente. Sabemos que los cambios significativos toman tiempo, y como industria, estamos comprometidos en hacer los ajustes que sean necesarios para seguir mejorando nuestros estándares y hacer del salmón chileno un producto aún más sostenible”, cerró Davidovich.