Si bien su presencia no se puede erradicar, es posible tomar medidas para su control, según lo indicado por expertos.
En el marco del seminario web «Especies Exóticas Invasoras: desde una mirada integral”, organizado por Sernapesca, la Dr. Alejandra Oyanedel, del Instituto de Fomento Pesquero IFOP abordó el trabajo realizado por el programa “Monitoreo de la especie plaga Didymosphenia geminata en cuerpos de agua de Chile centro, sur y austral”.
El Didymo (Didymosphenia geminata) es una diatomea (alga microscópica) de células muy grandes en relación a otras algas, capaz de formar un paño o cobertura de color café amarillento o blanquecino, de aspecto algodonoso y resistente al tacto, en los sustratos de ríos y lagos.
Investigaciones realizadas indicarían el impacto de esta especie en la rama trófica en estos cuerpos de agua y la biodiversidad de especies, mientras que si bien sus consecuencias a nivel económico aún son tema de estudio, se proyectan consecuencias respecto a actividades como el turismo y la especie recreativa.
Así lo manifestó la Dr. Alejandra Oyanedel, investigadora del Instituto de Fomento Pesquero IFOP y encargada nacional del Programa de Monitoreo de esta plaga, quien durante la instancia precisó algunas características propias de la especie.
“El didymo habita típicamente en aguas frías, bien oxigenadas y con baja cantidad de nutrientes. Su particularidad es que a diferencia de otras microalgas, cuando existe una baja de nutrientes en el agua el es capaz de aprovechar esta situación para proliferar de manera masiva”, explicó Oyanedel.
Asimismo, la investigadora precisó que, dado que se tienen registros de esta alga en algunas zonas del hemisferio sur como como Oceanía, Argentina y Chile, se trataría de una especie exótica invasora.
Investigación
“El año 2010 se detectó Didymo en la región de Los Lagos y se declaró como especie de plaga por la autoridad. Desde entonces, se mantuvo una actividad de prospección para conocer la localización de esta alga, pudiéndose conocer más sobre su distribución, hasta que finalmente el año 2016 el IFOP toma parte en el monitoreo del Didymo con alcance nacional”, relató la investigadora.
Este estudio nacional se ha enfocado entre las regiones del Maule y Magallanes, con el objetivo de trazar líneas de investigación, mantener actualizada la distribución geográfica y conocer la dinámica espacio temporal del Didymo, así como también analizar su relación con macro invertebrados, algas y peces.
“El monitoreo se basa en campañas de primavera-verano y otoño-inverno. Entre octubre de 2020 y enero 2021 logramos muestrear 173 estaciones y prospectamos 25 sitios de lo largo de todo el territorio de muestreo”, destacó Oyanedel.
“Al respecto se tiene el consenso que el mayor vector somos las personas que estamos en contacto con cursos del agua. Es decir, personas que investigamos, realizamos deportes acuáticos o que pescamos”, indicó Oyanedel.
Asimismo, se reconocen otros vectores como el castor o el visón que pudiesen ayudar a la dispersión de esta plaga”, complementó.
En definitiva, se trata de una plaga que no se puede erradicar, sin embargo si se puede trabajar en controlar su dispersión.
Control
“Dada la distribución actual de esta especie, su potencial para invadir nuevos sistemas acuáticos y que es una plaga, las acciones que tienden a prevenir su dispersión cobran relevancia. Todas las personas que hacen uso de las aguas para el desarrollo de actividades de recreación, investigación, productivas y de subsistencia, deben aplicar medidas de bioseguridad básicas: remover, lavar y secar, indicadas por SERNAPESCA. Especialmente, si las personas tienen la capacidad para desplazarse hacia sistemas distintos, distantes y en un corto tiempo. Adicionalmente, es recomendable utilizar botas vadeadoras de PVC sin antiadherente textil ya que permiten un lavado eficiente con soluciones cloradas y un secado rápido, impidiendo simultáneamente que las células de Didymo se alojen en las fibras y sean transportadas hacia otros sistemas libres de plaga. También se recomienda el uso de una solución de detergente y cloro comercial, escobillas plásticas rígidas para lavar, y enjuagar todos los implementos con agua limpia. Finalmente, se insta a las personas a consultar cuáles son los ríos y lagos que están contenidos en las declaraciones de áreas de plaga, a la observación de su entorno y a denunciar la presencia de esta plaga” explicó Oyanedel recientemente a IFOP.