Sernapesca invita a todas las empresas acuícolas que aún no se han sumado a ser parte de este programa voluntario, para demostrar el interés y compromiso por la actividad acuícola sostenible y sustentable
Una de las principales preocupaciones de la ciudadanía en torno a la salmonicultura es el uso de antimicrobianos, es por esta razón que Sernapesca implementó un programa que busca promover la reducción y optimización del uso de antibióticos en la industria del salmón, para velar por la sustentabilidad de la actividad y su entorno.
El Programa de Optimización del uso de Antimicrobianos (PROA) se creó en el año 2020, en el marco del Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) y con enfoque “Una salud” (o One-Health, como es promovido por la Organización Mundial de Sanidad Animal, la Organización Mundial de la Salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), buscando entregar un reconocimiento a los centros acuícolas que ajustan sus programas para optimizar el uso de antimicrobianos o bien prescindir del uso de antibióticos en los ciclos productivos de salmones.
Este modelo de certificación es proactiva y voluntaria, y va más allá de las exigencias normativas, siendo un elemento innovador en el sector acuícola.
Chile es el segundo país exportador de salmones a nivel mundial, después de Noruega. “Como Estado, tenemos la misión de optimizar y disminuir el uso de antimicrobianos en la industria, propendiendo a la protección del medio ambiente, así como a la salud y el bienestar de los peces, que son alimento para la población mundial” sostuvo Constanza Silva, Subdirectora (S) de Acuicultura de Sernapesca.
“Propiciamos una vinculación con agentes sectoriales para fomentar las mejores prácticas entre los profesionales de la salud animal, y este programa de certificación busca generar incentivos para prevenir la aparición y posible propagación de patógenos resistentes, siempre bajo el alero de los lineamientos de la iniciativa One-Health”, agregó Silva.
El uso de antibióticos
La magnitud de antibióticos utilizados, se calcula como la cantidad de principio activo de los fármacos utilizados por tonelada de salmón cosechadas por año calendario. Actualmente, la mayoría de los tratamientos en Chile se destinan para los brotes infecciosos ocasionados por la bacteria Piscirickettsia salmonis, siendo el florfenicol el antimicrobiano más empleado.
El primer semestre del año 2022, del total de antimicrobianos utilizados, el 52,66% fue en la región de Los Lagos, el 46,25% en la región de Aysén y solo el 1,09% en la región de Magallanes, entendiendo que en Magallanes los tratamientos se ejecutan para otras enfermedades y que los casos de piscirickettsiosis son aislados y corresponden a eventos puntuales.
De la totalidad de antibióticos usados, el 91,88% fue en salmón del Atlántico (S. salar), el 5,33% en salmón coho (O. kisutch) y el 2,70 % en trucha arcoíris (O. mykiss).
“La industria usa antibióticos para el control de brotes de patologías infecciosas en salmones, de la misma manera que las personas usamos antibióticos para combatir enfermedades. Este uso debe ser controlado y sustentado por lo exigido en la normativa vigente, no pudiéndose utilizar de forma preventiva, debiendo siempre estar respaldados por un diagnóstico tanto clínico como de laboratorio y bajo prescripción médico veterinaria, teniendo el deber de reportar todos los tratamientos ejecutados a Sernapesca y entendiendo que adicionalmente se encuentra restringido el uso de antibióticos de importancia crítica para la salud humana de acuerdo a la OMS. Esto, precisamente porque un uso inadecuado es factor de riesgo para generar RAM”, explicó Carlos Navarro, jefe del Departamento de Salud Animal de la Subdirección de Acuicultura de Sernapesca.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la RAM (capacidad de los microorganismos de impedir que los antimicrobianos actúen contra ellos), es una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. En este contexto, la RAM puede generarse por un uso indebido de antimicrobianos o bien, puede ser natural, cuando todas las cepas pertenecientes a la misma especie son resistentes a un antibiótico.
