El estudio es parte de un proyecto Fondecyt liderado por el Dr. Carlos Lara de la Facultad de Cs. de la U. Católica de la Santísima Concepción
«Gradientes bio-ópticos a lo largo del río-estuario-océano costero de la Patagonia Norte”, es el nombre del proyecto ANID Fondecyt Regular (N°1230420) del investigador de la UCSC Dr. Carlos Lara.
En este contexto, se recibió la visita de la Dra. Aline de Matos Valerio, del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil, quien participó de una salida a terreno al Seno de Reloncaví, para aportar la temática de la bio-óptica en el estudio.
Se entiende como bio-óptica los constituyentes del agua que provocan un cambio de color continuamente. “Sacamos medidas de clorofila, de nutrientes y de radiometría. La idea posterior es que podamos relacionar estos constituyentes ópticos que provocan el cambio de color del agua con la radiometría, para después ser estudiada por satélites para monitorear el área”, explicó la investigadora.
El proyecto busca entender cómo las propiedades bio-ópticas, las propiedades ópticas de un sistema acuático pueden variar en el tiempo y en el espacio en un entorno complejo. La mayoría de estos conocimientos están enfocados en el hemisferio norte y desde ahí nació la idea de estudiar este fenómeno en la Patagonia Norte.
“Esperamos diagnosticar los cambios potenciales en la magnitud de estas propiedades y los procesos que tienen un significado biogeoquímico específico en las aguas ópticamente complejas del norte de la Patagonia. Nuestras mediciones únicas de datos de alta resolución también nos permitirán validar las observaciones satelitales para estimar los parámetros de calidad del agua”, comentó el Dr. Carlos Lara.
Trabajo en terreno
Durante tres días se tomaron muestras de agua del Seno de Reloncaví. La Dra. Aline de Matos Valerio aportará desde la teledetección del color del agua. “He trabajado en esta temática desde el 2005. Mis conocimientos están relacionados con la toma de muestras de la parte bio-óptica, de la radiometría y del conocimiento de cómo obtener estas informaciones por medio de satélites”, agregó la Dra. De Matos Valerio.
Habitualmente, se trabaja solo desde el punto de vista del río o del océano, pero pocas veces se analiza de manera continua. Ese es uno de los valores agregados del proyecto. “No es muy común que se estudie de manera interconectada. De este modo, estudiamos tanto el río, como la costa y el océano, ya que todo está conectado. Mi conocimiento está mucho más integrado. Creo que ese es mi aporte en este proyecto”, añadió.
Respecto a la importancia de la temática, a través de la teledetección y el color del agua se puede entender toda su evolución. Por medio de satélites se puede tener una visión más amplia, lo que ayuda a realizar el monitoreo y la dinámica. “Los constituyentes que están en el agua hacen cambiar su color. Por ejemplo, si hay más fitoplancton el color se torna más verde. Si hay más materia orgánica es de color más oscuro o amarillo. Con sedimento se torna más de color rojo. Cuando entendemos cómo funciona con la luz que llega al agua e interacciona, podemos entender qué es lo que hay en el agua y cómo es su dinámica. Los satélites miden lo que refleja la luz del sol”, finalizó.
De este modo, gracias a esta técnica se pueden identificar los cambios que ha tenido un ecosistema marino durante el tiempo, además de la influencia de eventos climáticos como El Niño o La Niña e incluso lluvias muy fuertes.
Además del factor ecológico, estudiar este fenómeno tiene también un interés económico por las especies que habitan alrededor del sector. “A través de las muestras, la luz y el color, se pueden hacer modelos para realizar proyección al futuro o averiguar cómo era antes. En este sector existen algas tóxicas que contaminan además de la industria del salmón o de los choritos. Hay que estar muy pendientes de que no se contaminen”, cerró la académica.