Las técnicas de secuenciación genética de vanguardia aplicadas a muestras de piel de estos animales proporcionaron información vital para la identificación de especies, el sexo y la estructura genética de las poblaciones.
La investigación, titulada “Genetic Analysis as a Tool to Improve the Monitoring of Stranded Cetaceans in Chile», fue publicada en la revista Biology y llevada a cabo por un equipo multidisciplinario liderado por investigadores del Laboratorio de Ecología Molecular de la Universidad de Chile y del Instituto Milenio Biodiversity of Antarctic and Subantarctic Ecosystems (BASE), junto con científicos del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), del Centro Eutropia, de la Escuela de Medicina Veterinaria de Universidad Mayor y del Centro de Ciências do Mar (CCMAR) de Portugal.
Los cetáceos, incluyendo ballenas y delfines, se encuentran entre las especies más amenazadas del océano, siendo el levantamiento de información que permita identificar y comprender estas amenazas, crucial para su monitoreo y establecimiento de estrategias de conservación. “Los varamientos, junto con ser eventos de preocupación en Chile y el mundo, son una valiosa fuente de información, por lo que los esfuerzos deben estar, en aprovechar estas instancias para tomar datos complementarios y de calidad”, menciona la Dra. María José Pérez Alvarez, investigadora de la U. Mayor, Instituto Milenio BASE y Centro de Investigación Eutropia.
El enfoque tradicional para el estudio de los varamientos implica principalmente exámenes externos y observaciones visuales de los animales varados. Sin embargo, esta metodología no siempre proporciona información suficiente para determinar la especie y el sexo de estos, puesto que mucho depende del estado de descomposición y/o integridad de los individuos. Sin embargo, esta información es indispensable para entender las causas subyacentes y tomar medidas efectivas para prevenir futuros varamientos. Aquí es donde entra en juego el análisis genético (el proceso de examinar ADN).
“En relación a la identificación de especie, el desafío radica en poder identificar características morfológicas en cuerpos que muchas veces están bastante descompuestos. Además, hay especies de cetáceos que son poco conocidas y no todas las personas que acuden a los varamientos las conocen. Esto hace que la identificación de especies en el campo tenga un potencial grado de error” señala el Dr. Carlos Olavarría, especialista en mamíferos marinos de CEAZA.
“Sobre la identificación de sexo, la dificultad radica, primero, en que hay poco dimorfismo sexual en la mayoría de las especies de cetáceos, lo que hace que tanto en vida libre como cuando varan, no sea tan sencillo identificar su sexo. Y segundo, cuando el estado de descomposición es tal que no es posible examinar el área genital”, agrega.
A escala nacional
En cuanto al procedimiento, el Dr. Olavarría relata que “las muestras que se usaron fueron colectadas por funcionarios de SERNAPESCA a lo largo de todo el país, quienes son los responsables de acudir a varamientos de cetáceos y registrar la mayor cantidad de información, entre ello colectar muestras biológicas”.
“Es importante ya que para un efectivo manejo es necesario saber quien está siendo afectado. Han habido eventos donde la identificación de la especie ha permitido conocer por ejemplo que la mortandad más grande de ballenas alguna vez registrado afectó exclusivamente a ballenas sei”, destaca el experto.
Ricardo Sáez, encargado de la Unidad de Conservación y Biodiversidad de Sernapesca, explica que “se hace un despliegue territorial a propósito de los eventos de varamientos de cetáceos, los funcionarios toman una muestra de piel que se envía al laboratorio de Ecología de la Universidad de Chile. Esto nos permite a nosotros obtener datos relevantes en cuanto a la certeza de la identificación de una especie. Es decir, si corresponde un ejemplar macho o hembra, específicamente, esto nos permite a nosotros como servicio hacer las correcciones pertinentes en la base de varamientos. Es una base que el servicio dispone para toda la comunidad, en especial a la comunidad científica, en su sitio web para que puedan consultarla y gatillar publicaciones científicas con especies varadas en nuestras costas”.
Se recopilaron muestras de piel de cetáceos varados en diferentes ubicaciones de la costa chilena. Luego, aplicaron técnicas de secuenciación genética de vanguardia para analizar el ADN de los animales. Si bien, la información que complementa directamente los datos de cada varamiento son la identificación de especie y sexo del individuo, también se puede desprender información crucial sobre la estructura genética de las poblaciones de cetáceos, su diversidad genética y las relaciones entre las diferentes poblaciones para estudios posteriores.
Avances en conservación
En cuanto a los hallazgos, el Dr. Olavarría indica que “17 especies fueron identificadas en este estudio, de las cuales seis, presentan algún grado de preocupación en relación al estado de conservación, destacando la ballena franca austral que se considera En Peligro Crítico”.
Otro ejemplo es el caso de la marsopa espinosa (Phocoena spinipinnis), pequeño cetáceo endémico de las costas de Sudamérica y que está catalogada como casi amenazada (Near Threatened, según Red List de la IUCN). “Como en general ocurre con los pequeños cetáceos, sus amenazas actuales se asocian a la captura incidental por enmalle en redes de pesca. Cinco ejemplares varados en las costas de Chile fueron identificados como marsopa espinosa y a pesar de que se considera una especie común, existen muy pocos estudios sobre sus tendencias poblacionales y menos aún, estudios genéticos”, señala Francisca Rodríguez Opazo, investigadora doctoral de la Universidad de Chile y el Instituto Milenio BASE.
Por consiguiente, “la aplicación de herramientas moleculares tiene el potencial de proporcionar información vital para las autoridades encargadas de la conservación marina en Chile. Información básica como la especie, sexo e inclusive, estructura etaria de los individuos varados, es crucial puesto que permite evaluar si hay amenazas que estén afectando a alguna especie en particular o bien a algún sexo específicamente, lo cual tiene implicancia directa en la conservación de la especie. Lo anterior también ayuda a comprender mejor las causas de los varamientos y planificar estrategias de conservación que consideren medidas más efectivas en determinadas especies, particularmente aquellas en peligro”, indica la Dra. Pérez-Alvarez.
Los científicos involucrados en esta investigación subrayan que es clave continuar y expandir el uso del análisis genético en el monitoreo de cetáceos varados. “Esperamos que este estudio muestre la importancia de colectar sistemáticamente información biológica de los cetáceos varados, y que se establezca como procedimiento ante cualquier evento”, concluye el Dr. Carlos Olavarría. “Adicionalmente la colaboración inter-institucional es primordial para poder proyectar estos tipos de monitoreos informativos en el tiempo”, añade la Dra Pérez-Alvarez.
Finalmente Sebastián Kraft, investigador doctoral del Centro de Ciências do Mar (CCMAR), Universidade do Algarve de Portugal, destaca la importancia de aprovechar estas instancias para otro tipo de investigaciones complementarias, “como por ejemplo, análisis tróficos mediante el uso de isótopos estables u ácidos grasos o incluso toxicológicos, detectando tipos de contaminantes, su concentración y el efecto que tiene sobre el ejemplar. Estas herramientas, al igual que los análisis genéticos, se pueden aplicar a los eventos de varamientos cumpliendo los protocolos necesarios, con el objeto de enriquecer la información levantada y la evaluación de las potenciales causas de estos varamientos”.