"El reclamo contra mi columna de tener un "tono informativo, cuando no pasan de ser opiniones" justamente es su virtud, ya que ese es el modo de actuar en democracia", señaló el aludido.
«Asipes, en su publicación en revista Mundo Acuícola de fecha 1 junio de 2021, comete un grave error de lectura de mi columna, ya que ella está dirigida a los constituyentes elegidos recientemente para dar forma a la Nueva Constitución que se han comprometido a trabajar con la ciudadanía y de cara al país, los que alcanzarían casi al 80% de la Constituyente», indicado González.
Pablo Fernando González, PYME BIOTECNOLOGIA MARINA:
El reclamo contra mi columna de tener un «tono informativo, cuando no pasan de ser opiniones» justamente es su virtud, ya que ese es el modo de actuar en democracia y no de echar mano al cohecho de partidos políticos y de funcionarios públicos.
No cabe duda que a ASIPES le cuesta comprender lo que rodea el proceso constituyente que acabamos de votar la mayoría de los ciudadanos. En términos simples, estamos en un proceso de repensar el país, sus instituciones, la política y las prácticas democráticas, para avanzar en un nuevo contrato social: esto implica la discusión del modelo económico neoliberal, de un nuevo rol del Estado y sus instituciones (SUBPESCA, CORFO, IFOP, etc.), de una Nueva Constitución que garantice derechos (alimentación saludable, seguridad alimentaria, propiedad común de los recursos naturales, prioridad de los derechos medioambientales por sobre el derecho económico, etc.).
El impacto del consumo de 6,9 kgs. de pescados per cápita. Según estudios de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, la población chilena tiene gravísimas deficiencias a nivel de DHA y EPA, que afecta a embarazadas, adultos y a los jóvenes. Lo que se atribuye al bajísimo acceso al consumo de pescados azules ricos en omega 3 en fresco o congelado – caballa, jurel, anchovetas, sardinas-, los que casi no llegan a los supermercados y a las Ferias, lo que es parte de la experiencia diaria que viven la mayoría de los hogares de nuestro país, y que los socios de ASIPES desconocen ya que el acceso a la alimentación saludable de sus grupos familiares es el de las familias de los países ricos.
Vale el caso de la Merluza común el más apetecido y popular de los pescados de los hogares de nuestro país. Si los socios de ASIPES visitaran un supermercado comprobarían que el kilo de filete congelado alcanza los $ 6.980 pesos -foto encabezado de columna- lo que es prohibitivo para los sectores populares y la clase media. Por otro lado el socio de ASIPES que monopoliza la cuota de merluza del país reconoce en su página web que su participación alcanzó el 67,3% el año 2019, ello no cabe duda que debe llamar a la reflexión a los Constituyentes sobre la necesidad de normar el alcance de la propiedad de los recursos naturales que nos pertenecen a todos. Vale el caso de Escocia donde ningún grupo empresarial puede controlar más allá del 12% de una pesquería y la suma de todas las cuotas pesqueras en su poder no puede superar igual porcentaje. https://www.blumar.com/pesca
Sorprende que los socios de ASIPES sean los únicos que ignoran la devastación del mar chileno. En los últimos 20 años, vale el caso de la merluza común, según registros de la Subsecretaría de Pesca ésta autorizó cuotas de pesca que bordean un millón de toneladas, las que terminaron casi en su totalidad en la exportación y su captura se hizo con pesca de arrastre, pesquería que hoy se encuentra con diagnóstico de colapsada y que a lo largo de estos años dejó a miles de desempleados (pescadores artesanales y su entorno, comerciantes de ferias, etc.). Los autores de este desastre medioambiental nos quieren convencer ahora que el colapso sería de la autoría de la «pesca ilegal artesanal», la que no habría actuado sola ya que alguien debió comprar y comerse lo que capturó la pesca ilegal. Todo apunta a que nuestros hogares se habrían acostumbrado a abastecerse en el comercio clandestino de merluza común, una imaginación que supera la de García Márquez y su realismo mágico. https://www.lemondediplomatique.cl/merluza-colapsada-y-ahora-en-veda-compromete-a-subpesca-asipes-sonapesca-y-es
En este punto vale recomendar a ese gremio actualice su conocimiento del país, hoy en Chile tenemos a millones de jóvenes egresados de universidades e institutos profesionales, que comprenden que estos niveles de tergiversación de la verdad a los que recurre ASIPES es de personas incapaces de hacerse cargo de la realidad que los compromete. Vale recordar a ASIPES que estos fueron los que en forma mayoritaria votaron por constituyentes independientes de los partidos para asegurar una Nueva Constitución en favor del bien común, la biodiversidad y el resguardo medioambiental.
Negar la realidad política que está viviendo el país y aferrarse a los privilegios conseguidos con un modelo que solo favoreció a una pequeña élite, es lo que le nubla la razón a ASIPES. Mi columna apunta a multiplicar la inversión en ciencias y a favor de un Estado innovador (Mazzucatto, autora que les recomiendo su lectura) donde las universidades tienen un rol protagónico y no lo contrario como lo comprendieron y tergiversan. Que reprocha precisamente la nula inversión que tiene el sector privado en ciencias y en su dependencia de la importación de tecnología, en la misma línea que reclama la Armada junto a la Universidad Católica a propósito de impulsar la construcción naval continua en el país, con el apoyo del Estado. (ver PDF adjunto).