El salmón AquAdvantage podría finalmente dirigirse a los restaurantes y tiendas de comestibles de Estados Unidos.
“La primera cosecha está programada para finales de mayo en la granja en Indiana de la compañía, la que continuará aumentando la producción a su capacidad máxima durante todo el año”, según indica The American Council on Science and Health.
La compañía AquaBounty anunció a inicios de mayo del presente que se han recibido órdenes de compra para la cosecha planificada de 5 toneladas métricas de su salmón del Atlántico modificado genéticamente (GE).
La noticia llega inmediatamente después de un reciente anuncio de que el mayorista de productos del mar de EE. UU., Samuels & Sons, llevará el pescado de AquaBounty. La empresa citó su deseo de “estar a la vanguardia” y ofrecer a sus clientes una fuente de salmón más sostenible.
Tiempo de espera
«El salmón del Atlántico diseñado por AquaBounty será el primer animal biotecnológico vendido en restaurantes y tiendas de comestibles de EE. UU. Los peces contienen un gen de la hormona del crecimiento proveniente del salmón Chinook y un interruptor de encendido y apagado proveniente del abadejo oceánico. A diferencia del salmón convencional, los peces de AquaBounty crecen durante todo el año, lo que reduce a la mitad el periodo de crecimiento y en gran medida la cantidad de alimento que consumen. Esto, como resultado, genera importantes beneficios ambientales como una menor huella ecológica. Solo las hembras estériles se producen para el consumo en las instalaciones de Indiana, que están bien aseguradas», señala la organización.
«La empresa de biotecnología ha superado obstáculos en el camino hacia la comercialización de su salmón, comenzando con su solicitud inicial para la aprobación de la FDA en 1995. En 2010, la agencia de seguridad alimentaria publicó un análisis de orientación que confirma que el salmón transgénico no representa una amenaza para la salud humana o el entorno; los peces son equivalentes a sus contrapartes convencionales en todos los sentidos, dijo la agencia. Pero la interferencia política de la Administración Obama y la agitación de los grupos activistas retrasaron la aprobación de la FDA hasta 2015. Los problemas regulatorios adicionales, los litigios y la pandemia de COVID-19 retrasaron la comercialización hasta 2021», complementa la publicación de ACSH.