
La colaboración académica se efectuará uniendo equipos de científicos de Concepción y Colombia, para analizar genéticamente insectos que son fundamentales en la cadena trófica de su hábitat.
“Uso de herramientas moleculares para conocer la diversidad de insectos acuáticos en la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia”, es el nombre del proyecto donde trabajará la Dra. Maribet Gamboa, académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). Se trata de una colaboración con investigadores de la Universidad del Magdalena, Colombia.
El objetivo de este proyecto es evaluar con herramientas moleculares la diversidad genética de organismos dulceacuícolas, específicamente en la Sierra Nevada de Santa Marta. La iniciativa cuenta con los fondos del Ministerio de Ciencias Tecnología e Innovación de Colombia.
Junto al ecólogo César Tamaris, profesor asistente de la Universidad del Magdalena y su estudiante doctoral Valeri Hernández, colectarán las muestras en un periodo de tres años, que es la duración del proyecto. “La idea es viajar para realizar trabajo en terreno con ellos en al menos dos oportunidades. También, se considera un estudiante que podría hacer una pasantía en nuestro laboratorio, para analizar las muestras moleculares”, comentó la académica.
Respecto a la importancia de la temática, cabe destacar que los insectos del género plecóptero son los organismos con que los peces se alimentan. “Los peces que son de importancia económica como el salmón y otras especies dulceacuícolas, se alimentan de ellos. Hoy en día, las herramientas solamente morfológicas no pueden clarificar cuál es la diversidad de las poblaciones que hay en ese sector”, añadió.
Las herramientas moleculares brindan una visión específica respecto de la diversidad. A nivel genético se puede identificar una alta o baja diversidad de un organismo. “Si existe una baja diversidad, se considera un problema, ya que puede llegar a la extinción. Si existe una alta diversidad, podemos identificar que las poblaciones se encuentran fuera de peligro y así sugerir un manejo para la conservación y manejo de las cuencas en el futuro”, enfatizó la Dra. Gamboa.
Otro aspecto importante a señalar, es que estos insectos son bioindicadores del cambio climático, por lo que son muy sensibles a cambios de temperatura, por ejemplo. “Si hay efectos antropogénicos o aumento de temperatura en el agua debido al cambio climático, ellos serán los primeros en desaparecer. Por ende, también afectarían a los peces de interés económico”, agregó.
Los insectos dulceacuícolas presentes en Chile y Colombia, si bien no son los mismos ejemplares, corresponden al mismo género. Existen especies endémicas de Colombia y la idea es estudiarlas para posteriormente comparar lo que sucede en ejemplares de toda América Latina.
“Se analizará toda la comunidad del orden de plecópteros, considerando alrededor de 20 especies. Mosca de la piedra es el nombre común que reciben”, explicó.
Esta colaboración constituye una primera puerta de entrada para seguir trabajando en conjunto entre ambas entidades.