Un equipo de profesionales multidisciplinarios trabajó con la comunidad local en la investigación del hábitat de las ballenas y sus alrededores, en una de las comunas más ricas en biodiversidad...
Un equipo de profesionales multidisciplinarios trabajó con la comunidad local en la investigación del hábitat de las ballenas y sus alrededores, en una de las comunas más ricas en biodiversidad de la región de Aysén (Diario El Divisadero).
El equipo del Centro Universitario Coyhaique de la Universidad de Magallanes realizó una actividad denominada “Explorando la casa de las ballenas”, en la localidad de Raúl Marín Balmaceda.
El objetivo de este trabajo es acercar conceptos de biodiversidad y conservación biocultural, los que, gracias a la coordinación con la Junta de Vecinos de Raúl Marín Balmaceda y el público general, pudieron realizar capacitaciones en el área.
Las actividades se desarrollaron entre el 26 de enero y 1 de febrero, organizadas en módulos teóricos y prácticos orientados a promover el conocimiento y acercar las ciencias a los habitantes de la comuna bajo las temáticas de la diversidad de mamíferos marinos y los usos de las algas haciendo énfasis en la conservación y cuidado de los espacios naturales en el entorno de esta localidad.
El conocimiento de la casa de la ballena formada por los canales y golfos de esta zona permitió colaborar en la conservación de un ecosistema maravilloso que permite la existencia de la humanidad. Con base en Raúl Marín Balmaceda y el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos Pitipalena-Añihué el equipo de profesionales realizó una navegación de una semana por los canales del Archipiélago de Los Chonos, en el que se avistó y registró varios grupos de delfines que cohabitan con aves y otros animales y plantas esta parte del mundo.
En tierra, se realizaron recorridos por distintos sectores de la comuna, como el borde costero y el sendero dominado “El Chucao”, en los que se puede identificar los usos de la biodiversidad, evidenciar cambios en el paisaje biocultural, registrar sistemáticamente la biodiversidad presente y evaluar los efectos antrópicos en la naturaleza.
Según lo que comenta Lorna Moldenhahuer, Ingeniera en Alimentos, parte del equipo del Laboratorio Abierto, “la comuna presenta una riqueza biocultural extraordinaria, debido a su conformación territorial, ecológica y social que ha permitido enriquecer el conocimiento, contar con especies tan diversas como las algas. Trabajar en torno a su conocimiento alimentario potenciará sin duda su valoración como recurso local y la protección del ecosistema que las sustenta”.
Los participantes aprendieron nuevos conceptos y compartieron sus propias experiencias en el entorno natural de la comuna, se familiarizaron con el uso de guías de campo para determinar los nombres comunes y científicos de las diferentes especies de herbáceas, líquenes y algas únicos en la región, para posteriormente trabajar en torno a la plataforma SIB-Aysén (Sistema de Información en Biodiversidad para Aysén) lo que permitirá a otras personas acceder a este conocimiento.
Al finalizar la jornada, los participantes manifestaron la disposición a tomar la gran responsabilidad de mantener y proteger los espacios reconocidos producto de la riqueza de biodiversidad presente.
Miriam Mansilla, presidenta de la junta de vecinos de la localidad, señaló que “participar del taller me permitió aprender sobre los usos de las algas y darme cuenta que existen muchas me motivan a seguir adelante, nunca me hubiese imaginado lo que teníamos al borde de la costa, estoy muy agradecida por lo que nos pudieron entregar”.
La actividad se realizó en el marco de los proyectos “Prototipo de Laboratorio Abierto de Ciencias Subantárticas” y “Turismo ballenero, oportunidad de Conservación y Desarrollo” que ejecuta este Centro gracias al Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Aysén.