El 90% del desembarque de reineta se concentra en el Puerto de Lebu. Desde allí se comercializa y abastece este alimento a todo el país. Hace unos días la Subsecretaría...
El 90% del desembarque de reineta se concentra en el Puerto de Lebu. Desde allí se comercializa y abastece este alimento a todo el país.
Hace unos días la Subsecretaría de Pesca anunció nuevos cupos de inscripción para capturar reineta, pero ¿qué significa eso en términos concretos? La principal medida de regulación pesquera en nuestro país, es la inscripción que da derecho a ejercer la actividad sobre un recurso hidrobiológico que es patrimonio del país, pero que es también de interés comercial.
Sernapesca es el organismo que lleva este registro pesquero, donde se individualizan a los dueños de embarcaciones artesanales, pescadores/tripulantes, buzos mariscadores, algueras y recolectores de orilla, que cuentan con la autorización legal para realizar la actividad.
Para apoyar el resguardo de las especies, el registro pesquero está hace muchos años cerrado. Es decir, no hay más permisos para que nuevos pescadores se sumen. La única opción de acceder, por tanto, es comprar millonarios permisos de pesca a usuarios ya vigentes, o bien, acceder a los denominados corrimientos de listas de espera o vacantes de las pesquerías.
Fue así como 509 personas accedieron a inscribir este mes la reineta. Se estima que por cada armador con su embarcación, trabajan unas 4 o 5 personas más, por tanto el beneficio, es mucho más amplio que las 509 nuevas vacantes. El impacto de estos nuevos cupos para trabajar en la reineta es realmente destacable. Significa que hay más de 2 mil familias que van a mejorar sus condiciones económicas.
Marcia Castro, de Lebu, es una mujer encarnadora, de esas que preparan el espinel que es el arte de captura de la reineta. Ella fue una de las beneficiadas de la región del Biobío. «Estamos muy felices como familia. En este tiempo, de verdad que para nosotros, es como que nos regalen una mina de oro, por todas las posibilidades que se abren. Nuestra embarcación con la autorización para reineta permitirá dar trabajo a más gente. Y por supuesto, no queremos que esa mina de oro se agote. A mí me da miedo pensar que la reineta puede agotarse, por eso espero que puedan tomarse las medidas necesarias de resguardo del recurso a tiempo» sostuvo.
Jorge Shaaf, es un joven pescador de Niebla, Región de Los Ríos. Heredó el oficio de su padre y desde que terminó el colegio trabaja en la captura de sierra. «El problema es que la sierra se desaparece 3 o 4 meses de nuestra costa, y ahí quedamos de brazos cruzados, así que esta noticia de vacante de la reineta en el registro pesquero, es realmente un gran alivio. Yo postulé porque quería regularizarme para trabajar tranquilo y además optar a un mejor precio del recurso».
Nelson Martínez, pescador artesanal de Lebu, desde los 12 años trabaja en el mar y no daba más de la emoción cuando le avisaron que era uno de los nuevos inscritos para pescar reineta. «Yo estoy muy agradecido, hace mucho tiempo que buscaba la forma de poder alcanzar este recurso para no trabajar fuera de la ley. Para mí es muy importante porque significa que ahora trabajaré tranquilo. Voy a salir a la reineta con la frente en alto por el bienestar de mi esposa y de mis hijos. Esta es una bendición que me emociona mucho».
Nelson espera que otros compañeros suyos también puedan acceder a más cupos para inscripción de reineta en un futuro, eso sí, tiene claro que para que eso ocurra deben comprometerse con el cuidado y sustentabilidad de esta pesquería. «Mi pensamiento para cuidar la reineta es que todos tomemos conciencia, este recurso es lo último que nos está quedando acá en la zona junto a la jibia. Nosotros como pescadores debemos cuidarlo, no extraer exageradamente. Yo en lo personal me comprometo a cuidarlo, cumplir con todas las regulaciones, declarar al Sernapesca mi captura. Quiero que mis hijo y nietos conozcan el recurso».
La directora de Sernapesca Alicia Gallardo, valoró también esta noticia. «Quisiera felicitar a los nuevos armadores artesanales que pasan a formar parte de la gran flota reinetera, una de las más numerosas y productivas del país y Latinoamérica. Pero también, aprovecho de destacar a los funcionarios de Sernapesca, pues no hay que olvidar que la tramitación se sacó adelante cuando estábamos en tiempos de estallido social, en plena implementación de la certificación de desembarques en la zona centro y sumémosle la tensión mundial del coronavirus. Esto demuestra que somos un equipo muy comprometido y capaz de realizar procesos extraordinarios en beneficio de nuestros usuarios», sostuvo Gallardo.
El 90% del desembarque de reineta se concentra en el Puerto de Lebu. Desde allí se comercializa y abastece este alimento a todo el país. Esta flota no ha parado de trabajar pese a la pandemia por Covid – 19. Saben que son un sector económico estratégico. Los pescadores necesitan trabajar y los chilenos necesitan ser abastecidos de alimento rico y saludable.