Concluido en 2023, el proyecto continuará hasta 2025, analizando la relación simbiótica entre microalgas y bacterias.
En abril del año 2018, se dio inicio al ambicioso “Proyecto para el Desarrollo de Métodos de Monitoreo y Sistema de Predicción de Floraciones Algales Nocivas para una Acuicultura y Pesca Costera Sustentable en Chile”, también conocido como Monitoreo de Algas en Chile (MACH), esfuerzo colaborativo científico y tecnológico entre Chile y Japón con una mirada holística-ecosistémica que reconoce que el fenómeno de Floraciones Algales Nocivas (FAN) depende de la calidad ambiental y de la diversidad biótica del ecosistema, producto de lo cual se establecen relaciones de colaboración (mutualismo) y antagónicas (parasitismo) entre la diversidad microbiana y especies fitoplanctónicas.
El proyecto MACH, hasta su finalización, estuvo conformado por un grupo selecto de profesionales de ambos países (10 investigadores, 3 postdoctorantes, 7 asistentes de investigación y 2 asistentes de administración y gestión, y 1 asistente de difusión y divulgación) a cargo de diferentes objetivos del proyecto, con experiencia en la gestión y ejecución de proyectos científicos en las áreas de microbiología marina, fitoplancton marino, biología molecular, genética, metagenómica y bioinformática.
El Dr. Gonzalo Gajardo, profesor titular y director del Laboratorio de Genética, Acuicultura & Biodiversidad del Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad de la Universidad de Los Lagos, explica la experiencia de trabajo en este consorcio Chile-Japón, el primero de este tipo para las universidades chilenas, donde además de Ulagos está la Universidad de Antofagasta y la Universidad de la Frontera, además de Institutos de investigación (IFOP).
El proyecto, que finalizó en marzo de 2023, se extenderá hasta el 2025 (“postproyecto”), lo que es considerado toda una novedad junto con el sistema de evaluación en terreno. En esta oportunidad, el equipo de investigación pertenece al laboratorio de Genética dirigido por Dr. Gajardo, lugar que será epicentro de su labor, donde también participará el Dr. Marco Yévenes y Patricia Beristain, Master en Acuicultura.
Cabe resaltar que cada laboratorio e instituto participante fue visitado por una comisión integrada por un científico de la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología (equivalente a ANID), un representante de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y un consultor independiente contratado por JICA, quienes verificaron el cumplimiento de los objetivos comprometidos en una reunión en donde evaluados y evaluadores intercambiaron preguntas y respuestas.
Posteriormente en una reunión general, incluyendo a las entidades de gobierno (SUBPESCA, SERNAPESCA; MINSAL) y empresas (INTEMIT, INTESAL) asociadas al proyecto (stakeholders), se entregaron los resultados generales de la evaluación, y se comprometieron actividades para la evaluación final el 2025, particularmente en lo referido al sistema de predicción.
Análisis y resultados esperados
Doctor Gajardo consideró como original la hipótesis de trabajo del proyecto, que asigna un rol importante en el crecimiento de las microalgas a su relación simbiótica con bacterias libres o adosadas a la microalga, relación co-evolutiva en la que ambos interactuantes se benefician mutuamente. De ahí que el proyecto se abocó a la tarea de estandarizar técnicas moleculares modernas para identificar microalgas y bacterias, que es una diversidad inmensa e invisible que se puede identificar por su ADN a partir de una muestra de agua, técnica conocida como ADN ambiental.
“Originalmente, las microalgas se identificaban al microscopio y las bacterias tenían que cultivarse en el laboratorio para ser identificadas. A nosotros, incluyendo una investigadora japonesa que nos visitó periódicamente, nos correspondió identificar bacterias asociadas a microalgas colectadas en un florecimiento algal o Bloom”, explica el Dr. Gajardo.
La relación microalgas-bacterias han sido analizadas en experimentos de co-cultivo en el laboratorio, en donde se pudo verificar que algunas bacterias estimulaban el crecimiento de microalgas en un medio limitado en nutrientes donde las microalgas cultivadas solas no crecían. “Al término del proyecto identificamos algunas bacterias promotoras de crecimiento y en el período postproyecto estamos secuenciando sus genomas para entender el mecanismo mediante el cual inducen el crecimiento de las microalgas, es decir, identificando genes y vías metabólica”, dice el investigador.
