A su juicio, el Presidente Piñera tiene que solucionar el problema del origen de la normativa: “La opinión pública tiene internalizado que huele a podrido”. Sobre las licencias ya otorgadas,...
A su juicio, el Presidente Piñera tiene que solucionar el problema del origen de la normativa: “La opinión pública tiene internalizado que huele a podrido”. Sobre las licencias ya otorgadas, dice ser partidario de rebajar su duración a 10 años. (Pulso).
No quedó satisfecho el senador Rabindranath Quinteros (PS) con la propuesta que realizó el gobierno para reformar la Ley de Pesca. Como presidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura anticipa su rechazo porque no aborda los temas que él consideraba claves.
“Creo que el Ejecutivo está cometiendo un grave error, porque está trabajando sobre la idea de que la Ley de Pesca es una buena legislación y solo requiere perfeccionamientos; pero omite lo que está en el colectivo nacional que fue la falta de transparencia y legitimidad en su origen”.
¿Qué no le gustó del proyecto?
-Esta llamada ley corta apunta a resolver una situación que se vivirá en 2032 , lo cual es importante pero no urgente. Y tampoco lo resuelve adecuadamente, porque a los únicos que les da tranquilidad es a los que ya obtuvieron licencias, porque las mantienen. Se hace cargo del problema del sector que está más cuestionado y desprestigiado como es el industrial, y deja de lado a quienes están más aproblemados como es el sector artesanal.
¿Qué opinión le merece la idea de la subasta en 20 años más?
-Es más de lo mismo, esto lo único que hace es que le asegura a los empresarios los 20 años de licencia y la única novedad es que después hará una subasta por 20 años más. O sea se legislará para asegurar el acceso y la duración de las licencias a las siete familias. Aquí está la madre del cordero.
¿Por qué?
-En lo personal, soy partidario de rebajar a 10 años las licencias ya otorgadas y que posteriormente estén sujetas a licitaciones sucesivas plurianuales, es decir cada tres a cinco años.
¿Ello no sería expropiatorio cuando se les concedieron licencias por 20 años ya?
-Algunos dan ese argumento y dicen que el Estado debería indemnizar, bueno zanjemos esa discusión, pero que se haga el debate correspondiente, para eso estamos en el Parlamento. Durante el gobierno de Lagos, las mineras alegaban lo mismo, pero después entendieron que los recursos nos pertenecen como país y aquí debería ser lo mismo. A mí no me entra en la cabeza que estas familias puedan pensar que los peces son de ellos, ¿cómo se les ocurre?
Hasta ahora, ¿cuál es su diagnóstico de cómo ha funcionado la Ley Longueira?
-Empecemos por su origen: le diría que esta ley está desprestigiada por todo lo que se ha sabido después, de que hubo cohecho, mucha influencia, demasiado lobby, entonces la opinión pública tiene internalizado que huele a podrido, que se legisló para favorecer a un sector. El propio Presidente Piñera cuando era senador estaba a favor de licitar y no ceder los derechos porque acá el 85% se ha entregado gratuitamente a ciertas familias, y solo el 15% se licita. Y hasta última hora, el Presidente Piñera estaba de acuerdo con licitar, entonces hay que preguntarse por qué Longueira lo hizo cambiar de opinión.
Puede haber un tema de soberanía, de que pueden venir capitales foráneos a explotar el mar ¿o no?
-Hoy día tenemos más de 12 empresas que trabajan en la pesquería, a siete se les respetaron los derechos históricos -lo cual es un invento- cuando los recursos hidrobiológicos, así como sucede en Perú y Francia, deben ser de todos los chilenos. ¿Cuál es el problema que vengan a pescar empresas de afuera del país? Ni siquiera sé si todas las empresas son de capitales netamente chilenos.
¿Cree que el gobierno tenga los votos suficientes para aprobar este proyecto?
-Yo no creo, por mi parte no estoy de acuerdo. Era una oportunidad de sacar una buena ley de pesca, y creo que nadie en el Parlamento, esta vez se va a prestar para chanchullos, a nadie lo van a coimear, porque la opinión pública está con los ojos puestos. Yo confío que no se cometerán los mismos errores, los abusos; no nos olvidemos que tenemos ex parlamentarios y ex ministros formalizados por esta ley. Hoy la Ley de Pesca es un tema político no técnico, el Presidente Piñera y su gobierno tienen el deber moral de solucionar los problemas que han generado para que la opinión pública disipe sus dudas.
¿A cuáles problemas concretos se refiere, aparte de las esquirlas de corrupción que se han indagado?
-Todas las pesquerías ya están colapsadas, la sustentabilidad de los recursos está en peligro, hay un desbalance hacia la pesquería artesanal, no está determinado el fraccionamiento ni la cuota para el consumo humano. La implementación de la norma trajo consigo la disminución de las cuotas de pesca que bajaron a la mitad.
Pero esa es decisión de un comité científico técnico especializado, ¿no lo apoya?
-Están bien, pero los de manejo deberían tener mas incidencia en la toma de decisiones.
¿Qué le pareció el apoyo del senador Manuel José Ossandón a este proyecto?
-No entiendo a Ossandón, como es de la región Metropolitana no tiene conocimiento de lo que es la pesquería. Lo único que le interesa es aparecer como que gracias a él se envió este proyecto, se vanagloria cuando desgraciadamente para mi amigo Ossandón, le están tomando el pelo.
¿Qué temas tratará de que contenga este proyecto en su paso por el Senado?
-Cuando se discutió la Ley de Pesca, se otorgaba el carácter público a los recursos del mar y se perdió por falta de quórum, por tanto, creo que lo primero es restablecer esa idea porque los recursos pesqueros deben pertenecer a todos los chilenos y no a siete familias. Se entiende que se pueden otorgar permisos, concesiones, licencias, pero estas facultades de extracción son temporales. El objetivo de una ley de este tipo debe ser que la administración de los recursos tenga como fin el bien común y una explotación sustentable y racional de los recursos.
¿Y aparte de ese tema, cree que se deben incluir algunas recomendaciones de la FAO?
-También debe considerarse en ese proyecto la idea de terminar con la pesca de arrastre que hace años la FAO ha recomendado, ¿hasta cuándo se va a permitir que se sigan perforando las cinco millas de protección de la pesca artesanal. Y que el régimen de infracción sea proporcional al tamaño de la embarcación involucrada porque no es lo mismo un armador industrial que un pescador artesanal. Hay que aprovechar esta oportunidad de hacer una buena ley, me da lo mismo si es la Ley Valente en vez de la Ley Longueira, lo importante es que exista un compromiso del Estado de desarrollar la pesquería en general, porque no sacamos nada con hablar de modificar la Ley de Pesca si en unos años más no tendremos peces.
El proyecto del gobierno
El gobierno finalmente envió al Congreso un proyecto de ley corta para reformar la Ley de Pesca. Uno de los puntos clave de la iniciativa es que se elimina la renovación automática de las licencias, uno de los puntos que ha levantado más polémica.
Desde la industria, el contenido del proyecto generó inquietud. Así lo reflejó una declaración enviada por la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), firmada por su presidente, Osciel Velásquez.
“Como Sonapesca estimamos que (el proyecto) afecta los derechos históricos de nuestros asociados, por lo que analizaremos todas las vías disponibles para resguardar esta posición. Como federación gremial sostenemos que modificar la duración de las actuales licencias transables de pesca genera una expropiación, con implicancias complejas”, concluyò.