Con ocasión de la tercera reunión anual del proyecto AquaVitae, se presentaron avances en los prototipos y resultados de investigación.
Cerca de 70 investigadores del proyecto europeo AquaVitae se reunieron en Oporto para su tercera reunión anual, para compartir sus desarrollos en los cultivos de macroalgas, equinodermos, moluscos, bivalvos y crustáceos, entre otras especies.
El Instituto Universitario de Acuicultura y Ecosistemas Marinos Sostenibles (IU-ECOAQUA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), con la investigadora Gercende Courtois de Viçose como investigadora principal, ha presentado los avances en el estudio de acuicultura multitrófica integrada en tierra en la tercera reunión anual del proyecto europeo AquaVitae, celebrada en Oporto (Portugal) recientemente.
Un encuentro donde la mayoría de los socios de esta iniciativa han compartido y debatido sobre los progresos en los principales resultados de sus respectivas investigaciones sobre el desarrollo de nuevas soluciones robustas y replicables para la producción acuícola de bajo nivel trófico, a través de la optimización de los sistemas y procesos.
El estudio de Acuicultura Multitrófica Integrada (AMTI) en tierra liderado por el Grupo de Investigación en Acuicultura (GIA) del IU-ECOAQUA, en el que también participan centros de investigación y empresas del sector provenientes de Francia, Sudáfrica y España, ha enfocado la investigación incluyendo únicamente especies de bajo nivel trófico, tales como el abalón u oreja de mar, el pepino de mar o las macroalgas, entre otras.
Para ello, han desarrollado metodologías experimentales comunes para poder facilitar el intercambio y la transferencia de conocimiento entre las diferentes regiones en las que desarrollan los casos de estudio. Los resultados presentados por el IU-ECOAQUA en esta fase de la investigación, se concentraron en el desarrollo de la producción de pepinos de mar de forma conjunta con la producción de abalón, y en la integración de varias macroalgas en la alimentación del abalón para incrementar la sostenibilidad de las dietas de estos invertebrados.
“El abalón se puede cultivar junto a otras especies, tanto en alta mar como en tanques de tierra, por lo que el coste de infraestructuras en empresas acuícolas podría reducirse bastante”, apunta Courtois de Viçose, y puntualiza: “algo que puede favorecer altamente su producción”.
La acuicultura de bajo nivel trófico se enfrenta a retos similares en todo el océano Atlántico para desarrollar sistemas de producción. Los investigadores que participan en el proyecto Horizonte 2020 AquaVitae, y que se reunieron en Oporto a finales del mes pasado, buscan lograr más de 130 resultados clave con la colaboración de la industria, distintos centros de investigación y los organismos gubernamentales. El proyecto cuenta con 13 casos de estudio repartidos por distintos puntos del Atlántico, divididos en cinco cadenas de valor, que incluyen: macroalgas, equinodermos, moluscos, bivalvos y crustáceos.
Los resultados expuestos durante la tercera reunión anual abarcaron diferentes cadenas de valor de la acuicultura en el Atlántico, desde el cultivo de ostras autóctonas, mejillones y nuevas especies de macroalgas, hasta la producción en sistemas de AMTI, como es el caso del estudio liderado por el IU-ECOAQUA.
Más información sobre el proyecto aquí