En palabras del académico, el impacto territorial es significativo considerando que el ecosistema marino de la X región es afectado recurrentemente por eventos de marea roja, y en algunos casos de gran magnitud, causando mortalidades nunca antes vistas en salmones y choritos, las dos principales actividades acuícolas de la región. “El impacto económico y social de estos eventos es significativo, particularmente en los pescadores artesanales. Finalmente, los consumidores de estos productos acuícolas chilenos ponen gran atención a las condiciones ambientales donde estos recursos son cultivados. Desde el punto de vista académico, la capacidad de predecir estos eventos es un desafío no resuelto”, sostiene.
Tanto en este período postproyecto, como a través de los años, el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado ha sido un aporte de contraparte muy valioso. Si bien identificar bacterias que promueven el crecimiento algal es como “encontrar una aguja en un pajar”, el apoyo de nuevas tecnologías y los experimentos de laboratorio lo han hecho posible.
“Para ello, JICA donó equipos a cada grupo de trabajo que en la sesión de cierre del proyecto fueron traspasados a la universidad. En la ocasión el Prof. Julio Crespo, director del Depto. de Ciencias Biológicas y Biodiversidad recibió a nombre de la Universidad equipos por alrededor de 130 millones, que representan un activo para el quehacer investigativo de este departamento y la universidad”, relata el académico.
Finalmente, el Dr. Gajardo considera que el consorcio chileno establecido fue relevante para el desarrollo del proyecto, tanto en lo científico como en lo referido a relaciones personales, incluyendo a los stakeholders ya mencionados, elemento no menor para el desarrollo de un proyecto. “La participación de éstos es necesaria para eventualmente transformar los resultados en una política pública inclusiva, en el sentido de incorporar a todos los actores”, puntualiza.
En este contexto, el investigador Dr. Julio Crespo señala que la Universidad de Los Lagos, y en particular el Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad que dirige, enfrenta variados desafíos que surgen como resultado del dinamismo de la Educación Superior a nivel nacional y mundial. De este modo, enfatiza que se requiere actuar como una institución con vocación global que promueva la cooperación con otras instituciones a través de la conformación de redes e iniciativas conjuntas que releven las capacidades de investigación, la generación de conocimiento y la capacidad de aprendizaje de las instituciones en I+D+i; incluyendo la internacionalización de la investigación, la innovación y la transferencia del conocimiento para afrontar los retos de la sociedad del futuro.
“Este post proyecto aporta al plan de desarrollo departamental 2021-2028, particularmente el eje de investigación que incluye como objetivo estratégico “Consolidar la generación de conocimiento, investigación, desarrollo e innovación pertinentes con proyección regional, nacional y/o internacional”, particularmente a través de la estrategia de creación de redes/alianzas internacionales con grupos de investigación de excelencia que permitan la generación de conocimiento de punta en áreas de interés mutuas”, agrega el investigador.
En definitiva, el director del departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad señala que esta propuesta “nos permite dimensionar la necesidad de derribar los compartimientos estancos entre áreas, la capacidad de adaptarnos a las necesidades del tejido socio-económico regional y la necesidad de integrarnos en el sistema de innovación del territorio que nos conduzca a la generación, uso y aplicación del conocimiento en favor del bienestar de la sociedad con la cual interactuamos cotidianamente”.
Finalmente el Vicerrector de Investigación y Postgrado de Ulagos, Dr. Óscar Díaz, resaltó el trabajo colaborativo de académicos de Chile y Japón, valorando esta extensión del programa, que permitirá dilucidar problemáticas relacionadas directamente con aspectos de la biodiversidad y su inmediato impacto económico en el sur de Chile.
“Tal como se ha venido promoviendo, este vínculo es parte de nuestros objetivos específicos en materia de investigación y colaboración con entidades y académicos de otros países, fomentando de esta forma la investigación con pertinencia territorial y de impacto nacional, que nace desde nuestra Universidad, demostrando el alto nivel y capacidad investigativa para la ejecución de este tipo de proyectos”, comenta el Directivo.