El pasado sábado 15 de enero zarpó desde el astillero de Asenav (Vadivia) el "Owurkan", primer barco de la compañía SalmoClinic.
«Agradecemos a todo el personal del astillero Asenav por transformar nuestras ideas en realidad, con una cuidada atención por los detalles», señalaron desde SalmoClinic, compañía que apunta a disminuir el impacto ambiental en los tratamientos terapéuticos en salmones con un uso eficiente de los pesticidas.
Finalmente, el pasado sábado 15 de enero zarpó desde el astillero de Asenav (Vadivia) el «Owurkan», primer barco para el control de Caligus y Amebiasis con bajo impacto ambiental.
«Con una tripulación de lujo, bajo el mando de su Capitán Cristian Dagnino, zarpó desde Valdivia para iniciar operaciones de apoyo a la industria del salmón. Deseamos buena navegación y mucho éxito en las operaciones a nuestro preparado y motivado equipo Salmoclinic», expresaron desde la compañía.
Dentro de las particularidades desarrolladas por SalmoClinic e implementadas en este primer barco, destaca la utilización de agua dulce obtenida por osmosis inversa -la que a diferencia del agua de mar- no es tolerada por los Caligus y no posee componentes orgánicos que puedan interferir en la función de los antiparasitarios.
Otro aspecto destacable de este proyecto es la implementación de un sistema de flujo continuo o lineal, donde el primer pez en entrar al baño es el primero en salir. Esto no solo permite asegurar que todos los peces reciban la cantidad precisa de antiparasitario, sino también mantener las características ambientales del baño lo más constantes posibles, evitando variaciones fuertes del medio y, con todo, hacer uso eficiente de los recursos naturales y químicos.
Finalmente, también posee una matriz especial que va capturando compuestos orgánicos, la que recibe una corriente eléctrica que genera iones hidroxilos muy reactivos, provocando la oxidación y degradación de los compuestos, con una taza sobre el 95% en términos generales.
La matriz se va limpiando continuamente, de esta manera se puede obtener un efluente sin materia orgánica. Al terminar, este último se mezcla con la salmuera y se obtiene un agua de mar reconstituida, sin antiparasitarios y con mínimas variaciones de salinidad respecto al medio circundante, pudiendo descargarse sin generar un impacto ambiental.