A pesar de la extensión y riqueza en recursos marinos de las costas de Chile, no se tenía conocimiento respecto a cuánta cantidad de omega 3 poseen los peces que...
A pesar de la extensión y riqueza en recursos marinos de las costas de Chile, no se tenía conocimiento respecto a cuánta cantidad de omega 3 poseen los peces que consumimos (INTA Universidad de Chile).
En un estudio realizado por primera vez en nuestro país, académicos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) lograron determinar las proporciones de este compuesto reconocido por sus múltiples beneficios para la salud, información que esperan prontamente profundizar a partir del análisis de más especies de peces, además de mariscos.
Fue justamente esta situación la que motivó a un equipo de investigadores del INTA a embarcarse en este trabajo a partir del cual lograron determinar que el bilagay, el jurel y el blanquillo aportan una cantidad de EPA y DHA (dos tipos de omega 3) de más de 300 mg por cada porción de 100 g de filete de pescado, mientras que la reineta, la caballa, la merluza o el lenguado aportan cantidades de entre 200 y 300 mg EPA por porción de 100 g de filete.
El estudio, realizado con especies extraídas de la región de Coquimbo, además de ver la presencia de omega 3 en la parte comestible del pescado, indagó en la biodisponibilidad de éste, lo que consiste, según explicó el profesor Miguel Ángel Rincón, investigador del Laboratorio de Lípidos del INTA, en “saber de qué forma está presente ese omega 3 en el filete de pescado”.
“Normalmente el omega 3 no se encuentra como ácido graso libre, sino que va en forma de triglicéridos o de fosfolípidos, y eso define la biodisponibilidad que esos ácidos grasos tienen una vez que el alimento se ingiere. Una particularidad que tiene el pescado es que puede tener cantidades importantes de fosfolípidos, y éste tiene la particularidad de que es una sustancia más emulsional que un triglicérido, de tal manera que cuando se ingiere su absorción es más favorable”, detalló el académico.
Respecto a los beneficios del omega 3 se encuentran los factores nutricionales «que serían, por ejemplo, que este ácido graso contribuye a mantener un sistema circulatorio en buen estado». Por otro lado, que uno de los omega 3 presente en el pescado sea el DHA «es muy relevante para el mantenimiento de la función neurológica, de manera de que se ha visto de que previene o retarda la aparición de enfermedades neurodegenerativas». A esto se suma que «son precursores de unos lípidos que tienen actividad antiinflamatoria».
La presencia del omega 3
Son varios factores los que determinan la cantidad de omega 3 en los pescados. “Primero, la especie en sí. Hay especies que son más ricas que otras. Por otro lado, la temperatura del agua donde el pez vive porque normalmente, mientras más fría el agua, el contenido de omega 3 es más alto”.
Otro factor es la alimentación. “Si son pescados que se alimentan del medio marino salvaje, lo que van a comer es el plancton o bien peces más pequeños, de manera que ellos van acumulando ese omega 3. Contrario es para los peces de acuicultura donde -no en todas las ocasiones, pero sí muy frecuente- el contenido de omega 3 es más bajo debido a la alimentación que reciben porque se utilizan aceites vegetales en lugar de aceite o harina de pescado”.
Bajo consumo de pescado en Chile
Según datos reportados por el profesor Rincón, el consumo de pescado en el país va entre los 7 y 10 kilos por persona al año, cuando el promedio mundial es de 20.
A esto se suma que otros factores. “En primer lugar, el costo. Este es un recurso bastante caro. Luego, la oferta. Teniendo en cuenta que, en Santiago, donde vive un tercio de la población de Chile, la oferta de pescados que uno puede encontrar, por ejemplo, en un supermercado es bastante reducida”, señaló el especialista.
Otro de los puntos en contra, como concluyó el académico, es la nula información sobre la materia, situación que motivó este mismo estudio, desarrollado en conjunto a Alfonso Valenzuela del Laboratorio de Lípidos, y el profesor Jaime Romero del Laboratorio de Biotecnología, ambos del INTA.
“Realizamos este estudio de manera exploratoria, porque claro, no había datos en Chile de composición del omega 3 de ninguna clase de pescado. A partir de acá pretendemos trabajar con más especies, e incluir mariscos y pescados extraídos de otras zonas del país”, finalizó Rincón.