» La calidad de la investigación es fundamental para dar una asesoría que esté a la altura” Entrevistamos al director ejecutivo de IFOP, Luis Parot, Ingeniero pesquero de la Pontificia...
» La calidad de la investigación es fundamental para dar una asesoría que esté a la altura”
Entrevistamos al director ejecutivo de IFOP, Luis Parot, Ingeniero pesquero de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), quien nos contó sobre su primer año dirigiendo la institución, y sobre los nuevos desafíos que enfrentan.
Según explica Parot, el IFOP es una organización que cumple 55 años de vida, creada en alianza público privada, dedicada inicialmente al fomento, al desarrollo de las actividades económicas asociadas al mar, a la pesca y acuicultura. “Al día de hoy, dedicada fundamentalmente a la investigación y a la generación de conocimiento de valor público, que le permite, al Estado, tomar decisiones fundadas científicamente”, comenta el director ejecutivo del Instituto de Fomento Pesquero.
En su opinión, el primer año que lleva a cargo de la institución ha sido muy motivador y estimulante. “IFOP es una institución particularmente relevante en la estructura institucional que tiene el país, al hacerse cargo de los desafíos que implican la pesca y la acuicultura en particular.
¿Cuáles han sido las principales líneas de acción de este último año?
Para una organización como ésta, el propósito permanente es mejorar la calidad y consistencia de la asesoría que, por ley, tiene que entregarle, al Estado de Chile, a través de la Subsecretaría de pesca.
La calidad de la investigación es fundamental para dar una asesoría que esté a la altura, de modo que lo primero que tenemos que hacer, como institución, es funcionar de manera consistente, ser muy eficientes, muy efectivos en la toma de datos, en el análisis de los datos, y en la calidad de la asesoría oportuna que entregamos a la Subsecretaría.
Estamos haciendo el esfuerzo, primero, por hacer mejor el trabajo que nos exige la ley; segundo, por vincularnos mejor con la comunidad y con las regiones; tercero, descentralizar el instituto de modo que no parezca como una institución demasiado concentrada en Valparaíso, sino que también tengamos, tanto decisiones, como recursos distribuidos en cada una de las sedes regionales, de Arica a Punta Arenas.
¿Se ha avanzado en la descentralización de IFOP?
Mantenemos una presencia importante a nivel de regiones, estamos incentivando la relación de IFOP en el desarrollo de investigación aplicada a los territorios locales, con programas en Aysén, Coquimbo y Punta Arenas. Prácticamente, fortaleciendo el rol del instituto en todas las regiones de carácter descentralizado. En cada región, buscamos interactuar y tener mucha más cercanía con los gobiernos locales, con las intendencias y los gobiernos regionales.
En Arica, por ejemplo, acabamos de abrir, de nuevo, nuestra sede, con un encargado oficial. En Talcahuano, acabamos de incorporar un post doctor jefe de la base, entonces estamos haciendo un proceso de descentralización, de mejoramiento de las competencias y habilidades profesionales de nuestros científicos, investigadores y jefes de sede.
¿Se está avanzando además en la renovación del Abate Molina?
El Abate Molina va a cumplir 30 años de funcionamiento ininterrumpida, está ya en su etapa final de vida útil y, a pesar de que es un barco que se encuentra en buenas condiciones operativas, claramente es como tener un auto antiguo que funciona, carece de tecnología, de estándares que hoy día se exigen.
El gobierno decidió invertir en dos barcos nuevos, de los cuales hay uno costero, que se está trabajando con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura. Ellos están encargados de su materialización, nosotros estamos prestando nuestra asesoría para que ese proceso sea exitoso, vamos a tener 2 barcos nuevos que se suman al abate Molina. En 2 ó 3 años, tendremos una flota nueva, en lo que es estructura de investigación pesquera y oceanográfica.
¿En qué etapa se encuentra en estos momentos?
