Este verano, Mundo Acuícola efectuó un extenso recorrido por las provincias de Magallanes, Tierra del Fuego y Última Esperanza, con el objeto de observar en terreno el desempeño de la...
Este verano, Mundo Acuícola efectuó un extenso recorrido por las provincias de Magallanes, Tierra del Fuego y Última Esperanza, con el objeto de observar en terreno el desempeño de la industria salmonicultora en la región más austral del país. Tras visitar pisciculturas, centros de cultivo y plantas de proceso de salmónidos, fue posible conocer in situ los avances, ventajas y brechas productivas de la actividad en esa zona.
Desde hace un tiempo, la región de Magallanes es foco de atención para las empresas salmonicultoras chilenas. Sus particulares características geográficas, con aguas más frías y un sinnúmero de canales entre múltiples islas y penínsulas, sumado a que las compañías acuícolas, con presencia en la región, no tienen grandes problemas de tipo sanitario, como el temido SRS o la presencia del piojo de mar, hacen de esta zona un área con excelentes condiciones para el cultivo de salmónidos.
Dada esta situación, hoy existe interés por conocer el actual desempeño de la industria en Magallanes, y expectación por la llegada de nuevos actores a la zona. Esto porque a las cuatro empresas que hoy están presentes en la región -Australis Mar, Cermaq, Nova Austral y Salmones Magallanes-, este año arribarán Bluriver y Multiexport Foods.
La mayor relevancia que hoy está tomando el sector en la región más austral de Chile redunda en que la autoridad sectorial -Sernapesca- ya estableció un Programa Sanitario General de Vigilancia y Control para la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. La normativa, dada a conocer a fines de diciembre de 2017, establece medidas preventivas, con el fin de mantener y/o mejorar el estatus sanitario de la salmonicultura en esta zona.
Por tal motivo, a fines del mes de enero, este medio efectuó un recorrido por las provincias de Magallanes, Tierra del Fuego y Última Esperanza, áreas donde fue posible conocer parte de la realidad actual de las salmonicultoras que hoy operan en la región.
Situación actual de la industria
A nivel nacional, la Región de Magallanes destaca por ser una de las regiones con los mejores índices de desempeño económico a nivel nacional. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y su Indicador de Actividad Económica Regional -Inacer-, en el año 2017 la región tuvo la tasa más alta de crecimiento del país, con un 10,8%. El mismo informe da cuenta que la industria salmonicultora contribuyó fuertemente en ese dinamismo con un “mayor crecimiento en centros de cultivo, dado las mayores cosechas obtenidas”.
En los últimos años, el sector salmonicultor pasó a posicionarse como una de las actividades económicas más relevantes de la región de Magallanes. En la sede de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes A.G. su gerente, Cristian Kubota, destaca el positivo momento del rubro, señalando que “se está llegando a un momento de consolidación. La salmonicultura ha pasado a ser una de las actividades más relevantes de Magallanes, en términos de cifras”, asevera. El gerente del gremio salmonicultor señala que en la región operan aproximadamente 35 centros de cultivo y que la industria da 3 mil empleos directos, “aunque con las otras empresas que rodean a la industria llegaríamos a unas 5.000 personas trabajando en la industria de forma directa e indirecta”. Esta última cifra entregada por el representante del gremio salmonicultor equivale al 5,6% de la fuerza laboral de Magallanes.
En cuanto a números productivos, las firmas salmonicultoras de Magallanes cerraron, el 2017, con 95 mil toneladas producidas de salmón, con un porcentaje mayoritario de salmón del Atlántico y en menor medida trucha arcoíris. En lo que se refiere a exportaciones, Australis Mar, Cermaq, Nova Austral y Salmones Magallanes confirmaron que el total de sus envíos el año pasado llegó a los US$ 570 millones.
Cabe señalar que la región de Magallanes posee tres marcadas zonas de producción salmonicultora: Última Esperanza -Puerto Natales-, donde operan Salmones Magallanes y Australis Mar, Seno Skyring, donde opera Cermaq, Australis Mar y próximamente Bluriver, y la zona al sur del Estrecho de Magallanes, donde funciona Nova Austral.
A pesar del buen momento, desde el punto de vista comercial y sanitario, Cristian Kubota acota que también hay un cierto grado de incertidumbre por ciertas iniciativas que buscan modificar los modelos productivos y su marco regulatorio. “Hay un proceso de relocalización que se viene dilatando de hace varios años. Hay que sacar concesiones que, en su momento, quedaron en parques nacionales o en zonas de corredor sanitario. Han aparecido también algunas solicitudes de ECMPO, cuyas resoluciones son de largo aliento. Por lo tanto, todo eso configura un cierto grado de incertidumbre para la industria. Pero son las reglas del juego”.
Ventajas y desafíos
Las positivas cifras económicas que exhibe la industria salmonicultora en Magallanes vienen acompañadas de condiciones geográficas que propician el cultivo de salmónidos sin, hasta el momento, grandes problemas sanitarios. “Hay factores que inciden en la producción que tienen relación con la temperatura del agua, con la menor cantidad de enfermedades, lo que trae aparejado un menor uso de antibióticos y antiparasitarios. Esto tiene beneficios en el producto final, que de alguna forma están siendo valorados por los clientes”, recalca Cristian Kubota.
