Reproducimos la columna de oponión del Dr. Erwin Plett, Directo de VAST Chile, sobre la medición de la huella de carbono en la salmonicultura.
La acuicultura chilena se posiciona como la tercera actividad económica más importante del país, con exportaciones valoradas en USD 6.462 millones durante 2023. Sin embargo, su crecimiento enfrenta un desafío crucial: alcanzar la carbono-neutralidad para asegurar su sostenibilidad a largo plazo, en línea con la Ley Marco de Cambio Climático. Así, le invitamos a leer la columna escrita por el Dr. Erwin Plett, donde analiza en profundidad estos desafíos y las acciones que la industria debe tomar para adaptarse a los nuevos estándares.
La acuicultura es la tercera mayor actividad económica de Chile, solo por detrás de la minería y la producción de frutas, con exportaciones valoradas en USD 6.462 millones en 2023. Para asegurar su sostenibilidad a largo plazo, uno de los desafíos principales es alcanzar la carbono-neutralidad, un objetivo clave establecido en la Ley Marco de Cambio Climático.
El 75% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) provienen del uso de energía, como electricidad, transporte, calefacción o refrigeración. Para reducir estas emisiones, es necesario medir y gestionar la huella de carbono, que incluye tres tipos de emisiones:
-Alcance 1: Emisiones directas generadas por el uso de combustibles en la industria.
-Alcance 2: Emisiones indirectas generadas por la producción de la electricidad comprada.
-Alcance 3: Emisiones indirectas relacionadas con actividades externas, como proveedores, transporte y distribuidores.
El desafío radica en que, aunque las emisiones de Alcance 1 pueden ser controladas directamente por la industria, las de Alcance 3, que representan una parte significativa, son más difíciles de gestionar, ya que dependen de proveedores, clientes y otros actores de la cadena de suministro. Esto incluye el transporte de productos terminados, que genera una gran cantidad de emisiones que finalmente son responsabilidad de la industria y se incluyen en la contabilidad de su huella de carbono.
El costo social de las emisiones en Chile es significativo. A partir de junio de 2024, el Ministerio de Desarrollo Social estableció que cada tonelada de CO2eq tiene un costo social de USD 63,4. Esto significa que, con 102 millones de toneladas emitidas en 2023, el costo social de las emisiones fue de aproximadamente USD 6.560 millones a nivel país, una cifra que no se refleja en los impuestos al carbono recaudados hoy, que alcanzan solo USD 138 millones. Cuando en el futuro los costos sociales se reflejen en la normativa tributaria (63,4 USD/ton CO2eq en vez de los actuales 5 USD/ton CO2eq), la industria salmonera estará expuesta a grandes riesgos financieros. Con este ajuste de impuestos al carbono, bajo la premisa “el que contamina paga”, la industria acuícola podría perder el 39% de su margen expresado como EBITDA. Reducir las emisiones es una manera efectiva de mitigar ese riesgo financiero.
Para reducir este riesgo inminente, es fundamental gestionar la huella de carbono, y el primer paso es medirla para cuantificar el desafío. Esta medición permite a las empresas acuícolas optimizar sus procesos, reduciendo emisiones y mejorando su competitividad en mercados internacionales que valoran productos sostenibles.
¿Qué hacer para reducir la exposición de la acuicultura a sus emisiones de GEI?
La primera medida necesaria es la medición de la huella de carbono, lo cual permite analizar la información y tomar decisiones informadas. En esta área, empresas como Xircular Zero Net juegan un rol clave, georreferenciando datos de la industria y poniéndolos a disposición de los tomadores de decisiones. Además, permiten a los clientes internacionales acceder a gráficos que muestran en tiempo real los avances en huella de carbono, huella hídrica y otros parámetros de sostenibilidad, lo que mejora la transparencia de las operaciones y da confianza a los clientes internacionales.
En el reciente NetZero Salmon Summit, se presentaron acciones concretas para reducir las emisiones de GEI. Empresas como Luxmeter, Evoy Chile y VAST Chile demostraron cómo la electromovilidad marina —mediante el uso de motores eléctricos en embarcaciones— puede reducir significativamente las emisiones y el ruido.
Además, la implementación del hidrógeno verde como fuente de energía eléctrica en procesos como el fotoperiodo o los pontones de alimentación promete eliminar la dependencia de combustibles fósiles, lo que representa una gran oportunidad para avanzar hacia la sostenibilidad.
Con un abanico de soluciones tecnológicas disponibles, es urgente que la industria acuícola tome decisiones rápidas para adaptarse a estos nuevos estándares, ya que la sustentabilidad es un atributo de calidad cada vez más demandado por los consumidores internacionales. Medir, gestionar y reducir la huella de carbono será clave para asegurar la competitividad y sostenibilidad a largo plazo de la industria salmonera chilena.