El subsecretario Eduardo Riquelme subrayó que en la preparación del catálogo serán esenciales las propuestas que formulen ante la mesa los propios representantes del sector artesanal. (Subpesca). Los pescadores artesanales...
El subsecretario Eduardo Riquelme subrayó que en la preparación del catálogo serán esenciales las propuestas que formulen ante la mesa los propios representantes del sector artesanal. (Subpesca).
Los pescadores artesanales de las distintas regiones dispondrán próximamente de un manual de buenas prácticas para relacionarse con el lobo marino, mientras desarrollan sus faenas.
El animal -que está protegido por una veda, además de acuerdos internacionales- genera complicaciones cotidianas a la actividad pesquera, así como a la acuicultura, en distintas regiones del país.
La iniciativa de confeccionar un manual o código de buenas prácticas surgió en el marco de la tercera sesión de una mesa de trabajo creada por el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, para generar propuestas concretas en torno al problema.
“Se adoptó el acuerdo de elaborar un código de buenas prácticas para regular de algún modo la interacción de los pescadores artesanales con este mamífero marino”, explicó Riquelme.
Los pescadores reportan permanentemente la presencia de lobos que se alimentan de sus productos, así como de ejemplares que en ocasiones estropean redes o, incluso, embarcaciones.
El subsecretario Riquelme subrayó que en la preparación del catálogo de buenas prácticas serán esenciales las propuestas que formulen ante la mesa los propios representantes del sector artesanal. De hecho, a la sesión del viernes pasado, acudieron como invitados los presidentes de dos de las principales confederaciones del rubro: Marcelo Soto (Confepach) y Óscar Espinoza (Conapach).
“Hemos requerido que puedan entregar insumos e ideas para poder ir conformando este manual. Nos parece muy necesario y es una de las medidas que esta mesa está tomando para poder morigerar los lamentables y negativos efectos que esta interacción produce con el mundo de la pesca artesanal”, planteó Riquelme.
El contenido específico del manual no se resuelve aún, pero uno de sus acápites apuntará, por ejemplo, a desterrar malas prácticas que agudizan el problema, como aquella de limpiar los pescados a bordo de los botes y arrojar al mar las vísceras, que sirven de alimento al lobo marino.
“Una de las cuestiones que examinaremos es la posibilidad de exigir, en el caso de desembarques de pesca faenada en botes, que se pueda entregar también las vísceras para que sean adecuadamente reducidas o aprovechadas, de modo que disminuya el incentivo al lobo”, detalló Riquelme.
La mesa del lobo se constituirá en Calbuco, región de Los Lagos, zona donde los pescadores reportan habitualmente dificultades con el animal. Se prevé igualmente que haya sesiones en otras áreas del país.
A partir de ese trabajo, el grupo -integrado por Subpesca, Sernapesca, IFOP y la Armada- materializará otras iniciativas, en el curso de los próximos 60 días. Una de ellas, considera organizar un concurso, en torno a ideas que permitan disminuir las complicaciones derivadas de la convivencia entre el lobo marino y las faenas pesqueras.
La población de este mamífero marino en el país asciende aproximadamente a los 200 mil individuos y su distribución es desigual a lo largo de las costas nacionales.