El laboratorio es el primero en su tipo en Biobío y colabora con productores para detectar tóxicos en microalgas y mariscos, asociados a la marea roja. Un hito relevante para...
El laboratorio es el primero en su tipo en Biobío y colabora con productores para detectar tóxicos en microalgas y mariscos, asociados a la marea roja.
Un hito relevante para el Laboratorio de Biotoxinas (LBTx-UdeC) acaba de cumplirse por estos días. Se trata de una nueva certificación internacional, otorgada por The International Accreditation Service (IAS), que acredita la mantención de un estándar de calidad del trabajo que desarrollan académicos y profesionales del Departamento de Oceanografía UdeC y de Copas Sur Austral, quienes se dedican al análisis y detección de biotoxinas en muestras de microalgas y mariscos para consumo nacional y exportación.
Este el el primer laboratorio en su tipo en la Región de Biobío y anteriormente, ya había conseguido acreditarse bajo la norma ISO 17025, para laboratorios de ensayo con metodologías oficiales, lo cual permite que instituciones públicas o privadas accedan a este servicio confiados con los resultados obtenidos. Esta renovación de su acreditación constituye un hito relevante para el Departamento de Oceanografía, justo el año en que celebran 50 años de trayectoria científica y más aún, en condiciones de pandemia. ”Lograr una aprobación de esta acreditación implica que como laboratorio estamos funcionando en norma y por lo tanto nuestros resultados son reconocidos de manera internacional”, destacó Allisson Astuya, directora del Laboratorio de Biotoxinas UdeC.
El Laboratorio de Biotoxinas nació al alero de un proyecto financiado por el Fondo de Innovación y Competitividad del Gobierno Regional, el cual permitió implementar y montar el primer laboratorio de detección de biotoxinas, sustancias tóxicas producidas por algas asociadas a las mareas rojas, en mariscos de consumo humano, para la región del Biobío. En el Laboratorio se pueden analizar todos aquellos mariscos en riesgo de marea roja, como ostras, choritos, almejas, entre otros. También, se avanza en la búsqueda de biomarcadores potenciales para la detección de toxinas marinas y microalgas, además del servicio acreditado de detección de toxinas mediante la utilización de metodologías oficiales para veneno paralizante de mariscos (VPM) y veneno amnésico de mariscos (VAM), además de screening in vitro para toxinas lipofílicas especialmente las del tipo veneno diarreico (VDM). Además se han establecido unidades de servicios en detección molecular de microalgas tóxicas y bioensayos celulares y de pez cebra las que se ponen a disposición de los usuarios para generar soluciones a medida.
Uno de los principales objetivos del LBTx-UdeC es ser un referente en bioseguridad alimentaria y ente que pueda potenciar a los pequeños productores y pymes, dado que la región no evidencia hasta ahora eventos de marea roja. “Si bien existen microalgas que pueden ser catalogadas como tóxicas, no hemos vivido ningún evento de Floraciones Algales Nocivas (FAN), popularmente conocido como marea roja, por lo que se busca que los productos marinos puedan ser exportados desde la región hacia todo Chile mediante la certificación de la bioseguridad en base a la presencia o ausencia de toxinas, lo que podría ser una potencial ventaja competitiva para los productores” señaló Astuya.
Con este logro, el laboratorio está en condiciones de prestar servicios en la detección de toxinas marinas, a los pequeños productores de la zona y seguir apoyando a instituciones que requieren de esta información en su toma de decisiones. “Además continuaremos con las actividades de difusión y capacitación hacia la comunidad para dar a conocer que son las FAN, sus efectos y la relevancia de contar con el laboratorio en la región” señaló Alejandra Llanos Rivera, supervisora del Laboratorio de Biotoxinas UdeC y académica del Departamento de Oceanografía UdeC.
El Laboratorio cuenta con la colaboración de instituciones públicas como el Ministerio de Salud, Instituto de Salud Pública, Seremi Salud del Biobío y el Instituto de Fomento Pesquero.