
Factores como temperaturas más frías en el agua de mar y la mejora en la salud de las branquias contribuyeron a estos resultados positivos.
Scottish Sea Farms, el segundo mayor productor de salmón de Escocia, logró una reducción del 41% en la mortalidad de sus peces en 2024 en comparación con el año anterior. La tasa de supervivencia aumentó al 90%, frente al 82% registrado en 2023. Factores como temperaturas más frías en el agua de mar y la mejora en la salud de las branquias contribuyeron a estos resultados positivos.
Junto con la mejora en la supervivencia, la empresa aumentó su volumen de cosecha, pasando de 24.900 toneladas en 2023 a 40.400 toneladas en 2024. Además, se reportó un incremento en el peso de los peces al momento de la cosecha.
El jefe de salud y bienestar de los peces de Scottish Sea Farms, Ralph Bickerdike, destacó la importancia de seguir avanzando: «Estamos de vuelta donde deberíamos estar, pero no somos complacientes. Ciertamente aprendimos de los desafíos de 2022-23 y hemos revisado todas nuestras operaciones, pero queremos ver tasas de supervivencia aún más altas».
Colaboración
Para fortalecer la resiliencia de sus peces, Scottish Sea Farms desarrolló un programa de reproducción en colaboración con AquaGen Scotland. «Se necesitan tres años para que los peces alcancen el tamaño adecuado para la reproducción, y las primeras cosechas de estos peces en 2024 tuvieron muy buenos resultados», explicó Bickerdike. La selección anual de peces reproductores permitirá fortalecer la resiliencia climática de futuras generaciones.
La empresa también revisó su enfoque de nutrición para adaptarlo a las necesidades estacionales de los peces. «Trabajamos con nuestro proveedor de alimento para ajustar la composición en el tercer trimestre, cuando la salud de los peces es más propensa a verse comprometida, y los primeros resultados son muy alentadores». Además, se implementó la retirada temporal de alimento en momentos clave para evitar que los peces se acerquen a la superficie cuando hay medusas y plancton dañinos.
Para mejorar la gestión del bienestar de los peces, la empresa incorporó cámaras de biomasa submarina que permiten monitorear individualmente el peso y la condición de los peces sin necesidad de manipularlos. «Estas cámaras pueden proporcionarnos indicadores en tiempo real sobre los parámetros de bienestar, lo que nos permite investigarlos y actuar si es necesario», afirmó Bickerdike.
Scottish Sea Farms también adoptó métodos de diagnóstico modernos, como hisopos PCR para la enfermedad branquial amebiana (AGD), lo que ha permitido decisiones de tratamiento más precisas. Además, la vigilancia diaria del agua y el monitoreo ambiental han mejorado la detección temprana de cambios en el entorno acuático.
Gracias a la combinación de mejoras en la genética, nutrición, monitoreo tecnológico y protocolos sanitarios, Scottish Sea Farms logró reducir significativamente la mortalidad del salmón.