Según la Organización No Gubernamental, la resistencia bacteriana se ha visto incrementada por el uso excesivo de antibióticos en humanos y en la industria animal (Mundo Acuícola). A través de...
Según la Organización No Gubernamental, la resistencia bacteriana se ha visto incrementada por el uso excesivo de antibióticos en humanos y en la industria animal (Mundo Acuícola).
A través de un video animado, https://youtu.be/QWET-lOWxEA la organización de conservación marina Oceana, alerta sobre los efectos que la resistencia bacteriana podría tener en la salud. Este fenómeno natural se ha visto incrementado por el uso excesivo de antibióticos en humanos y en la industria animal y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sería la primera causa de muerte en el mundo al año 2050 si no se toman medidas inmediatas.
“La OMS estableció claramente que el uso inadecuado de antibióticos en la producción animal sí puede contribuir a generar resistencia bacteriana”, señaló Javiera Calisto, directora de la Campaña de Contaminación Marina de Oceana. “La industria salmonera es la que más utiliza antibióticos en Chile, por lo que es urgente que se le exija una reducción significativa e inmediata de estos medicamentos”, agregó.
De acuerdo a la OMS, la resistencia bacteriana será el principal problema de salud mundial, superando incluso al cáncer, y provocando que algunos procedimientos médicos como el trasplante de órganos, cesáreas, quimioterapias y el tratamiento de la diabetes se conviertan en intervenciones de altísimo riesgo. Actualmente, más de 700 mil personas mueren producto de infecciones resistentes a los antibióticos, pero se espera que para 2050 esta cifra aumente a más de 10 millones.
Si bien el salmón que se comercializa en Chile y en los principales mercados a los que se exporta, como Estados Unidos, Japón y Brasil, no tiene trazas de antibióticos, el problema de la resistencia persiste en los lugares donde se produce, es decir, en las regiones de Los Lagos y Aysén, siendo los trabajadores de los centros productores y los habitantes de las localidades cercanas a ellos, los primeros potenciales afectados.
“Hacemos un llamado a los consumidores nacionales e internacionales a tomar conciencia e informarse sobre la forma en que las distintas empresas de salmón chileno producen lo que llevan a sus mesas”, declaró Calisto. “Para ello es esencial tener mayor transparencia por parte de la industria sobre la cantidad de antibióticos que usa en su producción”, añadió.
En octubre de 2018, Oceana Chile organizó el seminario internacional “Salmonicultura y antibióticos: riesgos para la salud humana”, donde expertos en resistencia bacteriana y salmonicultura de Estados Unidos, Noruega y Chile coincidieron en que el uso excesivo de antibióticos en la producción de salmones contribuye a aumentar la resistencia de las bacterias a la acción de estos medicamentos y potencialmente afectar la salud humana.
La resistencia bacteriana es la capacidad que tienen las bacterias de sobrevivir a la acción de los antibióticos, proceso que se ha acelerado por el uso inadecuado que se hace de ellos. Las bacterias pueden volverse resistentes a través de mutaciones de genes que se dan de forma natural, pero que se ven aumentadas ante la presión selectiva ejercida por los antibióticos, o por la adquisición de genes de resistencia de otro microorganismo ya resistente, la cual puede llegar al ser humano a través de los alimentos, el medio ambiente y el contacto directo humano-animal.
Actualmente existe un proyecto de ley en el Parlamento que será discutido en las próximas semanas, que busca que la información respecto al uso de antibióticos de forma desagregada por empresa y centro de cultivo sea pública a través de Sernapesca.