Hasta ahora, pocos estudios demostraban que las cianobacterias marinas no obtenían solo alimento a partir de la fotosíntesis. Una revisión de estudios confirma que estos organismos también incorporan compuestos orgánicos...
Hasta ahora, pocos estudios demostraban que las cianobacterias marinas no obtenían solo alimento a partir de la fotosíntesis. Una revisión de estudios confirma que estos organismos también incorporan compuestos orgánicos del medio ambiente (Agencia Sinc).
Las cianobacterias marinas son organismos unicelulares que colonizaron los océanos hace millones de años. A través de la fotosíntesis, elaboran materia orgánica utilizando sustancias inorgánicas. Las cianobacterias Prochlorococcus y Synechococcus son los organismos fotosintéticos más abundantes en la Tierra y generan una parte importante del oxígeno necesario para la vida, convirtiendo a los océanos en el verdadero pulmón del planeta.
A pesar de la relevancia de las cianobacterias marinas en el origen y mantenimiento de la vida, aún nos queda mucho por saber de ellas. Hasta ahora, se pensaba por ejemplo que Prochlorococcus, descubierta en los años 80 por la profesora Sallie W. Chisholm, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), solo obtenía su alimento a partir de la fotosíntesis (como organismos autótrofos).
Sin embargo, también se había demostrado que toman compuestos orgánicos del medioambiente. Esta hipótesis la corrobora ahora una revisión, publicada en The ISME Journal, de diferentes estudios que desde principios de este siglo han aportado evidencias de que estos organismos no solo obtienen el alimento de la fotosíntesis, sino que también son capaces de ‘comer’ aquello que les interesa dentro de lo que les ofrece el medio.
Los investigadores del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Córdoba estudiaron el mecanismo de transporte de glucosa de las cianobacterias marinas. Demostraron así que cuando encuentran compuestos de este tipo que son interesantes para su alimentación, como glucosa, aminoácidos o compuestos que contienen hierro, azufre o fósforo, estos organismos los toman y consiguen ser más competitivos.
Un cambio de concepto determinante
El estudio de las vesículas (pequeños compartimentos que almacenan compuestos) que esparcen las cianobacterias marinas también ha apoyado este descubrimiento: las vesículas contienen compuestos orgánicos que pueden alimentar a otras bacterias, por lo que se evidencia la importancia del uso de compuestos orgánicos en estos microorganismos.
Este cambio de concepto es determinante a nivel ecológico ya que ayuda a completar el conocimiento de los ciclos de elementos como el carbono, el hierro, el fósforo o el nitrógeno. El papel esencial que desempeñan las cianobacterias a la hora de producir oxígeno necesario para la vida y secuestrar el dióxido de carbono sobrante en la atmósfera se ve reforzado por esta revisión de su alimentación.
Si las cianobacterias tienen más ventaja al aprovechar la glucosa y demás compuestos orgánicos que toman del medio, la vida en la Tierra también se aprovecha de esas ventajas.