Luego de casi un cuarto de siglo enfrentando la rudeza del Mar de Drake y los desafiantes hielos flotantes, apoyando a científicos y realizando su última campaña al Continente Blanco...
Luego de casi un cuarto de siglo enfrentando la rudeza del Mar de Drake y los desafiantes hielos flotantes, apoyando a científicos y realizando su última campaña al Continente Blanco durante la temporada estival 2017-2018, se le dio de baja en una emotiva ceremonia (Mundo Acuícola-Armada.cl).
El en el muelle de Asmar en Punta Arenas, se realizó la ceremonia de despedida del Rompehielos AP-46 “Almirante Óscar Viel” perteneciente a la Tercera Zona Naval, iniciando su última navegación con destino a Talcahuano donde, oficialmente, este lunes 11 de febrero se le dio de baja del servicio de la Armada de Chile.
En una emotiva ceremonia, que fue presidida por el Comandante en Jefe de la Armada (S), VA Guillermo Luttges y estuvo marcada por detalles y recuerdos, la última dotación compuesta por 84 hombres abordó y desembarcó una vez más la Unidad, la cual identifican como su hogar y que por 24 años viajó a la Antártica enfrentando la rudeza del Mar de Drake y los desafiantes hielos flotantes.
Su último Comandante, Capitán de Navío Jorge Luhrs, dio un emotivo discurso donde comentó: “tengo la enorme obligación de representar a los 25 Comandantes, muchos de ellos aquí presentes, y sus numerosas y comprometidas tripulaciones. Sus viejos aceros son el mudo testigo de cientos de marinos, científicos y personal de otras instituciones que pasaron por sus cubiertas, que descansaron en sus literas y que rieron en sus cámaras. Resumir su historial sólo en unas cuantas líneas no es factible, se pueden destacar muchas, sobre todo las de su rol como Rompehielos y que permitieron el continuo apoyo en todo el territorio chileno antártico, desde la isla “Rey Jorge” por el norte, hasta el área de “Bahía Margarita” por el sur. En la memoria quedarán las 87 Campañas Antárticas, las inclementes faenas de descarga, con vientos gélidos y penetrantes, siempre contra el tiempo y acompañadas por la mar que no siempre fue el más amigo”.
Finalmente, el Comandante agregó que “este corcel de mar llegó donde muchos temen ir e hizo lo que otros no pueden. Vio la cara del terror, sintió el frío y el miedo, y después de conducirnos a los más apartados rincones del orbe, sin una sola queja, alcanzó su último puerto, navegando con mucho esfuerzo”.
En la ceremonia también estuvo presente el primer Comandante de Rompehielos, Capitán de Navío (R) Mario Escobar, quien fue el responsable de traer la Unidad a Chile desde Canadá. “Uno se emociona porque se nota el espíritu maravilloso que hay en el buque, su Comandante, los Oficiales y el personal. El buque como todas las cosas tiene que parar en algún momento y este buque ya está cansado. El haber participado de la ceremonia entregando el gallardete fue un honor, creo que es algo único, nunca había visto que el primer y último Comandante estuvieran juntos entregando el Pabellón de Combate”.
Al finalizar el Comandante en Jefe de la Armada (S), VA Guillermo Luttges, se dirigió a la dotación diciéndoles que “sin lugar a duda la vida de un Buque está en el espíritu de su dotación; y pude ver el testimonio de muchos de sus integrantes que manifestaron desde la profundidad de su espíritu la vocación, la entrega que tuvieron hasta último minuto. Decirles que si bien los fierros se apagaron el espíritu seguirá vigente”.
En total fueron 87 Campaña Antárticas que se realizaron y la de la temporada estival 2017-2018 fue la despedida del buque el cual tenía capacidad para cerca de 200 personas, entre ellos 86 tripulantes.
Su retiro se debe a que ya cumplió su vida útil, que aunque sirvió un cuarto de siglo a nuestra Armada, lleva cerca de 50 años en funcionamiento desde su fabricación en Canadá.
¿Quién lo reemplazará?
El Contraalmirante Ronald Baasch, Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval, de donde depende el Rompehielos, detalló que “el no contar con el ‘Viel’ es una pérdida para la Institución, pero cuando uno habla de capacidades ya se separa un poco estrictamente de un tipo de buque, es decir, la Armada de Chile y la Tercera Zona Naval mantienen intactas sus capacidades y esas las hemos suplido con otro tipo de unidades polivalentes. Es así que el ‘Aquiles’ asume un rol como transporte y como base principal para las expediciones científicas antárticas; el ‘Lautaro’ como buque especialmente logístico en cuanto a la capacidad de transporte de combustible a todas las bases; y el OPV ‘Marinero Fuentealba’ para comisiones específicas y apoyo de operaciones en aéreas en la Antártica. Una suerte de soporte en capacidades que si bien no reemplazan al ‘Viel’, porque nadie va a ser capaz de reemplazarlo, si desde el punto de vista de las capacidades podemos mirar con optimismo nuestro compromiso con la Antártica y el soporte a los operadores nacionales y extranjeros van a mantenerse en el tiempo tal como está previsto”.
Un Nuevo Rompehielos
Por su parte, José Chaparro, quien trabaja en el Departamento de Proyectos de Construcción Naval y ha participado desde el comienzo en el desarrollo del nuevo rompehielos comentó sobre la construcción de esta Unidad y mencionó que “en estos minutos ya está físicamente en los primeros bloques en grada, el corte de acero comenzó, el armado de cañería, el proceso logístico está en su etapa final. Ahora ya pronto empiezan a llegar los nuevos equipos del buque. Lo que ha sido lento en el proceso es que el astillero ha debido actualizarse y aumentar sus capacidades para enfrentar este nuevo proyecto que es un gran desafío para Asmar”.
El nuevo rompehielos se espera que sea lanzado el 2022 y que el 2023 sea puesto en servicio. Al respecto sobre las principales diferencias entre el ahora ex Rompehielos “Óscar Viel” y el nuevo, especifica Chaparro que “las capacidades de este último lo hacen un buque absolutamente ecológico, que cumple todos los requerimientos internacionales de contaminación tanto de emisiones al aire, al agua, la protección medioambiental, entre otros puntos.
En cuanto a la capacidad asegura también que “va a tenerla para 120 personas y para poder trasladar 18 náufragos que adicionalmente se suman. Tiene un hospital, una cubierta de vuelo con capacidad para llevar dos helicópteros tipo Súper Puma y 20 contenedores. Además de la embarcación de apoyo logístico para descargar en la Antártica que posee, que le permitirá desde el punto de vista de la seguridad, entregar una solución integral”.