Utilizando la metodología Aprendizaje + Servicio, colaboraron con la Municipalidad de Talcahuano y juntas de vecinos, evaluando la calidad del agua y suelo.
Un trabajo que se realizó durante el segundo semestre de 2023 fue el desafío que asumieron estudiantes de la carrera de Química Ambiental de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). Se trató de una caracterización fisicoquímica y microbiológica de agua y suelo del Parque Tumbes. Este es el primer registro realizado en el sector.
Los cursos fueron Microbiología, Química de Agua y Química de Suelos, los que de manera coordinada trabajaron en conjunto a través de reconocimiento del terreno, toma de muestras y análisis de laboratorio, resultados que se constituyeron en la entrega de un informe final y presentación de resultados. En específico, se utilizó la Metodología Aprendizaje + Servicio (A+S), en la que analiza un caso real y que tiene un impacto significativo, en este caso para la Municipalidad de Talcahuano, a través de la Dirección de Medio Ambiente. También, participaron juntas de vecinos de Villa Centinela, Los Copihues y Mirador del Pacífico.
Resultados favorables
Francisca Valenzuela, es profesora del curso de Química de Agua, donde resaltó la importancia del trabajo en equipo y coordinación entre las tres asignaturas. Se analizó el agua de un riachuelo, un cuerpo agua estancada en el sector, además de un afloramiento de napas subterráneas.
Se midieron parámetros como temperatura, oxígeno disuelto, sólidos totales, conductividad y turbidez. “Se compararon los parámetros de los valores asignados por la Norma Chilena 1333, que rige la calidad de los cuerpos de agua naturales. Todos los parámetros medidos estaban dentro de la norma, a excepción de la turbidez, donde se necesitan mayores análisis. Pero, en general tenemos cuerpos de agua saludables dentro del Parque Tumbes”, comentó la profesora.
Emerson Rivera coordinó el curso de Química de Suelos, evaluando la calidad existente en el sector. Para ello, iniciaron con una exploración del lugar, selección de puntos de muestreos, toma de muestras y posterior análisis. Cabe señalar que existen bosques esclerófilos y bosques de pinares y se analizaron ambos para ver si existían diferencias significativas. “Se tomaron muestras de suelo en distintas profundidades y luego, se secan las muestras, se seleccionan y se prepararon muestras de tres profundidades para tener un perfil completo”, explicó.
Se analizaron parámetros de conductividad, pH, capacidad de intercambio catiónico, cloruros y carbonatos. “En general, ambos bosques tienen un suelo bastante sano, con alto contenido de materia orgánica, lo que ayuda a la retención de agua y crecimiento de las plantas. Lo que se encontraba fuera de rango fue el pH, el cual fue más ácidos de lo normal. Esto podría afectar al crecimiento de las plantas, ya que se relaciona con la disposición de los nutrientes”, complementó.
Respecto a la Microbiología, la profesora del curso Carolina Quezada explicó que analizó las mismas muestras de los cursos anteriores, pero agregando algunos sitios como agua de la desembocadura y suelos de napas subterráneas. “En general, se encontró alta presencia de bacterias coliformes (indicador de contaminación en el agua) y un porcentaje superior al 25% de resistencia de antibióticos, lo que da cuenta de una alta intervención humana en el sector”, determinó la académica.
Coliformes se asocia a la presencia de bacterias que se encuentran en el intestino humano y también de animales. Esto se encontró en el agua, pero existió nula presencia en el análisis de los suelos del lugar. “Los vecinos se mostraron muy interesados en realizar análisis microbiológicos de otros lugares de los que ellos consumen agua, sobre todo de vertientes y zonas que ellos usan para el consumo. Incluso durante el terremoto del 2010 fue muy utilizada”, complementó.
Concluido el análisis durante este segundo semestre, Jaime Rivera, estudiante de tercer año de Química Ambiental explica la relevancia de la experiencia en su formación académica y la de sus compañeros. “Es muy importante compartir conocimientos del Parque Tumbes con la comunidad y ver posibles soluciones. La iniciativa es buena para nuestra vocación como estudiantes de Química Ambiental, ya que nos permite desarrollar técnicas de comunicación e identificar necesidades que tiene la comunidad”, enfatizó.
De este modo, se pretende el próximo año realizar más trabajos en conjunto entre la Facultad de Ciencias UCSC y la Municipalidad de Talcahuano, en pro a la conservación del Parque Tumbes.