Instituciones se encuentran desarrollando un componente para envasado que tiene la capacidad de incorporar agentes activos con actividad antimicrobiana, lo que permite disminuir factores de deterioro atribuido a la presencia...
Instituciones se encuentran desarrollando un componente para envasado que tiene la capacidad de incorporar agentes activos con actividad antimicrobiana, lo que permite disminuir factores de deterioro atribuido a la presencia de microorganismos.
De acuerdo al último Informe Trimestral de Exportaciones del Consejo del Salmón, el nivel de toneladas de salmones y truchas exportadas durante el segundo trimestre de 2022 registró un alza interanual de un 2,7%, mientras que el precio promedio de exportación se mantuvo en niveles récord a lo largo de la primera parte del año.
Los envíos de salmón aumentaron en cinco de los seis principales mercados de destino: Estados Unidos, Japón, Brasil, México y China. Solo en el caso de Rusia se registró una disminución anual en el valor exportado producto de la guerra, pero se ha logrado redirigir ese salmón a otros destinos, principalmente China, Taiwán y países del sudeste asiático.
El Salmón Atlántico representó la principal especie exportada en cuanto a toneladas (79,1%), seguido por el Salmón Coho (12,3%) y la Trucha Arcoíris (8,6%), con el formato fresco concentrando el 52% de las toneladas exportadas en el período.
A diferencia de Noruega, Chile se encuentra geográficamente lejos de sus principales mercados, por lo que la cadena logística y la preservación del producto son aspectos críticos para ingresar a nuevos lugares de destino. Por ello, contar con implementos y materiales que ayuden a que su traslado, conservación y posterior exportación del salmón chileno sean en las mejores condiciones resulta altamente positivo.
Bajo este escenario, la Plataforma de Innovación en envases y embalajes de alimentos, Co-Inventa junto a Laben Chile, ambas instituciones dependientes de la Universidad de Santiago, desarrollaron un film antimicrobiano capaz de alargar la vida útil del salmón envasado.
“Se trata de un recubrimiento que, en conjunto con un agente activo natural, se aplica en las películas plásticas comerciales (polietileno de baja densidad-LDPE) ampliamente utilizadas en la industria salmonera”, explica Ximena Valenzuela, jefa de Laboratorio de Laben Chile y líder del proyecto.
“Más allá de las grandes toneladas que se exportan, el salmón fresco refrigerado no deja de tener limitaciones en cuanto a su vida útil (entre 15 a 20 días), por lo que vimos la posibilidad incluir tecnología en su envasado, donde el mismo envase inhiba el crecimiento de microorganismos responsables de la degradación del producto, incrementando así su duración”, argumenta.
Durante las pruebas desarrolladas en la primera etapa de este proyecto, se ha registrado un aumento de 30 y hasta 40% en la vida útil del producto envasado con el uso del film, garantizando y potenciando la inocuidad alimentaria.
Inocuidad, sostenibilidad y transferencia tecnológica
Es importante destacar que Laben Chile -en línea con las disposiciones de la FDA- ya ha realizado los estudios específicos respecto a los agentes utilizados y las concentraciones mínimas requeridas para que estos productos ejerzan su acción antimicrobiana sin que esto ocasione modificaciones de las características ni prestaciones del material de envase, interacción envase-alimento y vida útil del propio agente antimicrobiano.
“Por otra parte, también hemos medido aspectos como la resistencia del material y su propiedad óptica, sin existir afectaciones al producto ni al envase”, agrega Valenzuela.
Si bien generalmente la combinación de materiales en el envasado implica una mayor dificultad de reciclaje, este no es el caso del film antimicrobiano, cuyo espesor es de entre 1 y 2 micras posibilita procesos de reciclaje.
Por otro lado, no hay que olvidar que la proteína en sí concentra la mayor parte de la huella de carbono del proceso, relevando con ello la importancia de contar con un envase adecuado para extender su vida útil del recurso.
“Este proyecto se deriva de una iniciativa Corfo, el cual ha sido extendido en 2 años. Durante esta nueva etapa, una de las metas es comenzar a efectuar pruebas con máquinas de envasado y plantas de proceso”, apronta Valenzuela, recalcando que a futuro, la idea es transferir esta tecnología a las compañías proveedores de la industria acuícola.
Conozca más sobre desarrollos como estos en la última edición de revista mundo acuícola