A su parecer, el hecho que se reconozca a esta región “como una zona donde la actividad está más ordenada, donde los espacios no están sobrecargados, con tres áreas de producción acotadas geográficamente, permite un desarrollo más armónico de la actividad. Los riesgos de una crisis sanitaria masiva, como ha pasado en otros lugares, son bastante bajos acá. Todo eso va configurando una industria que acá es distinta”.
Para las empresas, el obstáculo de la lejanía del resto del país, hoy se ha transformado en un plus, desde el punto de vista comercial y sanitario. “De alguna forma hemos logrado vencer el tema geográfico y hoy eso lo utilizamos a nuestro favor. Por nuestra lejanía con otros centros productivos, no tenemos el problema del cáligus -piojo de mar- y podemos cultivar sin antibióticos. Entonces, lo que para otros podría ser un obstáculo, hoy lo transformamos en una ventaja competitiva”, agrega Julio Briones, subgerente de la Planta Porvenir de Nova Austral, quien subraya que los clientes valoran dichos atributos.
Una visión similar tiene Oscar Garay, gerente de farming de Salmones Magallanes, quien sostiene que los clientes ven la diferencia entre un salmón producido en esta región con el de otras zonas. “En general, el salmón de Magallanes no tiene daños en la piel, dada la ausencia de cáligus en la región. Eso el cliente lo valora. También es sabido que acá en la región se produce con menos antibiótico de lo que se usa en otras regiones. Y, a pesar de que ningún producto final, ya sea de acá o de otro lugar de Chile, tiene antibiótico, el hecho que en el proceso productivo se utilice menos antimicrobiano es bien valorado por los clientes”, explica Garay, subrayando que el objetivo de la compañía es llegar a producir con cero antibiótico, “pero eso no es tan fácil de lograr, porque depende mucho de las enfermedades que afecten a los animales”.
Brechas por superar
Todas las ventajas expuestas anteriormente, traen consigo un costo asociado a la extensa geografía de la región más extrema del país. “Dadas las distancias y el no contar con todos los proveedores de servicios e insumos, a diferencia de las otras regiones, obviamente encarece los costos. El hecho de tener ciclos más largos también influye. Entonces, ahí evidentemente existen brechas en las que la industria, en la medida que va creciendo, va trabajando para hacerse cargo localmente”, comenta Cristian Kubota.
Para el gerente de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes, el hecho de traer ovas y smolts desde otras regiones, es un desafío a superar por la industria. “El completar el ciclo en la región, desde la piscicultura al proceso, es un tema que, como asociación, hemos promovido a largo plazo, por las inversiones que requiere. Y vemos que las empresas están avanzando en eso, sobre todo en las nuevas pisciculturas que se construirán. El tema del proceso es, quizás, donde vamos quedando más al debe y promovemos que se procese la mayor cantidad en la región”, dice Kubota.
Para Oscar Garay, sin duda la logística es la complicación principal de la industria en la región. “Claramente estamos muy lejos de los centros productivos, de los insumos que se necesitan en la industria, como lo es el alimento. Por tal motivo, tenemos un costo de transporte importante. Gran parte de los materiales que utiliza la industria vienen de Santiago o de la región de Los Lagos”.
El representante de Salmones Magallanes subraya que se ha estado trabajando en ese desafío, tanto como asociación como también como empresa en particular, con la finalidad de desarrollar proveedores locales que nos abastezcan de insumos que se necesitan, y así ir disminuyendo esa dependencia que existe del resto del país. Y para eso ya han dado algunos pasos.
“Varios de los servicios de apoyo son locales, como por ejemplo el buceo, el recambio de redes, además del establecimiento de una fábrica de cajas de poliestireno expandido -plumavit- en Puerto Natales. Eso ha resultado muy bueno para nosotros, porque ha disminuido notablemente costos de transporte de ese insumo, junto con contar rápidamente con la cantidad de cajas que se necesiten en momentos determinados”, precisa Garay.
Programa Salmón Magallánico
Una iniciativa que apunta a superar los principales desafíos que hoy tiene la salmonicultura más austral del mundo es el Programa Salmón Magallánico, el que busca desarrollar una agenda de trabajo comprometida con la sustentabilidad de la industria regional del salmón. Dicho plan cuenta con el apoyo de las empresas Elanco y Cargill, y es coordinado por la consultora Conecta.
La idea es abordar necesidades en materia de conocimiento e información técnica y científica, generando, en forma consensuada, diferentes líneas de trabajo entre las empresas que hoy operan en Magallanes con las que próximamente iniciarán sus operaciones en la zona.
En el marco de este Programa, a la fecha se han constituido los comités técnicos de Medio Ambiente y Salud, por medio de los cuales se están desarrollando los estudios “Epidemiología de BKD en la Región de Magallanes” y “Lineamientos para la Definición de Metodología de Evaluación de Capacidad Carga en Centros de Cultivo”.
Según explica Oscar Garay, quien también es vicepresidente de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes, a través de este programa se pretende recalcar los atributos que tiene el salmón producido en Magallanes, donde todas las empresas trabajan en cuatro pilares. Uno de ellos es el sanitario, mediante el cual se quiere mantener y mejorar las buenas condiciones que hoy tiene la región.
“El segundo pilar es el medioambiental, donde estamos trabajando para establecer metodologías de medición de capacidad de carga, que es un tema del cual mucho se habla, pero hay nada realizado. Como tercer punto, estamos trabajando en el desarrollo de un plan de marketing, para, en conjunto, destacar los atributos que tiene el salmón magallánico. Y, en cuarto lugar, se encuentra el tema del relacionamiento con la comunidad”, puntualiza Garay.