Con la finalidad de aprender técnicas para extender la vida útil y valorizar sus productos y, al mismo tiempo, interiorizarse de aspectos normativos y sanitarios, los pescadores de tres caletas...
Con la finalidad de aprender técnicas para extender la vida útil y valorizar sus productos y, al mismo tiempo, interiorizarse de aspectos normativos y sanitarios, los pescadores de tres caletas de Atacama participan de los talleres organizados por AquaPacífico. La transferencia tecnológica se enmarca en el Programa Cultiva Mar de Corfo, que cuenta con los aportes del Gobierno Regional, CAP Minería y es ejecutado por Codesser (Mundo Acuícola).
La labor del pescador no termina cuando el producto llega a la caleta. Ahí recién comienza un proceso que, de hacerse con las medidas sanitarias y de conservación adecuadas, le va a permitir garantizar la inocuidad y valorizar los pescados y mariscos que comercialice.
Esa es la visión que buscan traspasar los talleres post cosecha y agregación de valor que AquaPacífico está impartiendo en el marco del Programa de Difusión y Transferencia Tecnológica (PDT) para el desarrollo de acuicultura de pequeña escala y agregación de valor a productos pesqueros, por parte de pescadores artesanales de la provincia de Copiapó y Chañaral, conocido como “Cultiva Mar”. Este programa cuenta con el financiamiento de Corfo, a través de los Fondos de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Atacama, además de los aportes de CAP Minería, y es ejecutado por Codesser.
La iniciativa tiene como objetivo transferir tecnología que les permita a los pescadores artesanales de las provincias de Copiapó y Chañaral, el desarrollo de Acuicultura de Pequeña Escala (APE) y agregar valor a los productos pesqueros, junto a la mejora en la comercialización de sus productos. Tal como destaca la directora regional de Corfo, Silvia Zuleta Alfaro, quien valora esta iniciativa que pone a disposición el Gobierno de Chile, para aumentar la competitividad de los pescadores beneficiados con este programa. “Es un gran anhelo del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, ya que de esta manera aumenta la competitividad, sustentabilidad e impacto social del sector pesca y acuicultura en Atacama. Existe un compromiso con el sector para apoyar su diversificación productiva y buscamos, a través de este tipo de iniciativas, que las organizaciones de pescadores agreguen mayor valor a sus productos y los comercialicen de mejor forma, utilizando más tecnología y nuevos procesos productivos”.
Por su parte, Axel Klimpel, director ejecutivo de AquaPacífico, señala que “el desarrollo integral de las comunidades costeras es fundamental dentro de nuestra visión de Acuicultura de Pequeña Escala (APE). Estamos orgullosos de participar en esta iniciativa de Corfo, que está alineada con la tan necesaria incorporación de capacidades, como el manejo post cosecha, que permite dar un mayor valor agregado a los productos de la pesca y de la acuicultura”.
Cambio de hábitos
Los talleres se están realizando en las caletas de Chañaral, Pajonales y Barranquilla, dividiendo contenidos teóricos y prácticos en tres etapas: 1) Uso de equipos, mantenimiento, higiene y control, en la parte teórica, y elaboración de pescado al vacío, en la parte práctica. 2) Preparación de pescado congelado en diferentes presentaciones (filete, medallón, HG, gourmet). 3) Moluscos y pescados seco-salados, y elaboración de lapa cocida al vacío.
Rocío Muñoz, nutricionista y técnico en cocina internacional y elaboración industrial de alimentos, está a cargo de impartir los talleres. La profesional cuenta que, en un principio, los miembros de las caletas “estaban reacios a la información y poco dispuestos a cambiar su manera de manipular el producto. No veían necesario, por ejemplo, tomar ciertas medidas sanitarias, si siempre lo habían hecho de otra forma, pero después les mostramos noticias de intoxicaciones y otros riesgos asociados a la alimentación, y cambiaron su predisposición”.
Por otra parte, la profesional explica que hubo que adaptar los talleres a las condiciones que tienen en su caleta, donde carecen de servicios básicos como agua potable (la reciben en camiones aljibes) y electricidad. “Se busca optimizar y aprovechar las instalaciones que poseen y demostrarles que hay medidas simples y económicas que pueden contribuir a la inocuidad del proceso y la extensión de la vida útil de su producto. Una selladora al vacío doméstica, por ejemplo, es una inversión mínima en comparación a la mayor ganancia que pueden obtener”, sostiene Rocío Muñoz.