El 2017 también fue la primera empresa en aceptar la convocatoria de este banco para participar en una cosecha solidaria, experiencia que repitió este año en un predio cercano a...
El 2017 también fue la primera empresa en aceptar la convocatoria de este banco para participar en una cosecha solidaria, experiencia que repitió este año en un predio cercano a Cabrero (Mundo Acuícola).
Hace cuatro años, la compañía se convirtió en uno de las primeras colaboradoras estratégicas de Alimentos Biobío Solidario (ex Red de Alimentos), para ser parte de esta cadena que propicia la distribución eficiente de los alimentos.
El esfuerzo de 18 entusiastas voluntarios de la empresa Blumar y el deseo de los propietarios de un huerto de arándanos del sector El Progreso -ubicado entre Cabrero y Campanario- de donar parte de su producción al Banco de Alimentos Biobío Solidario se unieron en un caluroso día de febrero para materializar una productiva cosecha que será destinada a diferentes organizaciones sociales de la zona.
Las Cosechas Solidarias son una de las líneas de acción mediante las cuales esta peculiar institución favorece una distribución más eficiente de los alimentos. A ella se suma el “rescate” de productos que dejaron de ser comercializables -por su pronta fecha de caducidad o problemas en su presentación- desde plantas productoras y también desde la Vega Monumental, el principal terminal de frutas y verduras de Biobío.
Tan fructífero ha sido su labor, que durante 2017 el banco logró recolectar 570 mil kilos de alimentos que fueron distribuidos entre 38 organizaciones sociales -de las regiones del Biobío y Ñuble- que, a su vez, logran llegar con su ayuda a 31 mil personas que por diferentes circunstancias sufren algún tipo de vulnerabilidad.
“La primera empresa que apoyó nuestra iniciativa fue Blumar, en el año 2014. Este trabajo colaborativo no sólo incluye aportes a través de la Ley de Donaciones, sino que también la activa participación de sus colaboradores en nuestras actividades, como las cosechas solidarias que por segundo año consecutivo realizan con nosotros”, explica Clahudett Gómez, gerente de Alimentos Biobío Solidario.
La primera experiencia se llevó a cabo en marzo del 2017, en un predio de Quillón, donde colaboradores de Blumar recolectaron 2.800 kilos de uvas. Este año, los voluntarios lograron cosechar a través de una minuciosa y delicada faena, un total de 360 kilos de arándanos de la variedad Brightwell.
“Como Blumar estamos orgullosos de reafirmar el compromiso que tenemos con Alimentos Biobío Solidario con una segunda cosecha que, tal como ocurrió el 2017, fue muy valorada por los colaboradores de la empresa que participaron como voluntarios. Es una actividad que tiene una excelente convocatoria por los fines que persigue, que coinciden con nuestra política de vinculación con la comunidad, donde la voluntad de ayudar a quienes forman parte de nuestro entorno es una de nuestras principales preocupaciones”, asegura Felipe Hormazábal, jefe de Sostenibilidad de Blumar.
“Queremos que esta experiencia motive a otras empresas a sumarse a las cosechas solidarias. Blumar fue la primera, y esperamos que nos siga acompañando por muchos años, porque también es una oportunidad de convivencia para que los trabajadores compartan en un contexto distinto y se sientan contentos de ser parte de una compañía que con instancias como ésta demuestran su compromiso social”, añade la gerente del Banco de Alimentos.
Luis Sánchez es operador en la planta de harina de pescado de Blumar Coronel. Aunque no conocía la labor que realiza Alimentos Biobio Solidario, cuando su supervisor pidió voluntarios para la cosecha decidió participar en ella. “Más que sentir orgullo, esto para mí es gratificante, porque uno se siente partícipe de una buena obra. Nosotros no veremos a las personas que recibirán estos arándanos, pero, aunque sea a la distancia voy a estar pensando en el beneficio que esto traerá para ellos”, señaló.