Distinción permitiría a ostras chilenas obtener reconocimiento de calidad de producto originario. (Diario Austral de Valdivia). Las ostras han sido desde épocas ancestrales un producto gourmet apetecido por muchísimos paladares...
Distinción permitiría a ostras chilenas obtener reconocimiento de calidad de producto originario. (Diario Austral de Valdivia).
Las ostras han sido desde épocas ancestrales un producto gourmet apetecido por muchísimos paladares debido a su gran sabor y denotación de afrodisíaco, este molusco contiene además un alto valor nutricional en vitaminas, hierro, yodo y zinc.
En la actualidad, la mayor cantidad de cultivos en el mundo se encuentran en China, quienes producen más del 80% de la oferta mundial. En Europa, en cambio, donde la ostricultura data de al menos 2.000 años, los principales consumidores y productores son Francia y España, quienes en los últimos años se han visto afectados por diferentes enfermedades en sus cultivos, alcanzando la no despreciable cifra de entre un 70 y 80% de cultivos infectados; lo que ha mermado su producción y generado un cierre masivo de centros de cultivo, provocando fuertes alzas en el precio.
Producto de esta situación ocurrida en el viejo continente es que diferentes inversionistas y emprendedores (principalmente franceses) han fijado su mirada en Chile para producir este apetecido producto. Otra particularidad en nuestra nación es que en sus costas existe la ostra chilena (Ostrea chilensis), la cual, a paladares expertos posee mejor sabor, textura y tamaño.
Este molusco endémico de nuestro país crece en un sector reducido del sur, desde las costas de la décima región hacia el sur. Durante las décadas de los 80’s y 90’s la comercialización de este producto tuvo un incremento importante, sin embargo, el escaso apoyo hacia los cultivadores artesanales redujo la actividad a las actuales 336 toneladas que se produjeron el 2016 según Sernapesca.
En el marco del proyecto Fondef IDeA ID16I10018, investigadores de la Universidad Austral de Chile pretenden posicionar este recurso chileno en el mercado, a través de la obtención de la indicación geográfica y la certificación de Sello de Origen. Estas cualidades permiten a los productos obtener un reconocimiento a través de la identificación de calidad de un producto originario del país o localidad, los cuales destaquen por ser fruto de tradiciones y únicos en su clase.
Además, la Universidad Austral de Chile posee la administración del Centro Ostrícola más importante del país (Quempillén), lo que facilita que junto a los cultivadores de ostra soliciten en conjunto este reconocimiento de origen e indicación geográfica ante el Instituto de Propiedad Industrial (Inapi). Productos como la chicha de Curacaví o el limón de Pica ya han alcanzado esta categoría que pretende adquirir la ostra chilena, transformándose así en el primer molusco nativo que adquiera este reconocimiento y se convertiría en la tercera especie marina chilena con mayor calidad gastronómica, junto al cangrejo dorado y la langosta de Juan Fernández.
Esta iniciativa nace desde un proyecto FondefIDeA desarrollado por el Dr. Pablo Oyarzún, Dr. Jorge Toro y el Dr. Jorge Navarro, todos investigadores del Instituto de Ciencias Marinas y Limnológicas de la UACh. En la actualidad los investigadores buscan continuar con la investigación en Chiloé y postular a fin de año a una segunda etapa del proyecto según palabras que mencionó el Dr. Oyarzún al Diario Austral.
“Probablemente seguiremos investigando la tasa de crecimiento, ya que puede mejorar. Apuntamos a que Quempillén -centro de ostras de la Universidad Austral de Chile en Ancud- se convierta en el centro semillero del país. Queremos que desde ahí se puedan mejorar genéticamente las otras y también que lo puedan ocupar los ostricultores para sus cultivos”.