Consejo para la Transparencia había ordenado que todas las salmoneras entregaran a Oceana los datos sobre su uso de antibióticos entre los años 2015, 2016 y 2017. Se espera que...
Consejo para la Transparencia había ordenado que todas las salmoneras entregaran a Oceana los datos sobre su uso de antibióticos entre los años 2015, 2016 y 2017. Se espera que en las próximas semanas se vote proyecto de ley que busca hacer obligatoria la publicación mensual del uso de antibióticos y biomasa producida por empresa y centro de cultivo (Mundo Acuícola-Oceana).
Como lamentable y un mecanismo dilatorio en la entrega de la información calificaron desde la organización de conservación marina, Oceana, la actitud de Marine Harvest Chile, actualmente Mowi Chile, que la semana pasada presentó un recurso de inaplicabilidad ante el Tribunal Constitucional (TC). La empresa noruega busca dejar sin efecto la sentencia del Consejo para la Transparencia que le obligaba a entregar las cifras sobre su uso de antibióticos entre 2015 y 2017, siendo la única del rubro en recurrir a esta instancia.
“Es lamentable la actitud de Marine Harvest considerando que, con esto, lo único que hace es retrasar la entrega de información y negar el legítimo acceso que los consumidores tienen de saber cómo se produce el salmón en el sur del país”, señaló Javiera Calisto, Directora de la Campaña de Contaminación Marina de Oceana Chile. “El proyecto de ley que hoy se tramita en el Congreso busca que la información esté de forma actualizada y permanente para el público, evitando situaciones como esta” agregó.
El proyecto de ley al cual se hace referencia, estipula que las salmoneras deben entregar los datos de producción y uso de antibióticos de forma desagregada, por empresa y centro de cultivo al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), organismo que tendrá la obligación de publicarlos para que toda persona natural tenga libre acceso a ellos.
En febrero de 2018, Oceana solicitó a Sernapesca, vía ley de transparencia, la cantidad y clase de antibióticos utilizada por empresa y por centro de cultivo, junto con la biomasa producida durante los años 2015, 2016 y 2017. De un total de 24 compañías, 18 se negaron a entregar los datos, tras lo cual Oceana recurrió al Consejo para la Transparencia, entidad que determinó en agosto pasado que la información era de carácter público, dándole la razón a la organización de conservación marina.
Tras la resolución, la mayoría de las empresas acataron el dictamen, permitiendo que Oceana accediera a la información, a excepción de Marine Harvest y Ventisqueros que interpusieron reclamos de ilegalidad ante la Corte de Apelaciones, mientras que la compañía noruega sumó además el recurso de inaplicabilidad presentado al TC, el que aún no ha sido admitido.
“Luego de muchos años de disputas judiciales, varias empresas de la industria han entendido la importancia de la transparencia y han entregado la información a través de la autoridad fiscalizadora que es como debe ser”, afirmó Calisto. “Pero para poder dimensionar el real estado del uso de antibióticos se necesita el compromiso de toda la industria”, añadió.
Marine Harvest es parte de la Global Salmon Initiative, agrupación que tiene 15 miembros que operan en ocho países y que tiene dentro de sus tres principios fundamentales, la transparencia. “Es totalmente contradictorio que esta empresa integre este grupo internacional que dice velar por la sustentabilidad y la transparencia cuando en Chile hace justamente lo contrario a lo que declaran”, acusó Calisto. “Por ejemplo, Salmones Blumar, otra empresa de la agrupación, accedió desde un comienzo a la entrega de la información realizada por Oceana, siendo coherente con los principios que declaran”, sentenció.