Actualmente, hay uno que está en diseño, que es un barco costero, de tamaño mediano, con menos de 30 metros, con 2,5 metros de calado, con habilidades pesqueras y oceanográficas para desarrollar investigación en aguas costeras y aguas interiores, esa será su especialización, lo que hoy el Abate Molina, por sus características, no puede hacer.
¿Y la segunda embarcación?
Se está trabajando en el diseño, pero es un tema que está a cargo de la Subsecretaría de Pesca. Ellos son los armadores, ellos son los propietarios, nosotros estamos colaborando desde la experiencia que tenemos institucionalmente y apoyando para que esto se materialice.
Respecto al aniversario, ¿qué nos puede contar de estos 55 años que está cumpliendo IFOP?
Que nos pilla con un tremendo desafío. Primero, cambiarnos el nombre, porque es algo antiguo, se llama Instituto de Fomento Pesquero y, desde hace mucho tiempo, aquí no se hace fomento. Lo que nació como una institución dedicada a abrir oportunidades, a impulsar actividades económicas asociadas al mar, a la acuicultura, etc., eso ya se dejó de hacer hace mucho tiempo. Hoy día, IFOP es un centro de investigación y lo que queremos, de alguna manera producir (en un proceso que ya estamos iniciando), es un cambio paulatino hacia una denominación que recoja mucho mejor el quehacer actual.
De modo que nos encuentra en una posición que está bastante consolidada, pero necesitamos dar un paso más decidido a ocupar un nicho en el mundo de la investigación pesquera y marítima, en la posición internacional en la institucionalidad que existe en Chile, que la gente reconozca más al Instituto y la importancia de su función, tenemos ahí una tarea pendiente.
¿Y ya tienen una propuesta de nombre para IFOP?
Propuesta no, tenemos un proceso que ya fue aprobado por nuestro último consejo directivo, vamos a ver un tema interno primero para saber la opinión de nuestra gente, no hay que olvidar que estamos distribuidos de Arica a Puerto Williams, tenemos alrededor de 650 profesionales.
La Ley General de Pesca y Acuicultura vigente, posicionó a IFOP, lo consolidó, dándole un rango legal en cuanto a su función, le dio una estabilidad y una responsabilidad muy importante. Ahora nosotros aspiramos a que esa asesoría se extienda no solo al programa de seguimiento, sino que además incluya un aspecto más amplio, con una mirada ecosistémica, entendiendo que los recursos tienen una relación muy estrecha entre sí. Si se acaba la anchoveta, se produce un desajuste de todos los animales que comen anchoveta, una reacción en cadena. Yo tengo que calcular la cantidad de anchoveta que puedo sacar, pensando en que tengo que dejar anchoveta para que se reproduzca, para que alimente a otros peces, hay toda una cadena trófica, una relación entre especies que es muy importante.
¿Cuál es su impresión respecto al estado actual de las pesquerías en Chile?
Hace 15 a 20 años atrás, hasta ahora, se ha producido un colapso de la pesquería en Chile y eso no lo podemos olvidar porque los vestigios de ese colapso están. Más de 500 embarcaciones, a lo largo de todo Chile, tuvieron que salir de la pesquería y, hoy en día, estamos haciendo un esfuerzo muy importante por recuperar parte de la magnitud de esa tremenda riqueza que tenía Chile. Hoy día hay una mayor conciencia de la necesidad de conservación, de una explotación de manera racional y sustentable, y el Estado tiene que tener un rol regulatorio muy relevante.
¿Hay algo que quiera agregar?
Solo decir que las decisiones que tienen que ver con administración pesquera nunca son fáciles, porque involucran la opinión de científicos, pero, al mismo tiempo, la opinión de pescadores, industriales, de trabajadores y del mundo que está ahí. Es muy importante que la opinión científica tenga una protección, que su opinión sea considerada y protegida.
Katherine Silva A.
Revista Mundo Acuícola