El principal objetivo de Sernapesca es que, a través del PROA, se promueva la prevención de enfermedades, la concientización sobre el uso de antimicrobianos, incentivando las buenas prácticas para el uso prudente de estos productos, y comunicando recomendaciones relacionadas con la gestión sanitaria obtenidas de investigaciones realizadas en el marco del Programa para la Gestión Sanitaria en la Acuicultura, enfocados en la detección temprana y tratamiento oportuno y efectivo de la Piscirickettsiosis, enfermedad de agua de mar, que afecta a las especies de salmónidos de mayor producción en Chile.
Los ciclos productivos certificados
Desde que el Programa de Optimización de Antimicrobianos entró en vigencia, Sernapesca ha certificado 88 ciclos productivos para un total de 10 empresas de cultivo, ubicadas en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes. De los 88 ciclos certificados, 59 no han utilizado antibióticos en el ciclo productivo, es decir, el 67%.
De acuerdo al total de toneladas de salmón del Atlántico certificadas, las empresas que más han logrado certificar ciclos productivos a la fecha, en orden decreciente, son: Blumar S.A., AquaChile S.A., Multiexport Foods S.A., Cermaq Chile S.A., Nova Austral S.A., Salmones Camanchaca S.A y Cooke Aquaculture Chile S.A.
Desde marzo del 2020 a la fecha, Sernapesca ha certificado alrededor de 250.000 toneladas de salmón. El primer año se certificó el 0,9% (10.166) de las toneladas cosechadas totales, el 2021 se certificó el 9,4% (92.489) de las toneladas cosechadas totales, y en lo que va de 2022, ha certificado el 16,1% (145.206) de las toneladas cosechadas totales. De las toneladas certificadas, 126.675 corresponden a salmón del Atlántico, 103.163 a salmón coho y 18.022 a trucha arcoíris.
Actualmente son 140 centros de cultivo los que están en seguimiento para una futura certificación. “Consideramos que el programa PROA ha sido exitoso. Con los años se han ido sumando nuevas empresas a este desafío, y nuestro objetivo como Sernapesca, es que todas las empresas de cultivo adhieran a la certificación PROA, para avanzar hacia un nuevo estándar para la producción sostenible de salmón en Chile, priorizando la protección del medio ambiente” declaró Constanza Silva, Subdirectora (s) de Acuicultura de Sernapesca.
¿Cuáles son las exigencias para certificarse?
Unas de las ventajas de la certificación PROA es el establecimiento de medidas de prevención, incluyendo acciones realizadas antes del ingreso de los peces a la etapa de engorda en mar, como es la vacunación contra SRS y el empleo de alternativas que fortalezcan el sistema inmune, considerado la selección genética como parte de sus herramientas. Además, en mar, se incluyen medidas preventivas asociadas al uso de dietas funcionales, así como también la reducción de exposición a factores de riesgo de brotes de SRS, tales como la adopción de medidas que permitan prevenir o retardar la infestación temprana por Caligus.
Junto a lo anterior se fortalece la detección temprana por medio del establecimiento de vigilancia quincenal de la piscirickettsiosis, el aumento de frecuencia de visitas médico veterinarias y de capacitaciones al equipo del centro de cultivo encargado del retiro de mortalidad y las necropsias, para facilitar el reconocimiento temprano de la signología clínica de la enfermedad.
Adicionalmente, “aquellos centros de cultivo que se postulen a la certificación PROA sin uso de antimicrobianos deben realizar una serie de muestreos que permitan descartar la presencia de cualquier residuo de antibióticos en los peces de los centros a certificar. El seguimiento del cumplimiento de las medidas es llevado a cabo por funcionarios del Sernapesca, tanto documentalmente como en terreno, inspeccionando los centros de cultivo y realizando muestreos. Esto se complementa con la ejecución de visitas trimestrales por parte de Certificadores de la condición Sanitaria (CCS) a los centros inscritos, para la verificación in situ de las medidas comprometidas”, precisó Carlos Navarro.
Desde el organismo fiscalizador, invitaron a todas las empresas acuícolas que aún no se han sumado a ser parte de este programa voluntario, para demostrar el interés y compromiso por la actividad acuícola sostenible y sustentable.