Nova Austral confía que sus planes de expansión de producción, compras de nuevas licencias y precios más estables para el salmón impactarán positivamente los resultados, atraerán de nuevo a los...
Nova Austral confía que sus planes de expansión de producción, compras de nuevas licencias y precios más estables para el salmón impactarán positivamente los resultados, atraerán de nuevo a los inversionistas. Para el 2019, la firma estima una producción de entre 30.000 y 32.000 toneladas (Bloomberg).
La salmonera chilena Nova Austral S.A. espera poder dejar atrás un año para el olvido, en el que una mayor mortandad de peces la llevó a registrar bajas en sus ingresos e hizo que las tasas de sus bonos en dólares se elevaran a niveles típicamente de empresas en situación de estrés.
Estas tasas, de los bonos emitidos en el mercado noruego en 2017 por USD300 millones, actualmente se ubican cerca de 13,9 por ciento, con un spread de poco más de 10 puntos porcentuales sobre las letras del gobierno de Estados Unidos. Alcanzaron este nivel el mes pasado, luego de que la empresa informara una baja de 41 por ciento en sus ingresos en los estados financieros del tercer trimestre.
Pero Nova Austral confía que sus planes de expansión de producción, compras de nuevas licencias y precios más estables para el salmón impactarán positivamente los resultados, atraerán de nuevo a los inversionistas y llevarán a que las tasas se contraigan a niveles cercanos a la emisión del 8,25 por ciento.
«Parte de lo que pasó fue que el guidance que hicimos en 2018 fue bajando: nosotros partimos con un guidance de 27.000 toneladas y terminamos con uno de 20.000 toneladas porque, de verdad, el problema que tuvimos en el aspecto biológico fue importante», explica el gerente de administración y finanzas (CFO) de la empresa, Sergio Montenegro, en una entrevista en las oficinas de Bloomberg en Santiago.
El problema al que se refiere fueron retrasos el año pasado en la siembra de nuevos «smolts» -un estado de crecimiento del salmón-, que afectaron su traslado desde cerca de Puerto Montt, más de 1.500 kilómetros al norte de las jaulas que la empresa tiene en Tierra del Fuego. Al llegar a los sitios de cultivo en la zona austral, tuvieron un menor crecimiento y murieron en mayor proporción a la normal, lo que llevó que la empresa hiciera un cargo negativo en sus resultados, explicó Montenegro.
Nova Austral es propiedad de las firmas de capital privado Altor Equity Partners y Bain Capital.
Para este año, Nova Austral estima una producción de entre 30.000 y 32.000 toneladas. «No creemos que vayan a ocurrir riesgos similares a del año pasado», señala Montenegro, refiriéndose a las trabas de siembra. La empresa está avanzando en la construcción de una piscicultura en Tierra del Fuego para minimizar riesgos relacionados al estado en agua dulce y traslado de los smolts a las jaulas.
Nova Austral produce el salmón cerca del extremo sur del continente para así, en aguas más frías, evitar contagio de enfermedades como el piojo de mar, y obtener certificaciones que le permitan cobrar mayores precios.
Estos salmones certificados por ser libres de antibióticos se comercializan bajo la marca Sixty South en mercados consumidores de productos de alta gama, como EE.UU. y Europa. En esos mercados el premio por kilo de salmón premium puede llegar hasta los USD2 extra por kilogramo, dijo Montenegro.
«El concepto de que el salmón no tenga antibióticos también tiene que ver con la sustentabilidad, con que estás tratando bien al animal, que lo estás cultivando de la forma más natural posible, y eso es lo que hoy día los grandes retailers de Europa y Estados Unidos están buscando», confirma el CFO.
A futuro tienen más planes para aumentar la producción, con negociaciones por cuatro nuevas licencias que buscarán incrementar la cantidad de salmones en unas 8.000 toneladas hacia 2021, agregó Montenegro.